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29 marzo, 2024
General

Arte y activismo para luchar contra los estereotipos del SIDA

Alfonso Baya en Arquitectura

La primera vez que Alfonso Baya (Huelva, 1982) acudió al médico para hacerse las pruebas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) quedó sorprendido por unos carteles que daban “un poco de miedo”. Es una anécdota, pero sirve para ilustrar el momento en el que despertó su interés por los estereotipos sobre el virus, así como la hipótesis que ha impulsado toda una década de trabajo culminado en la tesis.

‘El imaginario del SIDA en la cultura visual: construcción, significación y cuestionamiento a través de estrategias artísticas’ es el título del tratado de este investigador de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, que ha logrado el tercer Premio Tesis Doctoral del Centro de Estudios Andaluces. En ella, fronta el imaginario sobre el VIH desde un “posicionamiento vital” con respecto al tema.

Una de las conclusiones de Alfonso Baya es la asociación de esta enfermedad con el hombre homosexual, lo cual “invisibiliza a la mujer lesbiana”. Esta es la vinculación “más clara”, pero no la única. En su mayor parte, según destaca el investigador, estas construcciones visuales “responden claramente a las intenciones políticas que existían en los años 80 para estigmatizar al colectivo gay”. Tras el movimiento de liberación homosexual en Estados Unidos, en los años 70, Bayo relata que llegó una década “de castigo de los excesos”, una lectura política transferida a la esfera de lo visual.

Estas imágenes tienen unas características concretas en cada década, “unas corrientes de representación” con alusiones recurrentes “al inicio de una pendemia”. Queda reflejado en el cine, la televisión, la cartelería o las campañas de prevención. “El pensamiento visual es tan rápido que automáticamente lo que vemos lo tomamos como real”, argumenta Alfonso Bayo en relación al poder de convicción de las imágenes.

Y es aquí donde entran en juego las Bellas Artes como agentes capaces de desplazar al estereotipo, tanto desde un punto de vista analítico —estudiando la construcción de la imagen— como a la hora de crear “imaginarios distintos a esos”. El investigador, que recibirá una ayuda de mil euros del Centro de Estudios Andaluces, pide que los canales visuales se involucren “en un posicionamiento ético por encima de la estética”.

Compromiso personal

La implicación de Alfonso Baya llega más allá de la frialdad técnica de una tesis doctoral. “Yo estoy comprometido con una causa”, afirma el investigador, “me apasiona el tema de los imaginarios”.

Como ejemplo de esta fascinación, pone las referencias a los cuerpos en las campañas de prevención elaboradas por las instituciones públicas, que se ven obligadas “a mojarse” en todo tipo de inserciones en los medios a la hora de definir qué tipo de personas, en este caso afectadas por el SIDA, “son las mayoritarias”.

Pese a que no especifica el contenido ni la forma, el investigador de la Facultad de Bellas Artes asegura que no abandonará la línea de investigación relacionada con los estereotipos. Es decir, la labor de Alfonso Baya, a medio camino entre el mero carácter académico y el activismo a nivel personal, no se limitará a esta tesis.

Con respecto al premio recibido, el investigador resta importancia a la cuantía económica y valora en mayor medida el reconocimiento a su trabajo que supone esta mención autonómica.


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