La Universidad de Granada ha publicado un trabajo que revela que las cien empresas internacionales más extendidas del mundo contaminan más por empleado que sus respectivos sectores industriales, al mismo tiempo que, paradójicamente, desarrollan más informes medioambientales voluntarios que la media de sus respectivas industrias.
Este estudio, dirigido por Alberto Aragón, catedrático de Organización de Empresas, ha sido publicado en la prestigiosa revista de investigación Academy of Management Perspectives, una de las diez mejores del mundo dentro del ámbito de los negocios.
La metodología seguida se ha basado en analizar los datos de más de 16.000 empresas en distintos países y actividades, para comparar así las cien empresas más internacionales del mundo con la media de sus industrias desde el año 2006 hasta el 2012 y con una muestra de cien empresas similares a cada una de las multinacionales pero menos internacionalizadas que los investigadores identifican por un procedimiento denominado ‘matched pairs’.
De este modo, los resultados son completamente opuestos a la percepción de que las empresas más respetuosas con el medio ambiente son aquellas que publican más información relativa a su actividad relacionada con ello. Al mismo tiempo, el trabajo deja abiertos algunos interrogantes sobre los factores que llevan a las empresas internacionales a dar más información sobre ellas mismas.
“Parece que la presión social sobre las empresas más internacionales, que suelen ser multinacionales con marcas bastante conocidas en todo el mundo, les ha llevado a dar más información sobre su impacto, pero no ha sido suficiente para una mejora apreciable en el mismo”, explicó Alberto Aragón.
Las empresas y su impacto medioambiental
La importancia de estas empresas radica en que estas gozan de un impacto mayor que las empresas locales, siendo de especial controversia el desarrollo de sus actividades de ventas y producción en diferentes países. Debido a ese carácter internacional pueden acogerse a las legislaciones de aquellos territorios menos exigentes para desarrollar su actividad.
Por todo ello, los cambios climáticos y el aumento de la contaminación producidas en algunas ciudades han llevado a preguntarse cómo las empresas se relacionan con el medio ambiente, para lo cual han respondido a estas dudas con informes medioambientales propios, proclamando sus avances en la materia.
Dos perspectivas opuestas
Los resultados alcanzados han hecho mostrar su preocupación a algunos colectivos ecologistas exigiendo un mayor compromiso, pues han visto reforzadas sus sospechas acerca de estas empresas y como la publicación de información medioambiental se trata de un máscara para aparentar su interés en el tema.
“Estos colectivos se han referido incluso a la posibilidad de que algunas de las empresas multinacionales estén desarrollando el llamado ‘green-washing’, consistente en hacer cosas simbólicas que te hagan parecer más respetuoso con el medio ambiente de lo que en realidad eres”, comentaba Nuria Hurtado, autora también de la investigación.
En contraposición, las asociaciones empresariales ven en estos resultados un compromiso de transparencia de las empresas internacionales, al valorar ellas las dificultades para desarrollar prácticas avanzadas en temas medioambientales cuando la regulación en cada país es diferente y los gobiernos no imponen correctamente una regulación clara de referencia.