El ministro de Defensa español Pedro Morenés inauguró ayer el primer curso de primavera organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP): “EEUU-España: 60 años de relaciones (1953-2013)”, dirigido por el profesor titular de Historia de América Adolfo González y con motivo del 60 aniversario de las relaciones atlánticas.
El acto tuvo lugar en la sede de la Fundación Valentín de Madariaga en Sevilla, reuniendo junto al ministro de Defensa y personalidades militares, al rector de la UIMP, César Nombela, al presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, a la vicepresidenta de la Fundación Valentín de Madariaga, Ángela Madariaga, el Secretario del Consejo España-Estados Unidos, Fidel Sendagorta y el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido.
En la presentación, el ministro de Defensa puso en el centro del discurso la importancia de las relaciones diplomáticas que mantiene desde hace más de 60 años nuestro país con Estados Unidos. Desde su opinión, consideró un “acierto” la organización de este curso, dado que, según apuntó, “los jóvenes no ven tan evidente la importancia real de estas relaciones bilaterales”, “relaciones que Estados Unidos siempre ha respetado”. “En estos sesenta años ha habido momentos peores y mejores, como en toda relación, me gustaría quedarme con este espíritu de amistad sincera que no es otro que la estrecha relación, la confianza entre naciones y el compromiso con la estabilidad”.
El ministro Morenés informó que dichas relaciones de cooperación entre España y EE.UU gozan de “uno de sus mejores momentos, si no el mejor”, situación favorable que, según Morenés, ha sido posible gracias al “trabajo de todos, al compromiso de buena voluntad de los gobiernos sucesivos de ambas naciones y sobre todo a la confluencia y el compartir entre naciones.”
Durante una larga contextualización llevada a cabo por el ministro sobre las relaciones entre España y Estados Unidos y, centrada sobre la cuestión de la seguridad internacional, se destacaron varias cuestiones. En primer lugar, el cambio de escenario mundial y de relaciones de defensa entre los aliados en el seno de la OTAN tras la caída del Muro de Berlín hace 25 años y que dio paso al progresivo desmantelamiento de la Unión Soviética y, por ende, a la desaparición del mundo bipolar de la Guerra Fría, un mundo dividido en dos bloques con 
sistemas antagónicos, con un contexto de política exterior determinado por la relativa distensión.
De otro lado el ministro de Defensa abordó una serie de nuevos y distintos “riesgos y amenazas” que ostenta el actual y nuevo marco de las relaciones internacionales, “Nos hemos adaptado a la globalización y al resurgir de China como gran potencia, a las nuevas tecnologías y a desafíos tales como el tráfico de seres humanos o el yihadismo internacional, a la amenaza de la proliferación de armas de destrucción masiva, los intentos de desestabilizar nuestro vecindario inmediato del Magreb y también el Sajeb”, en referencia a la Primavera árabe. A esto añade, “Estamos probablemente en uno de esos momentos históricos permanentes, como lo fue el salto de la Edad Media a la Edad Moderna o de esta a la Contemporánea.”
En lo que se refiere a la inserción de España en Occidente y al nacimiento de las relaciones Hispanoamericanas, Morenés declaró que España fue desde largo tiempo, desde 1953 al año 1978, o concretamente desde la firma de los Acuerdos de Cooperación en materia de Defensa con los EE.UU. hasta la aprobación de la Constitución Española, un “apoyo preciso y útil” para afrontar la “amenaza proveniente del mundo soviético”. Añade que, siendo esto así, la diferente estructura política de España esos años “permitía y obligaba” que, siendo aliados de EE.UU., no fuéramos miembros de la OTAN ni de la UE: “se nos veía como una herramienta útil pero no como un socio pleno, como un amigo de plena confianza. La situación en 1953, como es bien sabido, era compleja para todos.”
Otros aspectos destacados por Morenés fueron el actual y progresivo desplazamiento del centro de gravedad de la esfera política mundial del Atlántico al Pacífico, junto a la rápida sucesión de cambios que está experimentando la sociedad actual, cambios que han incrementado el acceso a las nuevas tecnologías y la “proliferación y universalización de los medios de comunicación”. Destacando que tanto es así que asistimos al emerger de “nuevos riesgos y espacios de confrontación, como el ciberespacio”, una parcela considerada de prioridad alta en cuestión de seguridad, según Morenés, “tanto en Washington como en Madrid”.
El ministro Morenés catalogó el actual contexto del panorama de relaciones en el ámbito de Defensa como “muy intensos”. Defiende la existencia de una diagnosis común entre las dos naciones respecto a los “retos a los que nos enfrentamos” y un acuerdo en la forma de considerar los asuntos de seguridad y defensa, reforzado por un ágil cauce de comunicación. “Esta fluidez en la comunicación permite el entendimiento, así coincidimos plenamente en temas como la evolución de la misión militar en Afganistán, la situación de inestabilidad en África o el nuevo enfoque de la defensa antimisil balístico de la OTAN en Europa.”
Respecto al valor que representa España directamente para Estados Unidos, Morenés apunta que se nos considera “un socio fiable, responsable, consciente y correcto para nuestra propia seguridad y para la seguridad internacional.”
Entre las actuaciones más recientes que han relanzado el clima de cooperación entre España y Estados Unidos se ha destacado la autorización del Estado español de “importantes despliegues, tanto permanentes como temporales, de fuerzas americanas en bases estadounidenses españolas”, a lo que el ministro ha defendido que no se trata de “despliegues caprichosos”, si no para afrontar “adversidades y riesgos concretos que es preciso abordar” en materia de defensa y seguridad.
El primero de estos despliegues en la base militar estadounidense de Rota comenzó el pasado 11 de febrero con la llegada del Donald Cook, el primero de los 4 buques destructores AX destinados para la defensa antimisil balístico de la Alianza Atlántica, motivada por la firma de dos protocolos de enmienda del Convenio de Cooperación en Defensa de los Estados Unidos.
El segundo buque de guerra, el Ross, llegará en junio de este año a la base y el resto a partir de 2015.
Ya en abril de 2013, el secretario de Defensa norteamericano solicitó el despliegue temporal durante un año de 500 infantes de Marina y 8 aeronaves en la base aérea de Morón, lo que fue autorizado desde el Consejo de ministros ese mismo mes. Hace apenas 3 semanas se ha prorrogado por un año más esta autorización con un incremento de la fuerza de hasta 850 marines, aumentable hasta más de 1.500 unidades en España. Los medios aéreos para tal fin ascienden, según Morenés, a 12 aeronaves de transporte, cuatro aeronaves de repostaje y otra nave de apoyo.
Estos despliegues de la Marina estadounidense son catalogados por el ministro de Defensa español como “un valor añadido a la seguridad en todo el mediterráneo occidental, en el Magreb, en el Sajeb, de estabilidad en África, actividades contra la piratería en el Golfo de Guinea. Con carácter preventivo y disuasorio” apuntaba Morenés.
Se ha destacado que, pese a que hay aspectos en los que los puntos de vista entre España y Estados Unidos difieren, el capítulo de Defensa es “el más exitoso” del programa de relaciones.
Para concluir el ministro ha explicado que, pese a la tendencia a trazar diferencias entre las llamadas políticas de Estado y las políticas sociales, ambas se “retroalimentan” basándose en que las políticas de Estado, política exterior y defensa, “ garantizan la seguridad, que no hay libertad sin seguridad, al igual que no hay verdadera seguridad si no hay un contexto de libertad”
Tras finalizar el acto de presentación, el hispanista y director del Real Intituto Elcano, Charles Powell adelantó la conferencia “España vista desde Washington: de la dictadura a la democracia”.
El curso “EE-UU-España, 60 años de relaciones (1953-2013)”, se desarrolla entre ayer y hoy en la sede de la Fundación Valentín de Madariaga y tendrá como broche final una visita a la base de Rota el próximo 4 de abril.
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