El universo imaginado por Margaret Atwood en 1985 y popularizado por la serie televisiva ‘El cuento de la criada’ centró el debate sobre la carrera científica de las mujeres, en el transcurso de la segunda sesión del ciclo ‘Cienciaficcionados’, organizado por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Córdoba, en el que participaron casi 40 personas asistentes. La serie narra un mundo distópico que muestra una sociedad totalitaria, dirigido por una élite tiránica que considera a las mujeres propiedad del Estado. ¿Realmente la organización social de un mundo científica y tecnológicamente hiperavanzado deriva en un regreso a lo primitivo?, fue la pregunta planteada.
En esta ocasión fue Mónica Sánchez, investigadora del grupo HIBRO especializado en Tecnología de los Alimentos, la encargada de abrir el debate, moderado por la periodista Marta Jiménez. La discusión partió de la referencia a estudios que vienen constatando un descenso de la fertilidad masculina y femenina relacionado con la contaminación ambiental y derivó en los efectos que la maternidad y la crianza tienen sobre el ascenso profesional de las científicas.
Falta de medidas paliativas
Así, las diferentes voces que fueron apareciendo en el debate trataron de poner el acento en la falta de medidas que palien los problemas derivados de la interrupción temporal de la carrera científica que puede suponer tener hijos para las investigadoras. En especial, aquellas que para proteger la salud laboral tienen que evitar el paso por el laboratorio.
Las principales demandas de los asistentes fueron encaminadas a que la legislación favorezca la conciliación, pero también y fundamentalmente por una educación de toda la sociedad que facilite la eliminación de los prejuicios personales y familiares que, en ocasiones, frena el desarrollo profesional de las mujeres investigadoras. También se señaló a los hombres investigadores que se les pide colaboración en el establecimiento de un modelo de trabajo en equipo, basado en la colaboración y no solo en la competencia permanente.
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