La Universidad Pablo de Olavide ha sido la sede en el día de hoy del XVI Encuentro Estatal de Defensores Universitarios en el que se han dado cita 51 universidades españolas. Durante la inauguración oficial se ha destacado en todas las intervenciones el papel que desempeñan en el actual contexto de crisis “defendiendo los derechos de la comunidad universitaria”.
El encuentro ha sido inaugurado por los rectores de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, y de la Pablo de Olavide (UPO), Vicente Guzmán Fluja, junto a la presidenta de la Conferencia Estatal de Defensores Universitarios, Carmen Carda, y el Defensor Universitario de la UPO, Eduardo Gamero.
El defensor de la UPO, que ha ejercido de anfitrión con sus compañeros, ha sido el primero en tomar la palabra exponiendo que la misión de esta figura es velar por el respeto a los derechos y libertades de profesores, estudiantes y personal de administración y servicios. Así, ha afirmado que “la Defensoría Universitaria constituye ante todo y sobre todo una misión de servicio. Una misión que se centra en el tratamiento con personas, no como números, sino como personas, como seres humanos”. Asimismo, expuso que “es precisamente ahora cuando somos más necesarios, cuando debemos empeñarnos en sacar lo mejor de nosotros mismos para buscar soluciones imaginativas que permitan a las personas que confían en nosotros y en nuestra mediación llevar con dignidad su paso por la Universidad, con pleno respeto de sus derechos”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Sevilla ha valorado el papel de los Defensores Universitarios ya que “podemos sentirnos orgullosos de ellos, por su dedicación y entusiasmo en unos momentos tan difíciles como los que estamos atravesando”. Ramírez de Arellano ha alabado la camadería que existe entre las dos universidades públicas sevillanas, un hermanamiento que “debe ser ejemplo para estas figuras también, Defensores que estamos seguros que realizan una labor inigualable en la defensa de esta universidad pública”.
La Defensoría Universitaria constituye ante todo y sobre todo una misión de servicio. Una misión que se centra en el tratamiento con personas, no como números, sino como personas, como seres humanos
Asimismo, Guzmán Fluja ha considerado que “la utilidad de la Defensoría Universitaria es incuestionable y debemos reivindicar su papel y proyectarlo hacia fuera, como un ente a seguir”. El rector de la Pablo de Olavide ha apuntado que “podemos mejorar el sistema universitario, solidarizarnos con nuestra sociedad, de la que formamos parte, pero no debemos renunciar a la excelencia que hemos conseguido en las universidades públicas españolas”.
También ha intervenido la presidenta de la Conferencia Estatal de Defensores Universitarios que ha destacado la importancia de la celebración de este tipo de encuentros “en los que podemos formarnos y debatir temas fundamentales para que volver a nuestras respectivas universidades siendo mejores”.
Tras la inauguración oficial, los Defensores Universitarios se dispusieron en diferentes mesas de trabajo para tratar temas como los recortes, las becas, los problemas más comunes en las universidades, etc. Para finalmente dar paso a la conferencia pronunciada por Adelaida de la Calle, rectora de la Universidad de Málaga (UMA) y presidenta de la CRUE, que ha analizado la situación universitaria actual.
Adelaida de la Calle ha recalcado la necesidad de “cambio en las universidades, pero cambios constructivos que mejoren nuestras instituciones y mejoren su practicidad”. La rectora de la UMA y presidente de la CRUE ha insistido que “el papel de los Defensores Universitarios se hace imprescindible en momentos como los actuales, una situación en la que debemos ser el motor económico y social que contribuya al cambio de la sociedad”. Un cambio “que pasa por la búsqueda de la autenticidad e identidad propia de las universidades reformulando el sistema pero hacia la excelencia”.
Tras su intervención se ha realizado un motivo homenaje a los recientemente fallecidos Montserrat Casas, Defensora Universitaria de la Universidad de las Islas Baleares, y posteriormente, rectora de la misma Universidad y presidenta de la CRUE, y a José Luis Alonso, Defensor Universitario de la Universidad de Zaragoza.
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