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29 marzo, 2024
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Cruda realidad

informe de la CRUE

A través de la CRUE, la Academia española se autoexamina (48 universidades públicas y 19 privadas). Lo primero que recuerdan es que el dinero de la Educación Superior es una inversión y no un gasto. Premisa mayor si se quiere garantizar la posibilidad real de su desarrollo. El informe de la CRUE intenta  lavar su mala prensa. Tenemos demasiadas universidades, Andalucía es un ejemplo, pero quien cierra ahora una de ellas. Paradójicamente, las privadas –al menos cuatro– ansían colocarse por aquí. Aunque todas las Casas superiores están a rebosar de alumnos. Desvinculación de las carreras con el mercado de trabajo. La excesiva burocracia que atasca los senderos académicos.  No hay duda que al leer este informe, el nuevo ministro Castell se le puede instalar una cefalea superior.

El acceso universal a la educación superior es un hecho. La clave para ello es el sistema de becas, que combina la economía familiar con la media académica. Aquí, 45.000 estudiantes ha caído por no cumplir la segunda garantía: Una media de notas mínima de 6,5 (aprobado). Se indica una relación directa entre hogares deprimidos y rendimiento del alumno. A menores ingresos del núcleo familiar, peores notas. El dinero de las becas, que es exiguo (2.500/2624€/año + 4.050€ si cambia de residencia),  no alcanza para cubrir el curso; sin contar la enrevesada ruta del dinero becario para que llegue a tiempo. La igualdad de oportunidades hace agua.

Estudiar las carreras con mayores salidas, las tecnológicas, no cubre suficientes demanda; su deserción llega al 49%. Una razón es la alta nota de corte. Mientras las humanidades se quedan secas de letras. No ocurre con la moda de ser periodistas, un mercado en alta depresión de empleo. Una clave del balance entre graduados con empleo y los que no lo encuentran, puede estar en hallar el punto de equilibrio entre estudiantes y ese mercado, además de la adecuación de las carreras a la revolución digital global.

La otra clave, donde don Dinero brilla como un doblón, es la investigación, donde escasean los recursos financieros. Hay esfuerzos notables, pero la punta de la fortaleza de una universidad está en su capacidad de proyectos que suplan a la sociedad al transferir tales hallazgos. Además de la indispensable calidad que otorga a la docencia incorporar las novedades de tales investigaciones en cada uno de los campos del conocimiento científico.

Este XII informe de la CRUE, que repasa en cifras la realidad de la Universidad Española para 2017/2018, da una radiografía que se puede sintetizar en claroscuros de inaplazable revisión. El diagnóstico le viene muy a tono al recién estrenado ministro Castell, quien se propone establecer una nueva Ley de Universidades. La Academia es intrincada, tiene caminos sembrados de trampas, algunos minados, la resistencia al cambio es aquí proverbial. Su dinamismo está instalado desde la Edad Media, es decir piensa mucho, actúa poco. Si este examen es sincero, así lo parece, indica la necesidad de un urgente aggiornamento con la Era de la Comunicación. De eso sabe mucho Castell.

Por Carlos Pérez Ariza
@OraculoCharlie
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