La Universidad Pablo de Olavide ha sido la primera institución andaluza de estudios superiores en celebrar el acto de apertura del curso 2016/2017. Durante la mañana de ayer miércoles, el Paraninfo de la UPO acogió a las autoridades y personal universitario en un acto que contó con la presencia del consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano y la compañía de la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda.
Como marca el protocolo de este tipo de celebraciones, la apertura comenzó con la lectura de la Memoria del curso pasado a cargo del secretario general de la UPO, José María Seco Martínez. Como datos a destacar la Universidad sevillana oferta para este nuevo curso 32 titulaciones, divididas en 21 grados, 10 dobles grados y un grado internacional, que continúan con un catálogo de 38 másteres y nueve programas de doctorado. Estas cifras dan como resultado la matriculación de 12.000 estudiantes para el nuevo año.
El profesor Raúl Giráldez Rojo, perteneciente al Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UPO, fue el encargado de pronunciar la lección inaugural, que tituló «El horizonte tecnológico: una visión prospectiva del análisis inteligente de datos masivos». Esta ponencia versó sobre el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad los cuales «mostrarían el camino hacia la cuarta revolución industrial». Durante su intervención, el docente de la UPO realizó una reflexión crítica del «trascendental cambio», que vendría impulsado por el desarrollo de sistemas ciber-físicos hiperconectados así como por el avance de las tecnologías involucradas en el análisis inteligente de datos masivos. Asimismo argumentó el temor generalizado ante este desafío, aunque ha subrayado que largo plazo este nuevo periodo puede ser una gran oportunidad para las sociedades que lleguen mejor preparadas a ese momento.
El turno del rector de la UPO, Vicente Guzmán, vino tras las ponencia de Giráldez, tiempo que aprovechó para insistir en la importancia de realizar un cambio en el modelo de financiación de las universidades. Guzmán recalcó que «en los próximos cursos académicos afrontaremos graves consecuencias que terminarán repercutiendo en la calidad y cantidad del servicio público que prestamos”, haciendo un llamamiento a la Junta de Andalucía y al presente consejero de Economía y Conocimiento para solucionar esta situación:
“que hagan todo lo posible para proporcionar a la UPO los recursos necesarios para poder acometer los tres planes de fortalecimiento que necesitamos: en materia de personal, de investigación y de infraestructuras”.
Tras su discurso, Guzmán hizo entrega de los doce Premios Extraordinarios de Doctorado del curso 2014/2015 para las mejores lecturas de tesis.
La última intervención correspondió, como marca el protocolo, a Ramírez de Arellano, quien aprovechó este primer acto oficial universitario para subrayar la labor conjunta de la Junta de Andalucía y de las instituciones académicas en la realización del citado modelo de financiación. En este sentido, Arellano señaló que el nuevo texto buscaría «garantizar el funcionamiento del sistema, recuperar los derechos perdidos y suscitar la mejora de las condiciones laborales de la plantilla, y promover la excelencia, con parte de la financiación sujeta a nuevos programas de calidad». Con este modelo, las universidades y el Gobierno andaluz dispondrían de todos los elementos necesarios para dar certidumbre, simplificando los procesos y «adaptando el modelo a los nuevos tiempos».
El consejero realizó durante toda su intervención una fuerte defensa de la Universidad Pública y dirigida a la sociedad, señalando que “el presente y el futuro de nuestra comunidad pasa por disponer de una Universidad abierta» que disponga a su vez de un fuerte carácter internacional, “una cuestión donde la Pablo de Olavide es un ejemplo a seguir”. El discurso se caracterizó también por las referencias al nuevo modelo de entrada a la universidad, defendiendo la necesidad de garantizar a los estudiantes el acceso en igualdad de oportunidades a los estudios superiores, con precios al mínimo, para que “las nuevas generaciones den el salto cualitativo” apostando por su formación y talento.
En su intervención, Arellano también expuso la reducción de la deuda que la Junta aún mantiene con las universidades, la cual se ha visto mermada hasta los 220 millones de euros (en sus inicios con más de 500 millones) y, como ha subrayado Arellano «pertenece a ejercicios anteriores y actualmente se cumple al día». Finalmente, sobre el personal docente e investigador, el consejero manifestó el interés en ofrecer «un empleo estable y de calidad que compense las restricciones a la contratación marcadas por el Gobierno central en los últimos años”.