“Podemos decir con satisfacción que, en la actualidad, los programas de movilidad gozan de buena salud en la Universidad de Córdoba”. Esa ha sido una de las frases clave ofrecidas por Alfonso Zamorano, vicerrector de Acceso y Programas de Movilidad de la UCO, en una entrevista concedida a este periódico. Una charla donde el tema principal, como no podía ser de otra manera, ha sido la internacionalización; un ámbito que en el último año se ha visto mermado por la pandemia, pero que aún así sigue adelante gracias al buen hacer de la institución cordobesa y de la valentía de sus estudiantes ante las adversidades.
Por supuesto, como ha señalado Alfonso Zamorano, este curso las movilidades internacionales de su alumnado han registrado cifras muy bajas, con solo 244 estudiantes desplazados únicamente dentro del programa Erasmus+, a diferencia de los 704 alumnos que salieron al extranjero a estudiar el pasado curso. Un desplome que “ha supuesto una reducción del 60 % con respecto al curso anterior, como en todas las universidades, no solo españolas sino también europeas y del resto del mundo”, subraya el vicerrector.
A pesar de ello, el máximo responsable de Movilidad internacional en la Universidad de Córdoba recalca que “la movilidad es un aspecto clave que contribuye al desarrollo personal y profesional del estudiantado”, tal y como señala en la siguiente entrevista:
– Mucha gente asocia la internacionalización sólo con el ámbito de las becas Erasmus o similares, pero ¿qué es realmente la internacionalización dentro de la Universidad? ¿A qué afecta?
La internacionalización resulta imprescindible en el mundo globalizado en el que la Universidad de Córdoba debe desarrollar su actividad. En este sentido, no solo se relaciona con la captación de estudiantado y profesorado extranjero, o con la movilidad de estudiantes y personal, sino que incluye también una serie de objetivos y acciones relacionadas con la visibilidad internacional de la institución, así como con el desarrollo de herramientas útiles para establecer lazos de coordinación con Universidades y Centros de Investigación de reconocido prestigio, tanto a nivel docente como investigador. También la cooperación al desarrollo y la promoción de la cultura son elementos esenciales de una universidad internacionalizada.
– ¿Cómo de importante es traspasar fronteras para una universidad como la UCO?
La Universidad de Córdoba se caracteriza por una producción científica y una calidad docente que la sitúan en un puesto de referencia, creando estrechas relaciones de colaboración con el resto de universidades, tanto nacionales como internacionales, lo que convierte la internacionalización en una pieza clave en la estrategia de la UCO y factor relevante para la captación de talento y de recursos, así como en la formación y orientación de la docencia hacia un modelo que prepare a la comunidad universitaria para un mundo complejo, competitivo y cambiante.
– En el ámbito académico, ¿qué beneficios le aporta a un estudiante cursar parte de sus estudios fuera?
La movilidad es un aspecto clave que contribuye al desarrollo personal y profesional del estudiantado. Una educación y formación de calidad e inclusivas, así como el aprendizaje informal y no formal, conllevan al alumnado a una participación significativa en una sociedad democrática, el entendimiento intercultural y a la gestión con éxito hacia el mercado laboral.
Los alumnos y las alumnas han de estar mejor equipados con los conocimientos, las capacidades y las competencias necesarias en una sociedad que cambia dinámicamente y cada vez es más móvil, multicultural y digital. Pasar un tiempo en otro país para estudiar, aprender y trabajar debería ser lo habitual, al tiempo que hablar dos lenguas más, aparte de la propia lengua materna, debería ser la norma.
– Y para la Universidad, ¿qué ventajas tiene tanto enviar a sus alumnos fuera, como recibir estudiantes extranjeros?
Impulsar la innovación y fortalecer la identidad europea y la ciudadanía activa; desarrollar un Espacio Europeo de Educación; respaldar la ejecución de la cooperación estratégica internacional en el campo de la educación y la formación, con sus correspondientes agendas sectoriales; desarrollar una estrategia que oriente la movilidad de profesorado y estudiantado de la Universidad a centros de prestigio internacional; potenciar el establecimiento de Itinerarios especiales, programas de prácticas y dobles títulos/itinerarios, en lengua extranjera; promover valores, principios e intereses en torno a las prioridades comunes…
– Al inicio del curso, ¿cuáles eran las principales inquietudes de los estudiantes antes de marcharse?
El alumnado ha mostrado una gran seguridad a la hora de aceptar y organizar sus movilidades. Las inquietudes se centraban en los requisitos y obligaciones que las autoridades de los países de destino exigían. En este sentido, y al igual que la Universidad de Córdoba con su alumnado incoming, las universidades socias han informado de las medidas que el alumnado debía cumplir, como resultado negativo de PCR o similar, días de cuarentena, etc.
– Como es lógico, estarán en contacto con sus estudiantes, ¿qué sensaciones y experiencias les reportan desde sus universidades de destino?
Principalmente, confianza para desenvolverse fuera de su zona de seguridad; incorporación de nuevas amistades; conocimiento y convivencia con otras culturas o la mejora de las competencias lingüísticas
– Por supuesto, todo tiene sus pros y sus contras. ¿Podría decir tres cosas buenas y tres cosas ‘no tan buenas’ de la internacionalización?
La internacionalización, en líneas generales, no tiene a priori cosas “no tan buenas”. Los valores y virtudes, así como los beneficios los acabo de reseñar. Las dificultades que pueda haber son fruto de situaciones particulares o eventuales, más allá del necesario aumento en financiación, tanto en programas nacionales (SICUE no tiene financiación estatal o autonómica, más allá de la que le aporta la propia Universidad de Córdoba) como internacionales, de forma que el estudiantado pueda cubrir sus necesidades sobradamente.
– Por último, ¿qué valoración haría de los programas de movilidad a día de hoy y qué mejoras propondría?
Los programas de movilidad en la UCO, hoy en día, creo que están bien organizados. Los retos en el futuro serán el aumento de convenios con universidades de prestigio (con muchas de las cuales ya tenemos acuerdos), el incremento de alumnado incoming de ciertas áreas del planeta y, como he señalado, el ruego a las autoridades competentes sobre el aumento de la financiación. No obstante, podemos decir con satisfacción que, en la actualidad, los programas de movilidad gozan de buena salud en la Universidad de Córdoba.