Arrancan las clases en Andalucía con la Apertura de Curso 2022-2023 de la Universidad de Granada

Arrancan las clases en Andalucía con la Apertura de Curso 2022-2023 de la Universidad de Granada


Este pasado sábado, 10 de septiembre, tuvo lugar la celebración del Acto Académico de Apertura del curso 2022-2023 en la Universidad de Granada. Jornada en la que la rectora Pilar Aranda, momentos antes de que todo comenzase, atendió a los medios de comunicación para darles la bienvenida en “un día de alegría y satisfacción” en el que “especialmente” quiso darle la bienvenida al nuevo consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos; quien hasta hace poco era rector de la Universidad de Córdoba.

“Una enorme satisfacción poder tenerlo aquí”, apuntaba la rectora de la UGR, a la que se sumaba el “poder ver que se ha creado una Consejería de Universidades específicamente, que evidentemente va a colocar en el centro político el valor que tienen nuestras instituciones”. Y es que, añadía sobre Gómez Villamandos, “él es muy conocedor de todas ellas” y por ello “yo le agradezco que haya venido a esta primera inauguración de curso de las universidades andaluzas que, además, es en Granada”.

Rectora y Consejero antes del acto de Apertura de Curso 2022-2023

Rectora y Consejero antes del acto de Apertura de Curso 2022-2023

Así, con este grato recibimiento, el consejero de Universidades ofreció unas palabras donde remarcó que “el compromiso del Gobierno andaluz y de nuestro presidente, Juanma Moreno, con el sistema universitario, con la investigación y con la innovación queda patente con la creación de una Consejería específica para estas materias”. Mensaje con el que recalcó el convencimiento de todos sobre “el gran poder que tiene la universidad a través de la investigación y de la innovación para contribuir al desarrollo económico y social de Andalucía”. Declaraciones en las que abordó otros temas como los proyectos que pretenden abordar desde la Consejería a corto y medio plazo, así como sobre la propia Universidad de Granada, que desarrollaría durante su intervención en el acto de Apertura de Curso 2022-2023.

Ceremonia de Apertura de Curso 2022-2023 en la UGR

La ceremonia, celebrada el sábado por la mañana, se realizó en el Crucero Bajo del Hospital Real tras llevarse a cabo previamente la tradicional procesión cívico-académica desde la Plaza de la Universidad hasta la sede del Rectorado, en el Hospital Real. Una vez recorridas las calles de Granada, el acto de Apertura de Curso 2022-2023 comenzó con la lectura de la Memoria Académica de la Universidad de Granada correspondiente al curso 2021-2022 por parte de María Asunción Torres, Secretaria General de la institución granadina.

Dr. Antolino Gallego durante la Lección Inaugural

Dr. Antolino Gallego durante la Lección Inaugural

Acto seguido, fue el Doctor Antolino Gallego Molina, Catedrático del Departamento de Física Aplicada, el encargado de ofrecer la Lección Inaugural de este año, titulada ‘De la lira verde de Góngora a la construcción industrializada con madera: un paseo por la innovación’. Disertación a la que, siguiendo el ordo de la ceremonia, sucedió el acto de investidura de nuevos doctores de la Universidad de Granada, quienes juraron su nueva posición frente a la rectora, Pilar Aranda; quien les deseó “los mayores éxitos profesionales y que, allá donde os lleve la vida, nunca olvidéis el rigor intelectual y el espíritu crítico y de superación que habéis aprendido. Mantened siempre la curiosidad intelectual, sed críticos, no aceptéis explicaciones simples y buscad la verdad, que es la fuente del conocimiento”.

Compromiso del Gobierno andaluz con el sistema universitario

Tal y como manda el protocolo, el siguiente en intervenir en la ceremonia de Apertura de Curso 2022-2023 fue el consejero Gómez Villamandos. Momento en el que, recuperando las declaraciones prestadas previamente a los medios de comunicación, volvió a señalar el compromiso del Gobierno andaluz con el sistema universitario subrayando que durante este año “abordaremos desde la Consejería proyectos que son importantes y que vienen reclamando las universidades andaluzas desde hace tiempo”. Uno de ellos, por ejemplo, es el desbloqueo del mapa de titulaciones mediante el Decreto de Ordenación de Enseñanzas Universitarias de Andalucía, “el cual nos permitirá que nuestras universidades puedan actualizar y mejorar su oferta académica y hacer una oferta que ya de por si es competitiva, pero que queremos y ellos quieren que sea mucho más competitiva”.

En este sentido, el consejero recordó durante su discurso que el mapa de titulaciones actual “está bloqueado desde 2010. Han pasado 12 años y es momento de que esto lo reactivemos una vez que pongamos en marcha el Decreto de Ordenación de Enseñanzas”. Un documento que constituye una de las líneas prioritarias de su departamento en materia de universidad, por lo que ha asegurado que para avanzar en ello iniciará “de forma inmediata” la negociación con los rectores, rectoras y vicerrectores de Ordenación Académica, con los que se trabajará “desde el diálogo y la colaboración institucional”.

De este modo, el nuevo Decreto permitirá “agilizar y revitalizar esa oferta académica en Andalucía, junto con ese gran apoyo que vamos a hacer a la investigación en general”, con el fin de actualizar los títulos existentes. Además, servirá de base para abordar con posterioridad la oferta de titulaciones a implantar en la comunidad.

Intervención del consejero durante la que, centrándose en este caso en Granada y su Universidad, también quiso destacar grandes proyectos como el del Centro de Excelencia en Inteligencia Artificial, “que va a ser un puntal importante para que la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (IA) venga a Granada, donde además la Universidad de Granada cuenta con excelentes referentes a nivel nacional e internacional”. Ocasión que también aprovechó para felicitar a la institución y al Centro ya que pronto pondrán en marcha un máster donde se habla de IA, así como de ética y del derecho en la IA; “algo que creemos que es tremendamente importante y que también dará pie a ese desarrollo de que Granada y Andalucía sean la sede de la Agencia de IA”. Felicitaciones que también lanzó con motivo del posicionamiento de la UGR en el Ranking de Shanghai, fruto del esfuerzo de toda su comunidad universitaria; así como por su labor en la internacionalización de la Universidad, posicionándola por muchos motivos como referente para todo el sistema universitario andaluz.

Intervención del Consejero de Universidades

Intervención del Consejero de Universidades

Alabanzas para la UGR donde también mencionó otras iniciativas como el proyecto del acelerador de partículas IFMIF-DONES, al que se destinan más de 16 millones de euros y por el que, en los próximos días, la Consejería y la UGR firmarán un convenio que permitirá avanzar en su desarrollo. Proyecto que, en palabras de Villamandos, “va a contribuir en el desarrollo de materiales en el ámbito de la fusión fría. Una energía sostenible y limpia que va a suponer un antes y un después en el desarrollo de la sociedad”.

Por último, como ya es habitual en los actos de Apertura de Curso, el consejero de Universidades aludió también al modelo de financiación del sistema público universitario. Uno de los principales “asuntos relevantes a abordar en esta legislatura” sobre el que se avanzará en su evaluación con “carácter urgente” para poder contar con un instrumento “que garantice la suficiencia financiera de todas las instituciones académicas y los más altos estándares de calidad y excelencia”. Así, Gómez Villamandos ha insistido en que “tenemos que abordar el tema de la financiación” ya que “el presupuesto es importante, la cantidad total, pero también es importante el cómo se distribuye. Y por eso vamos a abordar una reforma del modelo de financiación de tal forma que se dé la suficiencia financiera a las universidades, que ellas puedan abrir todos los días sus instalaciones; y además a ello añadirle también criterios de competitividad en el ámbito de la investigación, de la transferencia, de la internacionalización… y programas específicos con cada universidad que iremos acordando para determinar políticas que, en un caso, serán comunes para todo el sistema y, en otros, serán específicos para reforzar la singularidad que tiene cada universidad”.

Bienvenida y despedida de la rectora Pilar Aranda

Tras las correspondientes actividades que se suceden año tras año en los actos de Apertura de Curso, y la intervención del consejero de Universidades, llegó el turno de la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda Ramírez. Discurso en el que, además de dar la bienvenida “especialmente a aquellos y aquellas universitarias que pisarán por primera vez las aulas de nuestros campus, facultades y escuelas” en el que les deseó “que os sintáis en una universidad lo más acogedora posible que os acompañe de forma cercana para hacer de vuestra experiencia universitaria una experiencia exitosa y enriquecedora”; Aranda señaló que “en este curso académico que comienza dejaré de ser responsable del gobierno de nuestra Universidad”.

En este sentido, llegado el momento, “se abrirá el que siempre debe ser un enriquecedor proceso de debate, de confrontación de ideas y proyectos que deberá preceder a la decisión democrática de nuestra comunidad universitaria que, llegado el momento, elegirá a la persona que liderará la actividad de la institución en los próximos años”. Palabras con las que no quiso hacer balances de gestión, pues “serán otras las sedes y las ocasiones para hacerlo a lo largo de estos próximos meses”, pero que sí utilizó para compartir públicamente “un sentimiento y una reflexión colectiva sobre la acción de gobierno en este periodo en el que he tenido el honor y el privilegio de ser rectora de esta Universidad”. Años “intensos y difíciles” para la gestión universitaria que arrancaron con los efectos de una crisis económica y “todavía hoy estamos con la que ha sido la experiencia más extraordinaria y disruptiva que han vivido nuestras universidades en su historia más reciente como ha sido la pandemia todavía desgraciadamente presente en nuestras vidas”. Momentos de “dificultad” en los que, aseguraba, “me he sentido reconfortada por ser consciente de ser parte de una historia, de un esfuerzo colectivo, cuyo protagonista y destinatario son las personas que conforman la comunidad universitaria”.

Por ello, la rectora de la UGR apuntaba que “la fortaleza de esta universidad es saber construir el futuro a partir de lo mejor del pasado”. Una universidad que “ha tenido la virtud y la fortuna de enlazar sucesivos equipos de gobierno en los centros y en el rectorado que han compartido y comparten prioridades y objetivos esenciales”. Una institución de “grandes dimensiones y compleja pero cohesionada y con un modelo de universidad que tiene como referencia la investigación”, que ha consolidado su apuesta por la internacionalización, por la calidad de su docencia con un ejercicio continuo de rigor y exigencia que son los caminos obligados hacia la excelencia.

De este modo, su idea de “una universidad de dimensión humana”

quería concentrar la acción de gobierno en las necesidades más perentorias y “en la garantía de los derechos de los colectivos que integran la comunidad universitaria”, situando en primer lugar la creación y consideración de un entorno favorable para el aprendizaje, la capacitación profesional y la formación integral del estudiantado. Todo ello junto a la garantía de la igualdad de oportunidades en el acceso y progresión en los estudios, los esfuerzos para que nadie pudiera quedarse atrás por motivos socioeconómicos, que “han sido siempre una prioridad en la acción del equipo de gobierno”. Políticas que “se han visto siempre acompañadas de nuestra sólida apuesta formativa y de la política científica y de transferencia, asentadas firmemente con nuestros planes de investigación y de docencia”. Una Universidad para las personas e inclusiva, “porque la Universidad ha de contribuir a ampliar el rango de oportunidades y ayudarlas a crecer en lo profesional y en lo personal”. Y que también “tiene la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones en los valores de respeto a la diversidad y la inclusión, la cultura de la solidaridad, el compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo humano”.

Pilar Aranda durante su discurso

Pilar Aranda durante su discurso

Es por ello que, tal y como subrayaba la rectora, la elaboración y aprobación del Plan Estratégico UGR 2031 durante el pasado curso “ha significado una oportunidad para repensar nuestro modelo de universidad, para señalar el camino de su adaptación a las exigencias de la sociedad global del conocimiento, y para sentar las bases del presente y del futuro de nuestra institución de cara al horizonte estratégico del año 2031, en el que conmemoraremos nuestro V Centenario”. El resultado es una hoja de ruta con las grandes opciones de modelo de universidad, las grandes prioridades que deberán ser concretadas y desarrolladas por los sucesivos equipos de gobierno apostando por un modelo universitario más adaptado a la sociedad, y más comprometido con el desarrollo sostenible. Un Plan que “necesitará la complicidad de nuestro entorno económico y social, apoyos institucionales, y sobre todo exigirá un marco estable tanto normativo como financiero para su desarrollo efectivo”.

Por otro lado, Pilar Aranda también ha querido dedicar unas palabras al nuevo consejero de Universidades, señalando que “su nombramiento es una magnífica noticia para el sistema universitario andaluz en general y para la Universidad de Granada en particular” ya que “constituye un reconocimiento del papel tan crucial que la Universidad debe desempeñar en la nueva sociedad del conocimiento y de la importancia de la investigación y su transferencia como instrumentos imprescindibles para la construcción de un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico”. Razón por la que se mostraba “firmemente convencida” de que su trayectoria académica y su profundo conocimiento de la realidad universitaria “permitirán situar la universidad, y en especial a la universidad pública, en la agenda política del gobierno andaluz”. Y es que, remarcaba, “creemos en un sistema universitario público andaluz fuerte y cohesionado en el que cada una de las universidades incorpore su propia especificidad para la fortaleza del conjunto”.

Por ello, la rectora indicaba que “estamos y estaremos a su lado trabajando de forma cooperativa y estrecha para lograr cerrar un acuerdo definitivo que, a partir de las bases ya aprobadas por el Gobierno de la Junta de Andalucía, sirva para consolidar un modelo estable de financiación capaz de garantizar la suficiencia financiera de todas y cada una de la universidades andaluzas y capaz de dar sostenibilidad, y certidumbre a la acción de los equipo de gobierno y que sea la base imprescindible para elegir las legítimas prioridades que en la heterogeneidad de las Universidades andaluzas se plasmen en los correspondientes planes plurianuales o en contratos programas”. Pero también, “y con toda firmeza”, desde la Universidad de Granada Aranda señaló que “reivindicamos que se corrija una situación de insuficiencia financiera crónica que desde hace muchos llevamos sufriendo y que desde que estoy al frente de esta Universidad he denunciado reiteradamente ante los responsables de la Consejería, sea cual haya sido su signo político”. “Creo que mis compañeros rectores de las universidades andaluzas comparten que legítimamente se nos conmine e incentive desde los poderes públicos para el cumplimiento eficiente de las funciones que nos encomienda la sociedad pero que equitativamente y responsablemente se nos compense de acuerdo a los resultados que le ofrecemos puntualmente cada año”, añadía.

Por último, y en tono de despedida, Pilar Aranda aprovechó la Apertura de Curso 2022-2023 de la UGR para citar a Ortega y Gasset, quien “decía que el ‘alma’ de la Universidad es la ciencia, la generación y la transmisión de conocimiento. Pero la universidad, nos recordaba, no puede ser solo ciencia, necesita el contacto con la realidad, tiene que estar sumergida en ella”. Por ello “siempre estaremos para trabajar juntos, de la misma forma que reiteramos nuestro compromiso de seguir siendo fieles aliados de cualquier institución que nos proponga proyectos de futuro”.

En este sentido, ha recalcado que “conocimiento, interdisciplinariedad, innovación, compromiso social y cultura constituyen la identidad inseparable de nuestra vocación y de nuestra alma universitaria”; e insiste en que la universidad “hoy no tiene que adaptarse a las demandas y realidades de sociedad, sino que su verdadera ‘alma’ debe ser transformarla”. Así, ante cambios sociales y económicos como los actuales, “las universidades debemos ser agentes de transformación y de innovación para afrontar estos retos con un modelo universitario más adaptado a la sociedad, y más comprometido con el planeta” ya que “el potencial transformador de la universidad se mide también por su capacidad de formar ciudadanos comprometidos, responsables y críticos”.

Y es esa universidad, con alma, abierta y comprometida con los valores, “en la que quiero reconocer a la Universidad de Granada a la que pertenezco y sirvo”, puntualizaba. “Una Universidad transformadora de la realidad y de su entorno, sostenible, diversa y comprometida. Una universidad fuertemente autónoma, transparente y capaz de rendir responsablemente cuentas. Una universidad excelente en la que la excelencia, lejos de rankings y criterios cuantitativos de competencia entre universidades, se determina por la capacidad de competir con uno mismo, exigiendo y dando lo mejor de nosotros para ponerlo al servicio de la sociedad”. Por ello, subrayaba Pilar Aranda al final de su discurso, “confío en poder ser testigo, en los años venideros que nos acercan a nuestro Quinto Centenario, de esos logros y de ese futuro prometedor, aunque corresponderá a otras personas impulsarlos y gobernarlos”.


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