Por segunda vez en un año la Universidad de Málaga ha celebrado el acto de investidura de nuevos doctores. De los 79 investigadores e investigadoras que leyeron su tesis doctoral el pasado curso 2017/2018, 31 fueron coronados con el tradicional birrete de doctor, sumándoles las insignias propias del nuevo cargo.
Como viene siendo tradicional, el acto lleno de protocolo, estuvo marcado por la defensa de la institución pública como cuna del conocimiento. Así lo reseñó José Ángel Narváez, rector de la Universidad de Málaga y encargado de presidir el acto. Acompañado por el vicerrector de Estudios de Posgrado, Gaspar Garrote, y por el secretario general, Miguel Porras, la ceremonia llenó de forma completa el Paraninfo de la UMA, acogiendo a familiares y representantes de los distintos centros y facultades.
El inicio de la investidura estuvo marcado por la pieza musical ‘Zarabanda Académica’ interpretada por parte del Coro Universitario, que dio paso a la recogida por parte de los decanos y directores de los centros de los nuevos doctores, quienes fueron acompañados a sus asientos siguiendo el protocolo de entrada y guía a la Universidad. La ceremonia continuó con la lectura de la laudatio por parte del vicerrector de Estudios de Posgrado quien, utilizando el ejemplo de Santiago Ramón y Cajal, animó a los nuevos doctores a “disfrutar del privilegio de participar en la cadena del ser de la inteligencia, de la razón y de la constancia universitaria; privilegio que, lejos de gratuito, habéis conquistado con esfuerzo excelente”.
Fidelidad a la institución
Como marca la tradición, en la investidura de nuevos doctores y doctoras estos llegan en comitiva acompañados por sus directores y directoras de tesis. Camino a la mesa presidencial, la senda de colores de las mucetas pasa a ser coronada con los birretes así como con la imposición de guantes y el anillo, de doctor, símbolos de pureza y compromiso con la ciencia.
En representación de los nuevos doctores, Ana José Marchena, de la Facultad de Ciencias de la Salud, prestó promesa de fidelidad, como indica la tradición en latín clásico y sobre el Libro de la Ciencia. Cabe destacar que, de este acto de investidura 14 de los nombramientos fueron a mujeres, mientras que los 17 restantes han sido hombres.
Tras el rito de investidura, la última intervención correspondió al rector, quien comenzó su discurso reconociendo la capacidad y el talento de quienes “han confiado en una universidad pública para alcanzar el máximo grado académico, representando la esperanza de un futuro mejor”.
La importancia del talento estuvo presente en todo el discurso del rector, quien subrayó como “antes a las sociedades se las medía por la cantidad de sus recursos económicos o naturales. Ahora se las mide por su talento, por su capacidad para innovar”. En esta línea, Narváez también reivindicó que “nuestros responsables políticos no pueden ser insensibles a la investigación por más tiempo, es una cuestión de supervivencia social”.
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