Esta mañana a las 12:00 horas del mediodía partía desde Plaza Einstein en Granada la comitiva estudiantil que apoyaba la huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes (SE) a nivel estatal y por la Coordinadora Sindical Estudiantil (CSE) a nivel provincial. Un trayecto que finalizó en Triunfo, que ha recordado a los más de 120.000 estudiantes que han dejado de estudiar a raíz del sistema universitario español, y que ha sido propiciado por el éxito de seguimiento de la pasada huelga del 26 de octubre, estando dirigida a estudiantes de enseñanzas medias y estudiantes de universidad.
Una huelga, cuyo seguimiento, a raíz de los datos que han comunicado desde la UGR se ha desarrollado “Sin incidencia significativa en los campus de Fuentenueva, Cartuja, Aynadamar y PTS. Solo ha habido incidencia menor en campus del centro y sin ningún incidente llamativo”, expresaban. Además añadían que “la manifestación ha transcurrido con normalidad y sin entrega de manifiesto alguno a Gobierno de la UGR”, explicaban, apuntando que “apenas 150 personas han acudido a la manifestación”.
Los estudiantes se han quejado de que la crisis económica y los recortes en educación han hecho empeorar la situación del estudiantado con leyes como el 3+2 o las reválidas de la LOMCE, las cuales consideran que son una estrategia para echar fuera a los estudiantes que no tienen recursos económicos para pagarse sus estudios. La reválida es vista además como una forma de dejar a los alumnos de ESO y Bachiller sin un título de graduado, a pesar de haber aprobado todos los cursos.
Postura de la Coodinadora Sindical Estudiantil
Desde la Coordinadora Sindical Estudiantil se muestran en contra de medidas como el ‘3+2’ porque quiere reducir la carrera universitaria a tres años y ampliar los máster a dos, lo que supone “más tasas y menos plazas, ya que los másteres son más caros”, indicaba Julio, coordinador de la CSE de Granada. El coordinador también ha manifestado como problemática la ley LOMCE, de la que ha subrayado su carácter “segregador”, de “privatización” y de “ir poniendo trabas para que los estudiantes con dificultades y menos recursos económicos no puedan acceder a la educación superior”, explicaba. No obstante, es el decreto de reválidas por el que salen a la calle con “más fuerza”, ya que supone diferentes “perjuicios para el estudiantado de cara a acceder a la enseñanza superior”, añadía.
También se mueven en contra de los recortes, los cuáles conducen a “masificar las clases, provocar despido de profesores, infraestructuras cada vez peores, gestión complicada de los centros educativos, privatización progresiva de la educación al derivar alumnos de la pública a la privada concertada por falta de plazas, aumento de tasas…”, señalaban.
En lo que respecta a las reivindicaciones que tienen que ver especialmente con la Universidad, el coordinador ha querido destacar el calendario académico transitorio y el futuro modelo que se aprobará de cara a próximos años con los cuales “estamos firmemente en contra”, manifestando como principales problemas el hecho de que cambie los exámenes extraordinarios de septiembre a julio, puesto que afectaría gravemente a las personas que trabajan y estudian a la vez, y también por el proceso de aprobación que se está desarrollando, el cual considera que es “antidemocrático y nada participativo, ya que los canales de participación son escasos e insuficientes. La decisión sigue dependiendo del Consejo de Gobierno de la UGR. El calendario debe ser acorde a las necesidades académicas del estudiantado y elegido, debatido y elaborado por toda la comunidad universitaria”, aseguraba. Motivo por el que desde la Coordinadora proponen la aprobación de una “optatividad, que un estudiante en base a sus necesidades pueda decidir en qué convocatoria extraordinaria se presenta, si julio o septiembre”, expresaba.
Otras medidas que se quieren conseguir mediante esta huelga a nivel local inciden en el hecho de que a titulaciones de grado de idiomas o en las que hay un alto nivel de créditos en formación de idiomas se les exija también la acreditación lingüística en B1 para poder obtener el título, ya que lo consideran “innecesario”, por lo que piden que el Consejo de Gobierno de la UGR “exima” a estos estudiantes de tener que acreditar el nivel lingüístico.
El coordinador ha señalado que es importante moverse, recalcando varios triunfos obtenidos a partir de anteriores manifestaciones, como la gratuidad del examen de B1 para estudiantes de la UGR, el aumento de la partida de becas, o el retraso de la puesta en marcha de las reválidas hasta que haya una nueva ley de educación que decida si deben mantenerse o no, entre otras. Todo ello con el objetivo de que la formación siga siendo “accesible y gratuita al conjunto de estudiantes de Granada”, apuntaban.
Postura de la DGE
Por su parte, la Delegación General de Estudiantes de la UGR ha asegurado que aunque respeta y comparte la voluntad de los estudiantes de manifestarse, prefieren optar por el diálogo para conseguir resultados, “La Dirección General de Estudiantes respeta y comparte, como siempre ha hecho, la voluntad de todos los estudiantes a manifestarse y reivindicar sus derechos. Sin embargo, somos más partidarios de establecer el diálogo como método de encuentro y presión en la conquista de más y mejores derechos y condiciones para el estudiantado”, expresaban, invitando a unirse a este método de lucha a la Coordinadora Sindical Estudiantil, “En ese diálogo invitamos a participar a la Coordinadora Sindical Estudiantil y a cualquier otro sindicato o asociación, así como a cualquier estudiante a título personal, para consensuar objetivos comunes y líneas de actuación”, añadían. Por ello, desde la Delegación no han seguido la huelga realizando un parón de sus funciones ni saliendo a la calle a acompañar a los manifestantes.
La huelga ha estado apoyada por sindicatos de profesores y profesoras y diversas formaciones políticas. La cabecera de la manifestación ha sido una cabecera firmada por el Sindicato Estudiantil, la Coordinadora Sindical Estudiantil, Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en Andalucía (USTEA), Plataforma Andaluza de Educación Pública (PAEP), Marea Verde, el Partido Comunista de Andalucía, la formación política Izquierda Anticapitalista Revolucionaria y la organización sociopolítica Jóvenes en Pie, entre otras asociaciones y organizaciones.