El respirador artificial ‘Andalucía Respira’, ha recibido un nuevo impulso. Tras lograr su homologación por Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), suma una ayuda económica para seguir salvando vidas.
De la mano de los malagueños Antonio Banderas y Pablo Alborán, reconocidos artistas internacionales, el proyecto nacido en la Universidad de Málaga dispondrá de una financiación para los próximos cuatro años de 200.000 euros, aportando cada uno de los mecenas la cantidad de 100.000 euros.
La ayuda económica se dirige de este modo al Grupo de Investigación de Robótica Médica de la Universidad de Málaga, liderado por el profesor Víctor Muñoz, responsable del desarrollo de ingeniería del proyecto ‘Andalucía Respira’.
Una relación de 10 años con la universidad
A través del mecenazgo, tanto Antonio Banderas y Pablo Alborán muestran su apoyo económico al proyecto. En el caso de Antonio Banderas, la vinculación con la UMA se remonta a 2010, cuando fue investido Doctor Honoris Causa. Tal y como ha señalado el actor, “tras 10 años de colaboración a través de la Fundación Lágrimas y Favores, para mí es una gran satisfacción, poder seguir empujando por los equipos de investigación de la Universidad de Málaga, esta vez de la mano también de Pablo Alborán”. Además, Banderas ha subrayado la posible transferencia internacional de estos esfuerzos, señalando que “en esta ocasión han hecho posible un proyecto que puede salvar vidas tanto en nuestra tierra como fuera de ella, y especialmente en muchos lugares del mundo donde obtener respiradores no iba a suponer una labor fácil. Estoy muy contento”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, ha señalado “su gratitud y su ejemplar reconocimiento a los colaboradores por la generosidad en el mecenazgo“. Narváez ha recalcado asimismo la relevancia que tiene para la sociedad la transferencia de resultados de la investigación realizada desde la universidad pública.
Un proyecto para salvar vidas
El respirador artificial ‘Andalucía Respira’ se ha desarrollado gracias a la unión de investigadores procedentes de la Universidad de Málaga, el IBIMA y médicos de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, a partir de la idea del cirujano cardiovascular Ignacio Díaz de Tuesta, del Hospital Universitario Regional de Málaga.
Entre las ventajas que presenta su diseño destacan la rápida fabricación, en tan solo dos horas; el uso de piezas industriales comunes, reduciendo el riesgo de desabastecimiento al no usar las relacionadas con respiradores tradicionales; y que en su estructura no lleva componentes móviles, lo que reduce el riesgo de fallo mecánico o fatiga de materiales.
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