Comer es más que una necesidad vital. Elegir ciertos alimentos o añadir aditivos a la comida para hacerla más sabrosa es algo que el ser humanos lleva haciendo siglos. Sobre los hábitos alimenticios y las preferencias versa el nuevo libro editado por la Universidad de Cádiz y coordinado por el investigador Gustavo Adolfo Cordero-Bueso. La obra, titulada Análisis sensorial de los alimentos ha sido publicada por AMV ediciones, junto a 34 autores más, que representan destacados científicos y profesionales de España, Estados Unidos e Italia que cuentan su experiencia práctica sobre esta materia.
Su contenido trata sobre cuestiones como ¿cuándo comenzamos a consumir ciertos alimentos?, ¿en qué basamos nuestras preferencias a la hora de consumirlos?, ¿cómo ha cambiado la manera en que nos relacionamos con ellos?, ¿por qué nos provocan, consciente o inconscientemente, atracción o rechazo?, ¿de dónde surge la necesidad de describirlos, de cuantificarlos o de conocer sus propiedades?
Los profesionales en análisis sensorial avanzan en encontrar las respuestas. Es por tanto la voluntad de este libro, a través de los distintos autores que en él participan, “acercar al lector la aplicación y usos del análisis sensorial de los alimentos en la industria alimentaria en general, como un importante factor en la valoración de la calidad de los alimentos, desde sus materias primas hasta el producto finalmente elaborado, mediante la evaluación organoléptica de sus correspondientes atributos”.
Sus promotores explican que se persigue que el lector descubra y adquiera nuevos conocimientos sobre esas sensaciones y sus implicaciones en la vida diaria. Esta obra permite así “poner al alcance de todas las personas, eruditas y profanas”, sus conocimientos y aplicaciones reales desde casos prácticos con productos como el vino, el aceite de oliva, el jamón o el melón, entre otros. Aspira a ser un referente para la industria agroalimentaria, al integrar contenido actualizado con nuevas aportaciones y tendencias en este campo. Es un libro que pretende “ayudar a las empresas alimentarias, elaboradores de vinos, cavas, olorosos, aceites, técnicos de la industria, catadores, profesorado y estudiantes en las tareas profesionales”, docentes e investigadoras.