Hay libros que no han sido creados para la lectura. Existen libros que se hicieron para escucharlos y mirarlos. Ese es el caso de ‘Más allá de mis canciones’, el primer libro del cantautor gallego Andrés Suárez. Por sus páginas resuenan acordes y se recrean bellas imágenes de historias de amor con todo tipo de finales. Con Galicia siempre presente Andrés Suárez recorre algunas de sus canciones más icónicas ofreciendo a los lectores una intrahistoria hasta ahora desconocida. Más allá de mis canciones no es un libro al uso, al lector se le recomienda para disfrutar al completo de este pedacito de la historia de Andrés Suárez ponerse de fondo las canciones que se van recorriendo en sus páginas. De todo esto y más hablamos con el músico a su paso por Málaga.
Andrés es gallego y los buenos gallegos llevan consigo su tierra allá dónde estén. Con él llegó la lluvia a Málaga y así, tras un café cargado y a su lado su guitarra comenzó a rememorar su historia. Los pedazos de una vida que ahora, además, de en su memoria viven en ‘Más allá de mis canciones’. “Es un libro tan raro que me encanta”, reconoce orgulloso Suárez y es que no le falta razón. Andrés no es el único padre de esta criatura que va ya por su segunda edición. Junto a las palabras del gallego se mezclan la de autores tan conocidos como Victor Manuel, Juan José Téllez, Rozalén, Nace o Javier Ruibal entre otros.
Más allá de las canciones que duelen
“Yo nunca había escrito nada que no fuese una canción”, sentencia Andrés que ha aprendido a enfrentarse al papel en blanco de otra manera. Andrés sabe que cuando escribe una canción el tiempo es el que es, “tienes tres, cuatro, cinco minutos, no más. Salvo Extremoduro que hizo una de 32”, explica al hablar sobre esas diferencias existentes entre la hoja en blanco a la que se enfrenta el que compone canciones y el que escribe libros.
“Tenía esa obsesión de espacio tiempo”, reconoce mientras pega un sorbo al café negro que calienta sus manos mientras fuera cae la lluvia. Su primera aproximación a la prosa llega cuando su amigo Victor Manuel le pide que le escriba el prólogo de su libro. Reconoce que fue entonces cuando “por primera vez me veo infinito ante el papel”. De ahí surgió el germen de plasmar 15 momentos de su vida en algo más que en música.
“Es un libro que con la prosa poética que tenga y mi memora fiel describe 15 momentos que a mí me marcaron”, así define Suárez este libro que de alguna manera tiene mucho de autobiografía, no al uso porque ‘Más allá de mis canciones’ es atípico. Esos momentos de su vida vienen definidos por sus propias canciones: ‘Tengo 26’, ‘Vuelve’, ‘Pequeña historia de Marina’, ‘Si llueve en Sevilla’, ‘La vi bailar flamenco’…
“A mí escribir ‘Tengo 26’ me dolió”, explica “las canciones que duelen son las de verdad y hay muchas de esas dentro de estas 15”. Algo que queda claro cuando se leen los textos breves que acompañan a cada una de las canciones. Lo difícil para Andrés no fue seleccionar los temas que aparecerían en este primer libro sino
“recordar los momentos oscuros y difíciles de mi vida. Son cosas que viví, puede que Walt Disney nos haya hecho mucho daño, pero soy así de intenso y me marcan esas canciones que escribo”
Más allá de las ilustraciones de Marta
No todo es texto y fotografía en ‘Más allá de mis canciones’. Las ilustraciones de Marta Bellvehi acercan a los lectores desde otra perspectiva a los temas que se recogen. Sus trazos y colores guardan una sensibilidad especial, muy cercana a las canciones de Andrés. Desde fuera podría decirse que música y pintura se creaban de forma simultánea de las mismas historias.
“Mucha gente piensa que Marta y yo somos amigos desde hace tiempo”, sonríe Andrés ante el equívoco. Gonzalo Albert, el editor, le mostró el trabajo de Bellvehi y a Andrés le gustó su “luminosidad y ese choque con mi tristeza pasada me encantaba”. De hecho, hasta la presentación del libro que se llevó a cabo en Barcelona Andrés y Marta no se habían visto en persona.
Todo el trabajo en conjunto entre ambos se hizo a través de una videoconferencia. “Durante casi tres horas yo le expuse el motivo de cada canción, así estuvo tomando notas y así hizo esta obra de arte”, sentencia satisfecho del resultado final. Así queda aún más claro que este libro es más un puzzle en el que muchas manos han puesto parte de su tiempo y su esfuerzo desde la distancia. “Es tan raro que me encanta”, finaliza Suárez.
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