La Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas (CNDFME) celebra estos días su asamblea general en la Universidad de Málaga, donde estarán presentes los responsables de cada facultad para tratar los problemas que afectan de lleno a la docencia e investigación de su área. Así, desde ayer jueves 4 de octubre y hasta este sábado, está programada una apretada agenda con diferentes sesiones y exposiciones que contarán con la presencia de autoridades sanitarias, científicas y políticas.
En la inauguración de la Asamblea, en el Rectorado de la UMA, estuvieron presentes el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, Pablo Lara, anfitrión de la reunión en la que estuvo acompañado de la consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía, Lina Gálvez; la viceconsejera de Salud, Isabel Baena; Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional; el vicepresidente primero de la Organización Médica Colegial, Tomás Cobo y la vicerrectora de Personal Docente e Investigador de la UMA, Yolanda García Calvente. También ha dado la bienvenida a la ciudad su alcalde, Francisco de la Torre.
Sobre la problemática del relevo docente, desde la Junta de Andalucía Lina Gálvez ha defendido ante los decanos el programa ‘María Castellano’, que facilitará el acceso a la carrera docente e investigadora de profesionales jóvenes que trabajan en el sistema sanitario público andaluz. Gálvez ha subrayado como “la iniciativa sirva de modelo para el resto de universidades del país porque éste es un problema a nivel nacional y al que desde Andalucía ya hemos comenzado a darle solución”. Por su parte, ante la falta de futuros docentes en Medicina, Pablo Lara quiso resaltar que:
“no enseñamos como sabemos, sino como podemos”
achacando esta falta de vocaciones docentes al déficit acumulado del profesorado vinculado, los criterios de acreditación de la ANECA y a la necesidad de hacer atractiva la carrera académica para los profesionales clínicos.
También se señaló entre las preocupaciones de los responsables de las Facultades de Medicina, el aumento del número de centros, el cual ha pasado de 28 a 42 en tan solo una década, “una cifra que provoca un desequilibrio creciente entre la oferta de plazas MIR y el número de aspirantes”, señalaba Lara.