La carrera electoral por el rectorado de la UGR ya ha comenzado; y es que a pesar de que aún no se hayan convocado las elecciones de manera oficial, los candidatos ya han dado el pistoletazo de salida a sus respectivas campañas.
En estas elecciones, el puesto a rector de la Universidad de Granada se disputará entre dos candidatos. En un lado Indalecio Sánchez-Montesinos, catedrático en Anatomía y Embriología Humana y decano de la Facultad de Medicina.
Sánchez-Montesinos, que ocupa su cargo desde 2012, se presenta a los comicios con una visión clara de cambio, entre lo que podemos encontrar una rotunda negación al decreto 3+2 propuesto por el Ministro José Ignacio Wert; una remodelación de los valores de la Universidad y una clara intención de “acabar con el régimen de poder de la UGR”, entre otras propuestas que verán la luz próximamente.
En la oposición se encuentra la catedrática del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, quién propone un “proyecto consensuado, sólido y transformador para la UGR“.
Aranda, docente en las facultades de Farmacia, Ciencias del Deporte y en el Aula Permanente de Formación Abierta, afirma en su página web estar comprometida con la universidad a partir de un gobierno abierto y participativo, con la transparencia y la autonomía de esta institución y con las personas que forman parte de ella; entre otras cosas.
Próximamente verán la luz las proposiciones que ambos candidatos hacen a la comunidad universitaria y será entonces cuando la universidad granadina se verá inmersa en una carrera contra reloj por el título de rector para los próximos cuatro años. Una carrera que esperemos centre sus debates en los temas que, actualmente, más preocupan a la comunidad universitaria; como son el decreto 3+2, la internacionalización, investigación, especialización, infraestructuras universitarias, el traslado al Parque Tecnológico de la Salud; entre otros asuntos.
Estos comicios rectorales son de los más importantes que se producen en la comunidad universitaria andaluza, ya que se trata de la universidad con mayor número de miembros, más de 70.000 entre estudiantes, docentes, investigadores o personal de administración y servicios con una amplia proyección nacional e internacional y altos niveles de productividad científica e investigadora. Unida a la Universidad de Sevilla, hablamos de que reúnen a casi la mitad de la comunidad universitaria de Andalucía.