El curso académico 2019/2020 ya se ha abierto oficialmente en toda España. Independientemente que cada región celebre sus acto oficial de apertura, de forma estatal el Rey ha presidido el celebrado en la Universidade da Coruña (UDC), elegido este año para representar a todas las universidades españolas.
Junto al Rey, han estado presentes en el acto protocolario el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el rector de la UDC, Julio Abalde; el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque y por el presidente de Crue Universidades Españolas y rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos. Como marca el protocolo, el evento ha contado con discursos de cada uno de los representantes institucionales así como la tradicional lección inaugural, a cargo de la catedrática Amparo Alonso Betanzos, quien presentó su investigación sobre Inteligencia Artificial ‘Ser o no ser en el s.XXI’.
Con la asistencia de 27 rectoras y rectores de universidades españolas, este acto ha estado marcado por la demanda por parte de los representantes universitarios del consenso necesario en la creación de la futura Ley de Universidades.
Universidades como motor de la sociedad
El discurso más esperado en el Paraninfo de la Universidad de A Coruña fue el del Rey Don Felipe, quien comenzó señalando que “es indudable que nuestro sistema universitario, conformado a largo de 40 años de democracia, ha contribuido de forma decisiva a la articulación de nuestra sociedad y ha sido crucial para que durante estos años hayan crecido de manera muy notable la igualdad de oportunidades entre ciudadanos y la aportación de conocimiento para nuestro desarrollo”.
En su discurso de Apertura del Curso Académico, Don Felipe mostró su preocupación por los “desafíos a los que se enfrenta España en los próximos años en el contexto de la educación superior”, recalcando entre ellos la inserción laboral de los estudiantes, la captación de personas con talento investigador y la internacionalización del sistema universitario. Ante estos retos, el Rey marcó los estudios en tecnología y computación como los referentes para configurar la universidad del sXXI, “sin olvidar que los problemas más acuciantes que hoy nos plantea el desarrollo científico-tecnológico nos remiten a preguntas que deben tener en cuenta necesariamente las concepciones y los saberes humanísticos”.
sobre este mismo futuro de las universidades, el Rey se basó en el “ideal” de la la Institución Libre de Enseñanza, el cual “debe acompañar cualquier proceso de modernización educativa. Preparar especialistas y profesionales de la mayor calidad, sin descuidar nunca la necesidad y el objetivo de que los alumnos puedan experimentar intelectual y vitalmente su propia formación”.
Internacionalización y nueva legislación para las universidades españolas
Por su parte, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, presentó ante la audiencia un discurso en el cual subrayó el dinamismo que caracteriza al sistema universitario español “a pesar de sus problemas estructurales y de las enormes dificultades experimentadas durante los largos años de crisis, han sabido mantener e incluso mejorar sus capacidades y resultados, como demuestran los datos”. El ministro en funciones recalcó la importancia de la internacionalización, donde las universidades españolas se acaban de sumar programa de Universidades Europeas, el nuevo marco de alianzas entre campus que permitirá la movilidad de estudiantes, investigadores y profesores, y que va más allá del programa Erasmus.
Ante el futuro más cercano de las universidades españolas, donde las actuales legislaciones entran en renovación, Duque señaló la necesidad de plantear “qué reformas son imprescindibles para conseguir universidades más autónomas, más competitivas y más responsables con las sociedades en las que se insertan. Reformas que les permitan ser más innovadoras, más contemporáneas, más comprometidas y con más capacidad para afrontar las nuevas demandas que exige la sociedad”. Una futura Ley de Universidades que para el ministro debe “plantear reformas que solucionen déficits crónicos del sistema universitario español, como abordar un nuevo marco de gobernanza institucional, impulsar la internacionalización, habilitar mecanismos que permitan atraer tanto a jóvenes investigadores como a científicos consagrados, o favorecer el papel de las universidades como motor de las economías regionales y de sus tejidos productivos”.
Todo un reto para el cual la universidad debe “preservar el carácter de equidad y asegurar que el conocimiento y la educación superior sean consideradas como bienes comunes”, siempre manteniendo la vista en un compromiso educativo donde se priorice la generación de conocimiento con base innovadora.
“la sociedad del futuro depende de la educación y de la universidad del presente, puesto que no hay desarrollo significativo en ningún país al margen de su universidad”
Finalmente, en su turno de intervención, el presidente de Crue Universidades Españolas, José Carlos Gómez Villamandos, quien aprovechó la ocasión para recordar como el sistema universitario español “está condicionado por el estancamiento de las soluciones con las que debemos afrontar el día a día y el futuro a medio y largo plazo”.
La necesidad de una Ley de Universidades que cuente con el consenso y la intervención de toda la comunidad educativa fue el pilar del discurso del presidente de la Crue, quien también tuvo palabras para defender la reputación de las universidades españolas. “Vivimos un tiempo en que la opinión predomina sobre la información y la realidad, basándose en tópicos mal fundamentados, cuando no directamente intencionados”, manifestó Gómez Villamandos, exponiendo con datos concretos cómo estas acusaciones están infundadas, pues “España cuenta con un sólido y consolidado Sistema Universitario, que es referente internacional en muchas áreas de conocimiento “.
Volviendo a la Ley de Universidades, como representante de todos los rectores y rectoras españolas, Gómez Villamandos solicitó ante los representantes institucionales la creación de “una Ley que sea fruto del consenso, que dé respuesta a objetivos concretos, con líneas generales acordadas previamente y abordada de una forma integral”, pues “la sociedad del futuro depende de la educación y de la universidad del presente, puesto que no hay desarrollo significativo en ningún país al margen de su universidad”.
La ceremonia de Apertura del Curso Académico finalizó con la interpretación del “Gaudeamus Igitur” y la posterior firma del libro de honor por parte del Rey Don Felipe.
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