La Universidad Pablo de Olavide ha abierto el plazo para solicitar las 15 parcelas disponibles de las 55 que forman parte de los huertos ecológicos y sociales del campus, un proyecto que comenzó a gestarse en el año 2012 y que desde el año 2013 funciona a pleno rendimiento.
Los interesados deben formar un grupo de un mínimo de cuatro personas, todos ellos miembros de la comunidad universitaria de la UPO, y escribir un correo electrónico solicitando la parcela a la dirección huertosupo@upo.es. Si algún interesado no tiene grupo puede formarlo con otras personas que estén en lista de espera y no tengan grupo o bien sumarse a alguna parcela que esté interesada en ampliar su grupo. La cuota de entrada son 35 euros por parcela.
Formación sostenible
Los huertos de la Universidad Pablo de Olavide ocupan un terreno junto al edificio Celestino Mutis de 2.000 metros cuadrados, divididos en 55 parcelas de 25 o 50 metros cuadrados cada una.
Actualmente es un proyecto consolidado en el que participan estudiantes, personal de administración y servicios y profesorado, quienes disfrutan de los beneficios sociales, culturales, económicos, educativos y medio ambientales que generan este tipo de instalaciones, características que lo convierten en una actividad muy demandada e idónea para todos los públicos.
Además, en el año 2015, CEI CamBio, en colaboración con la Asociación Ecocultural “Huerto de la Cora” (Jaén) y la Asociación Vecinal “Fuente de la Reja” de Pegalajar (Jaén), pusieron en marcha el Área de Recursos Agroecológicos de origen Americano “Celestino Mutis”, una superficie de 2.500 metros cuadrados ubicada junto a los huertos de la UPO que se ha convertido en un espacio de investigación, conservación y difusión de especies de alto valor etnobotánico así como un escenario dedicado a la formación agroecológica.
Tanto este espacio como el huerto refuerzan el carácter y la dimensión ecológica del campus de la UPO. Ambos espacios forman parte de un proyecto global, donde se desarrollan de manera conjunta actividades abiertas a toda la sociedad, que van desde una práctica agrícola concreta, una actividad formativa ambiental o una puesta en valor de algún elemento del patrimonio biocultural tanto en la UPO como en los lugares de trabajo e investigación de las asociaciones colaboradoras.
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