Málaga está de enhorabuena, tras 19 años de que la ciudadanía se movilizara por recuperar el espacio de la Aduana, ya ha sido cedida al Museo de Málaga para su gestión. El portavoz del Gobierno de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, ha anunciado esta semana la aprobación del Consejo de Gobierno de la creación del Museo de Málaga como servicio administrativo con gestión diferenciada.
Tal y como ha informado Vázquez, el organismo estará adscrito a la Consejería de Cultura, quien se encargará de abrir las puertas del nuevo espacio el próximo 12 de diciembre y cuyo organigrama estará integrado por la Dirección y las áreas de administración, conservación y difusión. La nueva estructura estará apoyada por seis vocales designados entre funcionarios y profesionales de reconocido prestigio, que buscarán dar una mayor flexibilidad y eficacia a la gestión del Museo.
Aduana Málaga
Este nuevo espacio museístico contará con casi 4.500 metros expositivos donde se podrán contemplar 2.700 piezas del catálogo de más de 17.000 que componen las colecciones de las antiguas sedes de Bellas Artes y de maderas talladas musulmanas. Se le suma la sección de Arqueología, con unas 2.000 piezas que proceden en su mayoría del entorno malagueño y que dan una visión de la provincia desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Los visitantes del Museo de Málaga también podrán contemplar los restos óseos del neanderthal de Zafarraya o el medallón fenicio de Tramayar entre otras curiosidades del territorio malagueño.
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Colección de Arte
La colección de Arte destaca sobre todo por la pintura del siglo XIX, con cuadros de Joaquín Sorolla, Federico de Madrazo, Vicente Palmaroli, Enrique Simonet, Francisco Domingo Marqués, Emilio Sala, Martínez Cubells, Jiménez Aranda, Juan Antonio Benlliure y Enrique Mélida. A ellos se suman obras representativas de la producción malagueña, especialmente de pintores como José Gartner, Emilio Ocón, Bernardo Ferrándiz, José Denis Belgrano, Fernando Labrada, Antonio Muñoz Degrain, José Moreno Carbonero, José Nogales o Enrique Simonet.
Del siglo XX sobresale la producción de vanguardia de José Moreno Villa y la colección de obras de Picasso procedentes del Legado Sabartés, así como la muestra de arte local de las generaciones de los años 50 y 80.
Como obras singulares por su especial valor, destacan en la colección del Museo de Málaga las pinturas ‘Ecce Homo’ y ‘Dolorosa’, de Luis de Morales; ‘San Francisco de Asis’, de Murillo; ‘Bebedor vasco’, de Joaquín Sorolla; ‘El viejo de la manta’, de Picasso; ‘Esclava en venta’, de José Jiménez Aranda; ‘El milagro de Santa Casilda’, de José Nogales, y ‘Anatomía del corazón’, de Enrique Simonet, además de esculturas como ‘Cabeza de San Juan de Dios’, de Fernando Ortiz, o ‘San Antón’, de Pedro de Mena.
A la importancia que ofrece el periodo histórico de la Málaga del siglo XIX en la colección de arte se suma la propia elección como sede de un edificio tan representativo de la época como el Palacio de la Aduana.
Con más de 18.402 metros cuadrados construidos, el inmueble es ya una obra de arte en sí mismo. Edificado a finales del siglo XVIII para dotar a Málaga de una aduana acorde con el creciente comercio marítimo de su puerto, este palacete neoclásico fue diseñado por Manuel Martín Rodríguez con una clara influencia del estilo de Sabatini. Utilizado durante décadas como sede administrativa y comisaría, el proyecto de su rehabilitación y adaptación devolvió al edificio la cubierta original diseñada a dos aguas que se perdió en un incendio de 1922.