La universidad es un instrumento de valor innegable para mejorar las aspiraciones personales, formativas, económicas y laborales de una persona que, en las últimas décadas, ha abierto sus puertas a un gran número de jóvenes. Sin embargo, este crecimiento del número de estudiantes universitarios no tiene, ni por atisbo, la misma magnitud entre el alumnado con diversidad funcional. El porcentaje de estudiantes con discapacidad se sitúa entre el 1 y el 2% de la población universitaria, siendo está cifra considerablemente mayor en países como Estados Unidos o Canadá al acercarse al 10%. Cabe preguntarse cuáles son los motivos y, sobre todo, qué podemos hacer las universidades para ampliar esta escasa presencia de estudiantes con diversidad funcional.
Con este planteamiento, en la Universidad de Almería hemos puesto en marcha, en el curso 2016-17, un plan de actuación que incide en los aspectos sociales también planteados por el Plan Bolonia. Así pues, perseguimos eliminar las barreras a la participación y favorecer la plena Igualdad en la vida académica y organizativa de la universidad. Las principales áreas de actuación se centran en la atención a los integrantes de la comunidad universitaria con diversidad funcional, el diseño de normativas y programas, la sensibilización del resto de alumnado, profesores, docentes y personal de administración y servicios, así como en el establecimiento de sólidas estructuras para la toma de decisiones y atención a la diversidad. Al mismo tiempo, trabajamos en propuestas de políticas transversales para formar y sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la situación, derechos y capacidades de las personas con diversidad funcional. La promoción de la accesibilidad en entornos físicos, didácticos y digitales es también una meta; sin olvidar el asesoramiento al profesorado sobre la accesibilidad del material docente y las adaptaciones curriculares.
La Igualdad de todas las personas es un reto social al que la Universidad no ha conformarse sólo con sumarse, sino que debe convertirse en impulsora.
Por Carmelo Rodríguez
Rector de la Universidad de Almería
@carmelorector