Ayer mismo comenzaba la Selectividad 2018, bautizada ahora como Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU), en la Universidad de Almería y en el resto de Andalucía. Una jornada que transcurrió con los habituales nervios por parte de numerosos estudiantes, pero sin sobresaltos. Y es que, especialmente las primeras horas, “son las de más nervios, pero una vez pasado el arranque, cuando los alumnos ya ven los exámenes, esos nervios se van a menos”, aseguraba Manuel Gámez, director del Secretariado de Acceso y Relaciones con Enseñanzas Medias de la UAL. Situación, cuando ya se ven frente al papel, donde los alumnos “comprueban que realmente el trabajo lo han hecho en los centros y vienen perfectamente preparados”.
De este modo, con un espléndido ambiente en los Aularios I y II de la institución almeriense, así como en las otras cinco sedes repartidas por la provincia (Roquetas de Mar, El Ejido, Huércal-Overa, Albox y Adra); Gámez resaltaba con un tono tranquilizador hacia los futuros universitarios que, pese a todo, “les resulta, entre comillas, fácil”, desdramatizando el momento de afrontar la Prueba de Evaluación de Acceso a la Universidad.
La Selectividad 2018 en datos
Según las cifras ofrecidas por Manuel Gámez, este año hay 3.110 alumnos matriculados, “por lo que cabe resaltar que son casi 400 más respecto al anterior”. Estudiantes de los que 200 se presentan para subir nota “en la fase de Admisión, al no haber llegado en 2017 a la puntuación que necesitaban para conseguir plaza en la carrera que desean cursar”, y 75 proceden de Ciclos Formativos Superiores. El resto son de Bachillerato.
Incremento de alumnos, posiblemente la circunstancia más destacable de esta edición, que provocó que al principio de la jornada se viesen “un poco desbordados”, pero la todo transcurrió con total normalidad “gracias al equipo de profesores y al gran equipo que hay dentro de la Sección de Acceso de la Universidad de Almería”, señalaba Gámez. Por lo demás, no se registraron mayores incidentes al margen de “alguna pegatina que no coincide, algún niño que viene sin el DNI, los estados de nervios y lo habitual”, comentaba. Pero siempre con la máxima de que “la UAL lo que trata es de quitarles toda esa tensión a los chavales” pues “todo se corrige, todo se soluciona buscando lo más fácil para el alumno”, remarcaba el director de Acceso.
Exámenes y correcciones
Mañana jueves tendrá lugar la última jornada de Selectividad 2018 tras tres días de pruebas (12, 13 y 14 de junio). Un reto académico para los estudiantes, que comenzó ayer con las pruebas de Lengua, Idioma e Historia de España, cuyas calificaciones de todas las pruebas saldrán el próximo 21 de junio. Lo que dará pie poco después al inicio de los procesos de preinscripción en las titulaciones que deseen cursar los alumnos.
“Esperemos que nosotros nos ocupemos de ellos, y que el año que viene los veamos por aquí para formarlos”, matizaba Manuel Gámez al señalar también que en la Universidad de Almería “se trabaja para que la oferta educativa de la UAL sea mayor, aunque ya es bastante amplia”, y resulte atractiva para quienes realizan la PEvAU en la UAL.
Por supuesto, y tras lo sucedido en Extremadura, era casi obligatorio preguntarle a Manuel Gámez por las garantías que tienen los estudiantes para que una situación así no pase en Almería, ni en Andalucía, y no tengan que repetir sus exámenes por un fallo humano o técnico. En este sentido, Gámez señalaba que se cuenta con “una maquinaria muy perfeccionada” en todo este proceso ya que los exámenes “hasta que se reparten están muy bien protegidos, al menos en el Distrito Único Andaluz”.
De este modo, el proceso no admite trampas y en ese sentido Gámez ha sido rotundo al señalar que “hasta que no pasa media hora, no sale ningún examen, y antes se custodian de manera que no se pueda acceder a través de redes; me atrevo a decir que, tal y como está montado el sistema, es imposible que haya algún problema”.
Compartir