El filólogo, periodista y profesor asociado de la Universidad Carlos III de Madrid David Felipe Arranz ha reunido en su libro ‘Arquitecturas de la ficción’ (Líneas Paralelas, 2014) más de una treintena de artículos que ahondan en el carácter de “morada” y “hogar feliz” de la literatura, con la que “nos construimos una vivienda para protegernos del mundo exterior, a veces tan difícil”.
Arranz, director también de ‘El Marcapáginas’ en Gestiona Radio, dispone de temas y obras cuya apariencia dispar transparenta un canon personal que une ocio y didactismo y que define una elección personal: la de vivir en “el sólido edificio de la literatura”.
Por las páginas de ‘Arquitecturas de la ficción’ desfilan análisis sobre autores de la literatura universal como Denis Diderot, el Marqués de Sade, Edgar Allan Poe, Alfred Tennyson, Dostoievski o Ken Follett o grandes nombres de las letras hispánicas, como Diego de Torres Villarroel, Jovellanos, Mariano José de Larra, Miguel de Unamuno, Luis Cernuda, Edgar Neville, Miguel Delibes o Francisco Umbral.
También hay artículos dedicados a las mujeres pioneras de la investigación como Oliva Sabuco, Marie Curie y Dolors Aleu; o incluso de figuras destacadas de la política estadounidense como Abraham Lincoln o Martin Luther King. Además, la música tiene su lugar a través de la “metafísica resonante” de Richard Wagner, fruto de la confluencia de la música operística y las leyendas.