
Una empresa no es nada sin su personal, y una institución tampoco. Por ello, la Universidad de Granada ha querido reconocer en un emotivo acto académico la entrega, fidelidad y labor de su personal profesional, tanto miembros del Personal de Administración y Servicios, como docentes.
El mismo se ha celebrado esta mañana a las 12 horas en el Crucero del Hospital Real, y en él se ha hecho entrega de medallas y distinciones honoríficas por parte de la UGR a miembros de la comunidad universitaria, estando presidido por Pilar Aranda, rectora de la Universidad de Granada, que a su vez ha estado acompañada por Pedro Mercado, secretario general de la UGR; María del Mar Holgado, gerente de la UGR, quien además también ha recibido una medalla de plata por 25 años de trabajo en la institución; María López Jurado, vicerrectora de Docencia; Víctor Medina, vicerrector de Extensión Universitaria, y Enrique Herrera Viedma, vicerrector de Investigación y Transferencia en la institución granadina.

El acto ha comenzado con la entrega de Menciones de Fallecimiento a familiares de miembros de la comunidad universitaria fallecidos durante el pasado curso académico, entre ellos, José Luís Serrano Moreno, escritor, catedrático de Filosofía del Derecho en la UGR, diputado del Parlamento de Andalucía por Granada, y presidente del grupo parlamentario de Podemos, quien falleció el pasado 29 de enero de 2016, víctima de un cáncer.
Por otro lado, el secretario general de la UGR ha sido el encargado de hacer entrega de Menciones de Jubilación a miembros de la comunidad universitaria, especialmente del PAS y docentes, entre los que han destacado Mª Angustias Valenzuela Morales, como miembro del PAS, y José Rodríguez Gordillo, como docente, quienes además han sido los encargados de intervenir durante el acto en representación de sus respectivos colectivos.
Así, Valenzuela, cuyo paso por la UGR se ha desarrollado principalmente en el Centro de Servicios de Informática y Redes de Comunicaciones (CSIRC), ha tenido palabras de agradecimiento y sobre todo de despedida, “Nos sentimos orgullosos de haber trabajado en la Universidad de Granada, nuestra segunda casa. Un sitio en el que hemos estado gran parte de nuestra vida, y del que sentimos que nos vamos con el deber cumplido. Siempre nos hemos sentido queridos y valorados, y ahora nos vamos agradecidos, satisfechos y jubilosos. Nos vamos, pero la UGR siempre estará con nosotros, siempre la llevaremos en nuestro corazón”, expresaba. Además, ha querido acordarse de los cambios que se han producido en la institución en los últimos años, incluido el hecho de que la UGR sea la primera universidad española en contar con una mujer al frente del rectorado.

Precisamente, ese mismo detalle ha querido destacar el profesor Rodríguez Gordillo, matizando que “la evolución ha sido construida por cada uno de los miembros de la comunidad universitaria”, indicaba. El docente también visiblemente emocionado ha agradecido a la rectora que la UGR sea “una universidad participativa y abierta al futuro”, en referencia a las políticas de inclusión e igualdad con las que cuenta la institución, “Nunca me he sentido más acogido y reconocido que en la UGR”, concluía.
25 años al servicio de la UGR
Tras ello se ha producido la entrega de Medallas de Plata con motivo de los 25 años de servicio a diversos miembros de la comunidad universitaria, destacando entre ellos, Cipriano Cánovas, en nombre del Personal de Administración y Servicios, y Eva Muñoz Raya, en nombre del profesorado, quienes también han querido recalcar ese mensaje de unión y colaboración de toda la comunidad universitaria de la UGR de cara al crecimiento de la institución, “La universidad se engrandece cada día con el trabajo de cada uno de los que estamos en ella. Somos el motor que permite que cada día una universidad como la nuestra pueda cumplir con todos sus objetivos, así que seguiremos dando lo mejor de nosotros mismos”, expresaba Cánovas.

Por su parte, Eva Muñoz Raya, quien también fue decana de la Facultad de Traducción en Interpretación, ha querido felicitar a la institución por este tipo de actos, “Es necesario que la universidad recuerde a su gente. Recordar a los que forman parte de la intrahistoria de esta universidad”.
Un enfoque con el que también ha estado de acuerdo la rectora de la institución, quien catalogaba el acto de “entrañable” debido a que es un “reconocimiento público a la labor que diariamente realizan los trabajadores, el mayor patrimonio de esta institución centenaria. Cada medalla y mención esconde una historia única e irrepetible, así que es un momento perfecto para festejar y honrar lo que tenemos, una universidad de las personas”, recalcaba Aranda, culminando así la sesión.