La tarde de ayer martes llenó el Jardín Botánico de la Universidad de Málaga de decenas de acentos e idiomas de todas partes del mundo con motivo de la recepción de bienvenida de los alumnos extranjeros. Con una fiesta organizada por Welcome to UMA estuvieron presentes en el acto el rector estuvo acompañado por el teniente de Alcalde delegado del Área de Derechos Sociales, Buen Gobierno, Transparencia, Turismo y Promoción de la Ciudad, Julio Andrade; el delegado provincial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Mariano Ruiz; representantes de los cuerpos consulares de Portugal, Estado Unidos, y Armenia; así como miembros del equipo de gobierno de la UMA, encabezados por decanos y directores de centro y miembros del profesorado y personal del Centro Internacional de Español.
Tal y como señaló Andrade, en Málaga conviven 150 nacionalidades, haciendo de la ciudad un lugar “maravilloso donde estudiar y disfrutar”. Una referencia en la que también estuvo de acuerdo Mariano Ruiz, quien subrayó que “vosotros hacéis de los campus malacitanos los más cosmopolitas”. En su turno de intervención, José Ángel Narváez aprovechó para señalar cómo “la movilidad es la mejor vacuna contra los nacionalismos y la mejor herramienta para abrir las fronteras”. En esta línea, Narváez recalcó como gracias a la movilidad los estudiantes de todo el mundo, con becas como las Eramus, tienen “la oportunidad de estudiar y de conocer otras culturas, algo fundamental en la formación de todas las personas”. De esta forma, la Universidad de Málaga ha dado la bienvenida a casi 1.500 estudiantes, procedentes de 53 países.
Tras los discursos, el rector de la UMA hizo entrega junto al director de la Escuela de Arquitectura, Carlos Rosa, del premio al diseño del escenario de la Jornada de Recepción, que recayó en Ángel Ramos. Posteriormente, Narváez hizo entrega de los diplomas acreditativos a los grupos de estudiantes del Centro Internacional de Español.
Finalizada la parte protocolaria, comenzó la fiesta de bienvenida, donde los estudiantes pudieron disfrutar de los grupos de música Mochingo Blues Band y Malpaso, quienes ambientaron una noche donde las fronteras se difuminaron a favor de la convivencia y la formación intercultural.