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28 marzo, 2024
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Nuevo Decano de Filosofía de la UCO: “En dos o tres años vamos a necesitar nuevos espacios”

El nuevo decano de Filosofía y Letras de la UCO.

Ricardo Córdoba de la Llave (Córdoba, 1960) es el nuevo Decano de Filosofía y Letras de la UCO, tras ser vicedecano de esta Facultad desde 2009, y después de ser el único candidato que se presentó para suceder al que ha sido máximo responsable de este Centro universitario de Córdoba durante los últimos ocho años, Eulalio Fernández, en las elecciones decanales celebradas el pasado día 3. Unos comicios en los que el nivel de participación era la única incógnita, al no haber otro candidato, y en los que se registraron 179 votos a favor de Ricardo Córdoba, 41 en blanco y 6 nulos, de los 226 emitidos. De éstos, y de los 62 registrados en el sector A de profesores catedráticos y titulares de Universidad, 38 a favor, 23 en blanco y 1 nulo, de un censo total de 80 docentes; y 92 votos favorables de los 112 estudiantes que participaron en esta votación, el 6,3% del censo de alumnos de este Centro que estaban llamados a votar.

Un nuevo Decano que conoce muy bien esta Facultad, donde se licenció en Geografía e Historia en 1982 y a donde, tras un año en Cáceres como profesor asociado en la Universidad de Extremadura y un año como becario postdoctoral en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, regresó en 1989 para desarrollar una carrera docente e investigadora que le llevó a ser catedrático de Historia Medieval en 2007 y asumir en aquel año la coordinación de Titulación en Experiencia Piloto de las antiguas licenciaturas de Humanidades hasta 2009, en tiempos del decano de Filosofía Joaquín Mellado.

Un puesto desde el que vivió el diseño del paso de las licenciaturas a los Grados, ya que le tocó desarrollar el proyecto, por entonces piloto, de la definición y adaptación de las guías docentes de cara a lo que sería el denominado Plan Bolonia. Ya en 2009, con el decano ahora saliente, entró como Vicedecano de Coordinación Docente, Investigación y Prácticas; cargo desde el que llega ahora al Decanato con el fin último de lograr la “satisfacción de todos” y el reto de la necesaria ampliación del Centro.

¿Cuál ha sido su principal motivación para decidir presentarse a Decano de Filosofía?

Hace ocho años empecé a implicarme en temas de gestión cuando accedí al Vicedecanato, lo que de alguna manera ha sido fundamental para tomar esta decisión, pues sin esta experiencia previa no habría dado el paso, ya que desde el equipo decanal he tenido la oportunidad de conocer en profundidad las distintas comisiones, los órganos de Gobierno y el funcionamiento interno de la Facultad. Así que llegado el fin del mandato de Eulalio Fernández, creo que era un paso natural, que además parte del profesorado esperaba, para poder dar así también continuidad a los proyectos que desde el equipo decanal veníamos desarrollando. Proyectos como el de Córdoba, Ciudad Mundo, un proyecto muy importante en cuanto a lo que supone de imbricación de la Facultad en la ciudad; o desde el punto de vista académico, la implantación de los dobles Grados.

Como ha ocurrido en anteriores ocasiones en otros Centros de la UCO, la existencia de un único candidato a Decano desmotiva la propia participación en las elecciones, sobre todo del sector estudiantil. En este contexto, ¿se esperaba más o menos votos de los alumnos? ¿Y cómo valora el hecho de que más de un tercio de los catedráticos y profesores titulares que se acercaron a votar lo hicieran en blanco, y no respaldaran directamente su candidatura?

Es cierto que cuando solo hay un candidato la participación decae, pero en este contexto yo pienso que el hecho de que votaran 112 estudiantes es una cifra que está bien. Respecto al profesorado del sector A, quizá parte de esos votos en blanco obedecen a que algunos no pusieron expresamente una cruz al lado del nombre en la papeleta, que había que ponerla aunque sólo había un candidato; aunque, lógicamente, otra parte responde a profesores que no están completamente de acuerdo con la gestión que se ha venido haciendo desde el anterior equipo decanal, del que formaba parte, o que no confían plenamente en mi capacidad de gestión. En cualquier caso, el hecho de que no haya surgido otra candidatura en el Centro pienso que significa que hay un sentir de acuerdo, en líneas generales, con la gestión realizada.

Siendo una candidatura de continuidad, ¿qué nuevas ideas y proyectos quiere poner en marcha desde el Decanato?

La Facultad de Filosofía y Letras ha crecido mucho en los últimos años, básicamente por la proliferación de Grados, como el último que se puso en marcha de Gestión Cultural, y en el futuro tenemos previsto el nuevo Grado de Cine y Cultura, para el que ya tenemos el Verifica, pero que aún no sabemos con seguridad si se pondrá en marcha el próximo curso. A ello hay que sumar los nuevos dobles Grados puestos en marcha este año, algunos intercentros, como el de Turismo y Traducción e Interpretación, junto a la Facultad de Ciencias del Trabajo. Así que el principal reto académico que tenemos por delante es que estos Grados se consoliden y ofrecer la docencia con la mayor calidad posible, algo que no sólo depende de la disponibilidad de espacios, sino de diversas cuestiones como horarios, que son complejos de cuadrar, recursos docentes, etc. En definitiva, el objetivo es consolidar la oferta académica existente a todos los niveles.

Respecto a la necesidad de nuevos espacios, ¿en qué horizonte temporal considera que la ampliación de Filosofía será ya imprescindible?

Ricardo Córdoba, nuevo decano de Filosofía, en uno de los patios de la Facultad.
Ricardo Córdoba en uno de los patios de la Facultad.

Creo que en dos o tres años vamos a necesitar nuevos espacios para dar respuesta no sólo al futuro Grado de Cine y Cultura, sino también al desarrollo del resto de los nuevos Grados y al crecimiento de grupos que se está produciendo en determinados casos, como resultado de los estudiantes de otras titulaciones y Centros que se integran en asignaturas diversas que se imparten en Filosofía y Letras, lo que obliga al desdoblamiento de grupos. No obstante, más que necesitar una ampliación en dos o tres años, la propia disponibilidad de espacios nos está limitando desde ya, aunque también tenemos limitaciones por motivos docentes, entre otros, no solo por cuestiones de espacio.

¿Y qué posibles soluciones o alternativas para esta ampliación promoverá como Decano de Filosofía?

Junto a la necesidad de nuevos espacios también cabe la revisión de horarios. Revisión de horarios que no significa cambio de horarios necesariamente, pero sí una reestructuración más ajustada a las necesidades. Respecto a posibles espacios, y ante la imposibilidad de crecer justo en el entorno limítrofe al Centro, existen en nuestro entorno cercano espacios de otras entidades con las que quizá se podría llegar a un acuerdo, como con la sede de la Filmoteca de Andalucía, el Centro Diocesano, el Archivo Histórico Provincial, el nuevo Centro de Arte Contemporáneo C3A… En algunos casos quizá no para un uso continuo, pero sí para el uso de determinados espacios durante horarios concretos, que permitan liberar espacios en la propia Facultad. Por ejemplo, creo que la Filmoteca sería un lugar ideal para impartir algunas asignaturas del nuevo Grado de Cine y Cultura. Como Decano, yo exploraré convenios de este tipo. Todo ello sin perjuicio de la necesidad de un nuevo aulario a medio plazo, para el que me consta hay voluntad y conciencia de su necesidad por parte del rector, Gómez Villamandos.

Otra cuestión que también preocupa al Rectorado, y es común a toda la UCO, es el problema del relevo generacional en el profesorado. ¿En qué situación se encuentra Filosofía y Letras en este punto?

En este punto no estamos muy mal, aunque es cierto que con la crisis y con las limitaciones a la contratación y a la tasa de reposición hemos perdido profesores funcionarios. Ahora somos 80, cuando antes de la crisis eramos más de 110, con una media de edad de más de 50 años. Por contra, en profesorado laboral hemos crecido algo. Lógicamente, el profesorado más novel necesita consolidación y estabilidad, y la Facultad estará con ellos en todo lo que pueda ayudar en la mejora de su currículum y acreditación, promoviendo, por ejemplo, ayudas para estancias en el extranjero, etc. A este colectivo hay que darle tiempo para que desarrolle su formación docente e investigadora. No podemos fallarles, por el apoyo mayoritario obtenido entre los docentes más jóvenes.

¿Y qué medidas tiene pensadas para el profesorado más veterano?

Para los profesores más veteranos tenemos un reto fundamental: formación para la enseñanza on line. Ofrecer formación para virtualizar las asignaturas, o al menos aquellas que puedan ser susceptibles de ello, pues la educación superior on line es parte del futuro y también una oportunidad de crecimiento. Virtualización que va más allá de conocer un determinado programa informático o aparato tecnológico, sino que implica también nuevos conceptos y metodologías.

Iniciativas como Decano de Filosofía para los estudiantes

Por lo que respecta a los estudiantes, ¿qué peticiones le han trasladado y qué nuevas iniciativas quiere poner en marcha para ellos?

Los estudiantes piden espacios y calidad en la enseñanza, temas que ya hemos comentado anteriormente. Espacios e infraestructuras no sólo para impartir las clases, sino también para realizar trabajos en grupo, lugares para comer, etc. Algo que no sólo depende del Centro, pero que intentaremos ir mejorando. En relación a nuevas iniciativas para los alumnos, queremos ofertar determinados complementos formativos en distintos Grados, pensando en las necesidades de salidas profesionales concretas. Unos complementos que son demandados por los propios estudiantes. En concreto, muchos de nuestros alumnos de Historia o Historia del Arte cursan luego el Máster en Profesorado de Secundaria, pero a la hora de presentarse a oposiciones tienen déficit de conocimientos en Historia o Arte, dependiendo del Grado que no hayan cursado. Para ellos, en la optatividad podrían diseñarse algunos complementos formativos. De igual manera, desde el Decanato también apoyaremos las actividades de los estudiantes, no sólo a nivel de cuestiones como la semana cultural, sino también todas aquellas iniciativas relacionadas con la proyección de la vida universitaria, aulas de extensión, etc.

En el conjunto de los estudiantes de la UCO, tradicionalmente los de Filosofía y Letras tienen fama de ser los más reivindicativos, los que más salen a la calle a protestar, los más radicales a juicio de algunos… ¿Qué opina y cómo afrontará como Decano esta singularidad?

Lo veo bien y no creo que vaya a suponer ningún problema. Es más, creo que es un rasgo positivo, y tradicionalmente los estudios de Letras también se considera que fomentan más el espíritu crítico y contribuyen a desarrollar más el concepto de ciudadanía activa y comprometida.

Precisamente, el curso pasado, cuando el intenso debate que vivió la UCO en torno a los cambios en el calendario académico parece que se había apaciguado, los estudiantes de Filosofía y Letras fueron los únicos en seguir mostrando activamente su oposición mediante escritos y concentraciones. Al respecto, ¿qué opina del calendario actual y de cómo ha quedado configurada la convocatoria de septiembre?

Creo que el cambio de calendario ha sido a mejor, en cuanto que supone un cambio que nos acerca al calendario común en la mayor parte de Europa. En este sentido, la adaptación al calendario europeo es muy importante para la internacionalización de la universidad, que también es uno de mis objetivos como Decano de Filosofía. El nuevo calendario de la UCO no me parece mal, aunque sí le hago un critica. El hecho de que se haya modificado pero sin modificar el calendario de acceso a la universidad, con lo que nos siguen llegando nuevos estudiantes procedentes del Bachillerato a mediados de octubre, lo que provoca no pocas disfunciones y problemas.

Por último, y situándonos ya al final de su mandato, ¿qué le gustaría haber logrado como Decano?

La mejora de la calidad para ir consiguiendo una cada vez más elevada satisfacción de los usuarios, ya sean profesorado, personal de administración o estudiantes. Honestamente, ese es el objetivo final que me planteo para mi mandato, junto con el desarrollo de todo lo que he mencionado anteriormente, que todo es importante y forma un conjunto en el que no resaltaría una cosa sobre otra. La búsqueda de la calidad desde todos los ámbitos, desde la docencia, infraestructuras, investigación, administración, biblioteca… De todos aquellos servicios y enseñanzas que presta esta Facultad.


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