Pastillas para dormir
Así, los hipnóticos son las pastillas para dormir más utilizadas por la comunidad médica para tratar los problemas de insomnio. En este sentido, se utilizan las benzodiacepinas y los análogos a las benzodiacepinas, de semivida corta, media y larga, todos ellos con propiedades útiles y diferentes posibilidades de uso. No obstante, son fármacos que se pueden volver en contra cuando no se utilizan como es debido, ha manifestado Alejandro Guillén Riquelme, experto de la Cátedra de Investigación del Sueño del la UGR- Grupo LoMonaco.
También se utilizan con frecuencia antihistamínicos, la valeriana, Valium y la melatonina, que ayudan a restablecer el ciclo de sueño-vigilia y generan propensión al sueño. No obstante, en algunos casos éstos producen una relajación muscular que favorece el sueño. Por ello, los expertos manifiestan que las benzodiacepinas y los análogos a las benzodiacepinas, así como el Valium, son los que presentan un mayor porcentaje de dependencia y el principal síntoma sería que la persona no pueda conciliar el sueño sin el consumo de dicha medicación.
Ansiedad
Además, los usuarios pueden sentir unos mayores niveles de ansiedad durante el día al pensar que esa noche se va a dormir sin medicación. “Siempre que se quiere retirar el tratamiento debe consultarse al especialista correspondiente, ya que dependerá de la tolerancia y la dependencia del paciente generada ante el fármaco. Y la retirada, en muchas ocasiones, se realiza de forma gradual, es decir, se reduce la dosis progresivamente durante un tiempo para que no la persona no sufra dependencia”, ha apuntado Guillén Riquelme.
En algunos casos, la retirada abrupta va a generar también dependencia y la reaparición de los problemas para dormir. Por este motivo, la interrupción de estas pastillas siempre necesitará la supervisión de su médico. Los principales efectos indeseados de la ingesta de fármacos para dormir a largo plazo son la dependencia y la necesidad de consumir una mayor cantidad. Además, en algunos casos, el consumo continuado de algunos de estos fármacos puede agravar problemas renales.