El nuevo Real Decreto de reestructuración de los títulos universitarios ha llegado al Sistema Universitario Español (SUE) para ser un factor desestibilizador más por obra y gracia de un gobierno dedicado en cuerpo y alma a ello.
Una medida que, cumpliendo una línea común de actuación en toda esta legislatura, supone un paso más hacia un SUE que están convirtiendo en Sistema Universitario Excluyente. Desde CREUP venimos trabajando en el análisis de esta medida desde el pasado mes de julio, partiendo de nuestra defensa de un Sistema Universitario Público, Universal, de Calidad y Homologable. Cuatro aspectos que esta medida ataca frontalmente.
Si bien vemos positivamente la aparición de grados de 3 años en la oferta estatal de títulos universitarios, la forma en la que el Ministerio ha planteado la medida se lleva por delante cualquier beneficio que pudiera traer para convertirse en una medida que, necesariamente, es entendida como ataque a la universalización.
Esta iniciativa legislativa, como nos tiene acostumbrados el ministro, viene precedida por una ausencia total de diálogo con la comunidad universitaria y un rechazo y desprecio absoluto a los planteamientos realizados por el colectivo estudiantil. Es frustrante que tenga que ser el Consejo de Estado quien haga referencia a las aportaciones hechas por CREUP ante la sordera permanente de la negligente administración educativa del Estado.
Es una medida improvisada que carece por completo de seriedad y rigurosidad. La irresponsabilidad de este Gobierno llega a convertir en despilfarro los millones de euros que se han destinado en los últimos años a la evaluación de los títulos, al no esperar a sus resultados para evaluar los siguientes pasos a dar. Por no hablar del trabajo y energía invertido por las universidades en ello.
Mientras Europa se encuentra inmersa en la evaluación del Proceso Bolonia para estudiar las medidas a tomar, este Gobierno no ha desarrollado ningún tipo de análisis al respecto y se dedica sólo a implementar traumáticas reformas como la que nos ocupa.
Y, obviamente, nos preocupa especialmente el carácter excluyente de esta reforma del que hablábamos al principio. Es muy sencillo despejar y clarificar la muestra de populismo que el ministro Wert hizo al anunciar el Real Decreto afirmando que iba a suponer ahorrar dinero a las familias: a nadie le cabe duda que un grado de tres años tendrá menor coste que uno de 4 años, ¡sólo faltaría! Pero, ¿qué tipo de competitividad laboral tendrá un titulado de 3 años en un mercado repleto de titulados de 5 y 4 años? Por no hablar de los que, además, tienen máster.
Por lo anterior, es lógico entender que los futuros titulados precisarán de un máster para ser competitivos laboralmente, y es ahí donde el Estado les da la espalda. A pesar de la histórica subida de precios públicos de grado de este Gobierno, el aumento en posgrado fue aún mayor: mientras un crédito de grado cuesta entre los 15 y los 33 euros dependiendo de la comunidad autónoma y la titulación, un posgrado oficial y público llega a superar incluso los 65€. Multipliquen eso por 60 créditos que tiene un curso, la diferencia está en 3000€ por año. Queda claro que sólo podrá ser competitivo quien pueda pagarlo.
Podemos concluir que esta reforma es profundamente dañina para lo intereses de la sociedad y de la Universidad Española. Por ello, desde el primer momento hemos pedido a la CRUE que estableciera una moratoria para que, juntos, creemos un Foro Estatal de Política Universitaria desde donde, junto con otros agentes, evaluar el sistema y suplir la irresponsabilidad del Gobierno del Estado. Esperamos y deseamos que fructifique, porque ha llegado la hora de que asumamos nuestra responsabilidad y liderazgo.
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