El programa Erasmus de movilidad de estudiantes europeos se creó en 1987. Coincidiendo con la celebración de la semana de Europa, cuyo día es el 9 de mayo, el servicio de Relaciones Internacionales de la Universidad de Málaga ha rendido tributo al plan con actividades para el alumnado y ponencias. La mañana del 12 de mayo ha habido una conferencia en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho con motivo del 30 aniversario de la fundación de Erasmus.
Ha llevado a cabo la presentación del evento Lilian Barranco, responsable del programa Erasmus en la UMA. La jornada ha sido ciertamente atípica en comparación con otros actos institucionales, ya que en un contexto informal y distendido, los convocados a exponer han ido narrando sus experiencias personales al haber viajado con Erasmus.
Vivencias Erasmus
David Urbano, gestor cultural y cofundador de La Casa Amarilla, se fue a Florencia y ha afirmado que esta “fue una decisión que a mí me ha marcado”. Aseguraba que además de la formación artística que recibió, “de las amistades que hice ha nacido un proyecto europeo cultural que estamos desarrollando con amigos que están en Portugal”, decía sonriente Urbano.
María Vera, estudiante de Ingeniería Química, estuvo de Erasmus en el curso 2015/2016 en la República Checa y aconsejaba a los asistentes que “no hay que tener prejuicios porque vayas a una ciudad pequeña, yo fui a Berno -sitio que nadie conoce- y antes de ir buscaba a los profesores en Google y les veía cara de checos serios, pero nada que ver”, explicaba entre risas. Además, algo que también preocupaba a la estudiante es el estado de las instalaciones universitarias de una población de tamaño reducido, aunque finalmente disfrutó puesto que según ella “las instalaciones eran muy chulas y los laboratorios increíbles”.
Para demostrar que no solo jóvenes pueden vivir una estancia formativa en el extranjero, Marta Alcudia, trabajadora de la Fundación General de la UMA, narraba que “fui de Erasmus ya madurita, no con 20 años. Estudié Periodismo y fui en mi segunda carrera, Publicidad”, alegaba Alcudia. Reflejaba en sus palabras lo grato de su experiencia y aunque revelaba que no fue un Erasmus de estar “de juerga todo el día”, destacaba que lo más valioso fueron “los vínculos con sus compañeros” y el enriquecedor mestizaje de culturas.
Jairo Blanco, egresado de la Universidad es el ponente con el caso más reciente. Disfrutó su estancia el primer cuatrimestre del presente curso 2016/2017 y atestiguaba su experiencia y aportaba una recomendación: en el destino “hay que buscar gente de fuera. Conozco españoles que han pasado 700 horas sin hablar inglés. Ellos sabrán”, relataba Blanco.
La totalidad de los conferenciantes hablaban felices de su Erasmus y todos concluían afirmando que volverían a repetirlo.
Compartir