“El Erasmus es una cosa de la que nadie se va a arrepentir nunca de ir. Es una experiencia que recomiendo, no al 100%, sino al 1000%”, comenta Antonio García en esta entrevista concedida a Aula Magna. Una charla en la que este estudiante de Enfermería de la Universidad de Almería expone su experiencia durante su estancia en la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sureste de Finlandia.
En su caso, Antonio llegó a finales de enero al país de destino de su beca, apenas unas semanas antes de que se cerrasen las fronteras por la incidencia de la pandemia por Covid-19 en toda Europa. Por suerte, comenta, en el país donde aún se encuentra formándose “en general las cosas están muy bien, sin apenas restricciones, sin mascarilla… he tenido suerte de venir a un país donde el coronavirus ha funcionado de otra manera desde el principio. Prácticamente ha servido para desconectar”.
Así, contando con el apoyo de su familia desde el primer día y con sus metas claras dado que “quería irme de Erasmus sí o sí”, a día de hoy este joven universitario de la institución almeriense disfruta su estancia Erasmus de forma totalmente práctica. En concreto, su formación se realiza en un hospital de la ciudad por el que va rotando entre las distintas áreas, siempre acompañado por algún tutor o tutora. Una experiencia que le permite perfeccionar sus conocimientos, tratar con pacientes reales y, al mismo tiempo, perfeccionar sus dotes idiomáticas. En este caso en inglés, aunque también está aprendiendo algo de finlandés, “sobre todo algo de lenguaje técnico sanitario”, confiesa.
Y es que, aunque al virus “hay que tenerle respeto”, Antonio prefiere “que no altere mi vida más de lo que ya lo ha hecho” y considera que con las medidas tomadas en cada país “no es necesario tampoco mostrar una excesiva preocupación”. Por ello, insiste en que “quien se lo esté pensando, que no lo dude ni un segundo porque vivir una Erasmus es increíble”. Especialmente a nivel personal.
La experiencia Erasmus de Antonio García
Tras varios meses viviendo y realizando sus prácticas en Finlandia, Antonio García señala que el país cuenta con un buen sistema sanitario, material puntero y buena organización, aunque la Sanidad “no es pública como en España”. Un sistema sanitario que, aún siendo ‘concertado’, cuenta con “mucho personal, bien repartido y jornadas más livianas”.
Sin duda, una experiencia que será muy distinta a la de estudiantes Erasmus de cursos anteriores, al estar marcada por la pandemia mundial que se vive. Pero que no ha impedido que la socialización característica de este programa de movilidad internacional siga presente. Y es que, comenta Antonio, en su ciudad la mayoría de estudiantes internacionales residen en las mismas zonas, lo que ha facilitado conocer a personas de muchísimos países.
Así pues, este estudiante de la UAL insiste en que disfrutar de una beca Erasmus “te abre los ojos, conoces a un montón de gente, ves un país y paisajes nuevos, sales de tu zona de confort, te pones a prueba, aprendes inglés, vives solo, aprendes a cocinar… mil cosas. Es inexplicable realmente”. Por ello “a quien se lo esté pensando, que no lo dude ni un segundo porque es increíble. A lo mejor cuando estás aquí echas de menos algunas cosas de tu casa, es normal. Pero cuando ya se está acabando piensas que no quieres irte”, recalca en su entrevista.