Rosa Berganza ha elegido cerrar la campaña electoral en su casa, el campus de Fuenlabrada, donde ejerce como catedrática de Comunicación política. Sin embargo, la respuesta no ha sido la esperada, con un salón de actos con bastantes sillas vacías (puede que influyera la hora, 16: 00). Rosa Berganza ha incidido en su discurso de que la Universidad debe cambiar su modelo de gestión, sentenciando que “no somos excelentes- ha asegurado- hay mucho que mejorar”, en alusión a las palabras pronunciadas por Javier Ramos en la entrevista con Aula Magna, donde destacaba la “excelencia” de la institución.
En declaraciones a Aula Magna, la candidata a rector de la URJC ha destacado que le hubiese gustado “una campaña más larga para poder ir a más sitios”. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora que me ha permitido conocer la Universidad” y pase lo que pase el martes, “seguiré escuchando a la gente y defendiendo la idea de Universidad en la que creo.” Berganza confía además en que será una “votación reñida” por los muchos apoyos que ha notado estos días.
En Fuenlabrada, como ya hiciera en días anteriores, ha vuelto a orientar sus palabras hacia “otro modelo de Universidad es posible, apostando por un modelo integrador para la Institución y por otro tipo de gestión”. Así, en palabras de la catedrática “si seguimos con la actual, y si Javier Ramos es elegido Rector y no la cambia, vamos camino de la desaparición”. En esta línea ha afirmado también que hay “distintos ámbitos políticos” que buscan esta desaparición de la URJC pero no ha especificado cuáles. En su último acto, Berganza ha aprovechado para cuestionar la gestión del presupuesto de la URJC. “Tenemos superávit para comprar un edificio ocupado por nazis, pero no, por ejemplo, para que haya libros en las bibliotecas”, asegura. Además, ha señalado su implicación con el personal administrativo y docente queriendo “mejorar la situación de todos”.
El ‘copia-pega’ de su programa, un duro revés en la campaña
Adjetivos como integridad, honestidad y honradez han sido básicos en sus argumentos estos días. Sin embargo, el pasado jueves día 9 saltaba en los medios la denuncia de una posible réplica íntegra de su programa electoral emulando al de David Ramos, candidato a rector en las anteriores elecciones. En Fuenlabrada, como ya ocurriera el pasado viernes en Móstoles, nadie ha cuestionado a la candidata sobre este asunto. Parece que ha bastando sus palabras donde explicaba que su programa abierto donde recogía diversas propuestas de otros candidatos.
Con una candidatura “por libre, fuera de ningún bando”, Berganza ha hecho una apuesta por otra forma de gestionar la institución, motivada según sus palabras, por “responsabilidad moral”. “Me niego a asistir indolente a la destrucción de nuestra institución”, ha repetido en constantes ocasiones. De ahí la necesidad de presentarse a unas elecciones en cuyo inicio de campaña reconocía “partir con pocas posibilidades de ganar” pero en las que poco a poco ha ganado confianza, también según sus palabras “por el apoyo recibido estos días”. El carácter “continuista con el anterior rector” de su rival en estas elecciones ha sido uno de sus puntos clave de campaña y en él ha centrado parte de sus exposiciones. Por el contrario su candidatura la ha presentado bajo el sustento del cambio como base para “construir un futuro”. De cara a las votaciones del próximo 15 de febrero se ve con “muchas posibilidades de ganar. Partí con la sensación de que no tenía opciones, pero en estos días he visto el apoyo de mucha gente”.
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