Una propuesta personal seria y decidida de aprender idiomas es algo que a cualquier ciudadano nos puede reportar muchos beneficios. Sirve, ante todo, para comunicarse con más gente y conocer otras costumbres y formas de vida, para desenvolverse en otro país y para saber acoger al que viene de fuera, para comprender al otro y para, posiblemente, comprendernos mejor a nosotros mismos; es una forma privilegiada de, por ejemplo, vivir la experiencia de un viaje de manera más intensa. Saber un idioma nos capacita, en definitiva, para acercarse al conocimiento de esa extraña maquinaria interior -el lenguaje es pensamiento- que mueve el devenir de otras culturas.
En nuestro caso, miembros de la comunidad universitaria, profesorado, estudiantes, personal de administración, el reto de aprender un idioma es doblemente fascinante. Es, para todos nosotros, gentes a las que nos une el placer de saber y continuar intentando saber, una herramienta para potenciar el aprendizaje, para seguir formándose, para investigar y para compartir proyectos de trabajo en un contexto marcado cada vez más por la internacionalización y la movilidad.
Los centros universitarios de Lenguas quieren ser en nuestras universidades andaluzas una palanca para incrementar la necesidad ineludible de adquirir competencias multilingüísticas y validar su acreditación para acceder a oportunidades laborales y académicas.
Los miembros de esta comunidad de aprendizaje en la que debe convertirse un Centro de Lenguas, alumnos, profesores, administración y dirección, debemos poner todo de nuestra parte para crear un contexto más abierto, cooperador y participativo del aprendizaje de lenguas extranjeras.
Estos centros universitarios están obligados a convertirse en los principales referentes del aprendizaje lingüístico por calidad de enseñanza, flexibilidad y capacidad de adaptación de sus programas. En cuanto a la acreditación del aprendizaje, hoy en día cuentan con las instituciones internacionales más prestigiosas del mundo en la enseñanza de idiomas, gracias a los acuerdos y convenios ya firmados y a otros nuevos que se plasmarán en un futuro inmediato. El Marco de Referencia Europeo nos marcó unos niveles y establecimos un primer punto de partida. Hoy, afortunadamente, la concienciación se traslada a toda la sociedad y, los jóvenes empujan con fuerza hacia esos otros niveles de mayor conocimiento idiomático.
Actualmente, nuestras universidades están trabajando en un proyecto global e integrado de acreditación lingüística de amplio reconocimiento y validez para todos sus estudiantes. Aprender idiomas es algo que ha venido para quedarse. Así que lo más importante está por venir.
por Mª Loreto Cantón Rodríguez
Directora del Centro de Lenguas de la UAL
@loretocanton