El rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, firmó ayer con los representantes de la empresa UTE Alberca Proyectos-Inversol Andalucía-Construcciones Tejera el contrato para la construcción de la residencia universitaria y posterior explotación en régimen de concesión
Acompañado por el gerente, José Antonio Salinas, y la vicerrectora de Infraestructuras, Isabel Román, Molina da inicio a la obra que contará con una inversión total de 8.542.493,83 euros de los cuales dos millones de euros serán financiados por la Universidad.
Se prevé que la residencia se ponga en marcha a comienzos del curso 2016/17. La Universidad tendrá a partir de entonces la disponibilidad de un total de 40 plazas gratuitas por curso académico, todas ellas a pensión completa. El precio mensual por plaza con dietas incluidas será de 650 euros.
Las habitaciones estarán equipadas con aseo propio, un área de estudio, voz y datos, wifi, toma de televisión, climatización y agua caliente. Los espacios comunes serán salas de estudio, de informática, biblioteca, salas de TV, zona de juegos de salón, lobby, gimnasio y una cafetería. El proyecto incluye, asimismo, lavandería abierta a los residentes, almacenes, aseos comunes y enfermería. La residencia tendrá seis plantas más bajo y situará en los niveles más bajos los servicios comunitarios como, por ejemplo, la biblioteca, salón de actos, la sala polivalente y los servicios de comedor y cocina.
“La residencia universitaria ayudará, además, a responder a las exigencias de internacionalización y movilización de la UAL y servirá también para el desarrollo de una política activa de becas para estudiantes que contemplará tanto alojamiento como manutención y que supondrá un firme apoyo a las políticas públicas que ayudan a la incorporación de estudiantes a la universidad” publica en el comunicado la Universidad.
Los dos millones de euros aportados por la UAL se recuperarán previsiblemente en un plazo de siete años a través del sistema de becas de los alumnos, que ocuparán las 40 plazas de la futura residencia a través de las llamadas ‘becas de alojamiento’.
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