Los terremotos son un elemento de la naturaliza casi impredecible y que en las ciudades que no están preparadas para soportarlos producen efectos devastadores. Así ocurrió en Lorca en 2011 cuando un terremoto provocó importantes destrozos en esta localidad murciana. Para evitar que estas terribles consecuencias se repitan en otros lugares, o en la propia Lorca, un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) está desarrollando un nuevo estudio para analizar la vulnerabilidad sísmica de las ciudades.
El terremoto de Lorca fue un serio aviso para nuestro país, de ahí que el Grupo de Investigación en Ingeniería Sísmica de la UPM comenzara a trabajar en un estudio que pueda servir para prevenir los efectos de un terremoto. El elemento donde se puso el foco de atención fueron los llamados parámetros urbanísticos; es decir, los modificadores urbanos como casas, edificios y demás construcciones que puede tener una ciudad. El objetivo del estudio es analizar la vulnerabilidad sísmica de las ciudades en relación con estos parámetros. Una vez calculada dicha vulnerabilidad, se podrán medir también cuáles serían los daños producidos por un terremoto en esa zona y, en consecuencia, establecer unas medidas de prevención adecuadas.
El principal problema con el que se encontró el grupo es que la metodología actual no sirve para buscar esa prevención. Como destaca Sandra Martínez Cuevas, una de las investigadores de la UPM y una de las autoras del estudio, “la aplicación directa de las metodologías conocidas hasta ahora para la evaluación de la vulnerabilidad sísmica no es capaz de reproducir el daño que hubo en el terremoto de Lorca”. En consecuencia, el gran desafío para estos investigadores fue aumentar los elementos estudiados y, de esta forma, entraron en juego los ya mencionados parámetros urbanísticos y el piso blando. Según la investigadora, al aumentar el valor de estos nuevos elementos ” los resultados obtenidos se asemejan a la realidad del daño”.
Otros dos modificadores urbanos a tener en cuenta para evitar las catástrofes tras un terremoto
Además de considerar que los propios edificios y construcciones son en sí mismos modificadores urbanos (o parámetros urbanísticos) hay que mirar más en profundidad en los mismos. Esto quiere decir que además de que existan estos edificios, hay que analizar dónde se encuentran y cuál es su estructura geométrica si se quiere elaborar un estudio completo a para prevenir las consecuencias de un terremoto.
De esta forma, Grupo de Investigación en Ingeniería Sísmica de la UPM tomó como referencia el terremoto de Lorca relacionando directamente la vulnerabilidad analizada con la metodología que existía hasta la fecha con los destrozos causados pro el seísmo de 2011 y se encontraros varios elementos de interés que sirvieron para elaborar dos elementos modificadores importantes para e estudio. Se encontró el elemento modificador urbano de las alineaciones. Pues aquellos edificios que se salían de la alineación resultaron más dañados que los demás.
Además se encontró el elemento modificador de la geometría de alzado de los edificios. La explicación de los investigadores a este respecto es que una configuración irregular en alzado puede aumentar el daño tras un terremoto. Pues también se comprobó que aquellos edificios que presentaban estas irregularidades en su estructura sufrieron daños más considerables que los demás en el ya mencionado terremoto de lorca de 2011.
Esto quiere decir que los edificios que presentan una construcción irregular, o no equilibrada por sus elementos estructurales, son más sensibles a cualquier movimiento sísmico. En al imagen de la derecha se puede observar que el edificio presenta una irregularidad de este tipo con entrantes y salientes en la zona de la base y también en el de la torre.
Los problemas que ocasiona el piso blando en las estructuras de los edificas en un terremoto
El piso blando es uno de los nuevos conceptos que se analizan en este estudio sobre la vulnerabilidad sísmica de las ciudades. En la configuración de cualquier edificio, el piso blando es un nivel (o planta) que presenta una rigidez significativamente menor que el resto de pisos que forman parte del edificio o construcción. Ésto se genera a causa de cambios en la distribución de la planta, por ejemplo por la eliminación de paredes (o muros) no estructurales, que son aquellos que no forman parte de la estructura original del edificio. Estas paredes son aquellas que sólo sirven para separar espacios de la vivienda y no soportan mas carga que la de su propio peso. También se puede generar un piso blando al añadir elementos rígidos cuyas características no fueron tomadas en cuenta antes de incorporarlos a la estructura de la planta. El elemento del piso blando suele darse en edificios que albergan en su planta baja un área comercial.
La distribución de esa planta baja es radicalmente diferente a la del resto del edificio en cuanto la distribución de elementos estructurales y no estructurales y ésto la puede hacer más sensible a un terremoto. Además, las diferencias de rigidez que presenta este piso blando hace que la estructura del edificio no pueda soportar los movimientos laterales que provocan los terremotos.
Con estos estudios de la UPM se pretende abordar cambios en las Normas Urbanísticas de los Planes Generales de Ordenación -urbana de aquellas ciudades que se encuentran en zonas de peligrosidad Sísmica, como ocurrió en el caso de Lorca. “Si se incide sobre esta normativa urbanística, se reducirá la vulnerabilidad sísmica de las ciudades y se ayudará a los organismos oficiales locales, regionales y estatales a planificar una respuesta ante la emergencia y recuperación de cara a posibles terremotos futuros”, asegura la investigadora de la UPM. Este estudio es de una gran utilidad pues estamos hablando de una metodología de análisis que se puede utilizar en otras ciudades con mayor o menor riesgo a nivel de terremotos para prevenir los posibles daños en un futuro que pueda provocar un movimiento sísmico.
Compartir