Este martes 25, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, se presentó en la UMA el estudio: ‘Violencia de Género en Estudiantes de la Universidad de Málaga‘. La autora del estudio, Remedios Fernández, lo presentó en la Facultad de Ciencias de Educación, en un salón de actos repleto de estudiantes.
El estudio saca a relucir distintos aspectos preocupantes, como que 1 de cada 4 estudiantes ve la agresividad masculina como un valor positivo, admite la violencia como modo de resolución de conflictos y apoya la doble moral más permisiva con hombres que con mujeres.
Remedios Fernández aseguró que, en líneas generales, los chicos y chicas encuestados creen que en el ámbito universitario ya se ha conseguido la igualdad: “Una de las conclusiones que podríamos sacar es que los estudiantes perciben menos desigualdad porque todavía conviven en familia. Cuando las mujeres entran en el ámbito laboral empiezan a darse cuenta de las situaciones de desigualdad”.
Estos datos vienen acompañados de otros igualmente alarmantes. Por ejemplo, 6 de cada 10 chicas han sufrido violencia psicológica mediante agresiones verbales (insultos), aislamiento y/o control abusivo (su pareja les ha dicho cómo vestirse, cómo comportarse, etc). En cuanto a los hombres, casi el 46% de los encuestados reconocen haber ejercido conductas violentas de tipo psicológico con sus parejas.
Por su parte, un 24% de las chicas se ha sentido coaccionada sexualmente (excesiva insistencia), un 27% ha sufrido agresiones físicas leves (empujones, tirones) y un 23% reconoce haber sido víctima de conductas abusivas a través del móvil, sobre todo mediante la difusión de imágenes privadas sin permiso. De los chicos, un 22% reconoce haber ejercido conductas de agresión física leve con su pareja y el 30% ha ejercido conductas de coacción sexual con su pareja.
Remedios Fernández: “A veces los resultados parecen decir que los hombres son menos sinceros en sus respuestas, pero según algunos autores, muchas veces no responden sinceramente porque son menos capaces de reconocer las situaciones de violencia”
Menos coincidencias entre hombre y mujeres hay a la hora de hablar de violencia física grave. La autora puso de ejemplo otros estudios, como el de Díaz-Aguado, en el que se preguntó a las mujeres directamente y a nivel nacional si su pareja les había pegado. Un 6,3% contestó que lo había hecho alguna vez frente al casi 2% de los hombres que reconocieron haberlo hecho.
“A veces los resultados parecen decir que los hombres son menos sinceros en sus respuestas, pero según algunos autores, muchas veces no responden sinceramente porque son menos capaces de reconocer las situaciones de violencia”, explicó Fernández.
En cuanto a salud en general y la salud sexual y reproductiva, los alumnos, tanto mujeres como hombres, que se han visto implicados en casos de violencia de género se perciben con peor estado de salud. Por su parte, las chicas que sufren o han sufrido conductas violentas dentro de una relación, utilizan menos métodos anticonceptivos o comportamientos menos seguros, como el ‘coitus interruptus’ o ‘marcha atrás’.
Uno de los aspectos más importantes del estudio es que, en materia de prevención, realizar actividades formativas en la universidad hace que se disminuyan las actitudes sexistas y la aceptación de la violencia de género. Por eso, entre las conclusiones se destaca la necesidad de incluir estudios de grado y posgrado con este tipo de actividades formativas.
El estudio ha contado con la colaboración y apoyo de la Unidad de Igualdad de la UMA. Han usado a 364 sujetos, 61% mujeres, con una edad media de casi 22 años. Se han excluido a las parejas homosexuales y la gran mayoría de los encuestados (un 81%) se encuentran en cursos iniciales y en general todos son solteros, sin hijos y están conviviendo en familia o en pisos compartidos de estudiantes.
Compartir