El pasado fin de semana la actividad en el Link by UMA, ubicado en el Rayo Verde, tuvo una actividad frenética. Durante 48 horas, cerca de 70 estudiantes de la Universidad de Málaga han pasado de tener una idea más o menos vaga a presentar un proyecto de negocio sólido.

Dos días en los que han contado con un grupo de mentores que les han ido guiando por los derroteros del mundo empresarial. No sólo han recibido ayuda, sino que han pasado de alumnos universitarios a auténticos empresarios. Han realizado estudios de mercados, prototipos de sus inventos, se han puesto en contacto con los organismos oficiales y empresas con las que tendrían que trabajar codo con codo de llevar a cabo sus proyectos y han realizado presentaciones que se alejaban de los trabajos grupales de la universidad para acercarse a las que tendrían que realizar frente a los encargados de ofrecerles la financiación para llevar a cabo el proyecto.
Al final solo puede quedar uno
Se presentaron un total de 12 propuestas de negocio que iban desde aplicaciones webs hasta aparatos de lo más variopinto. Los grupos, formados por cinco alumnos de la UMA, tenían cinco minutos para explicar al jurado el negocio que les había quitado el sueño esos días. Tras su presentación, el jurado disponía de otros tres minutos para realizar las preguntas que creían pertinentes para exprimir todo el jugo al negocio.
Tras casi dos horas de presentación de los proyectos el jurado se marchó a deliberar. En el salón de actos del Rayo Verde Rafael Ventura, vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento de la Universidad de Málaga invitaba a los jóvenes a seguir trabajando en sus proyectos, aunque no resultasen premiados en las instalaciones de Link by UMA. Los jóvenes, en mitad del ambiente festivo que se vivía en la sala, no tenían problemas en contestarle al vicerrector que el lunes ya estarían allí trabajando.
Premio a la innovación en el ocio
Se entregaron tres premios. El primero de ellos destinado a la mejor actitud emprendedora que recayó en la estudiante de la Facultad de Comercio y Gestión, Ángela Sarria. El premio fue un Ipad entrefado por la Fundación Minerva.
El siguiente de los premios fue el accésit otorgado por Promálaga en el que ofrecía durante seis meses al grupo ganador del galardón seis meses de trabajo en su incubadora empresarial, además de 50 euros a cada uno de los componentes del grupo para gastar en Cabify.

La idea que contará con este apoyo de Promálaga fue ‘Barcacoa’, una empresa que busca rediseñar el modelo de negocio de alquiler de embarcaciones de recreo en la costa mediterránea. Una de las ideas, que por cierto, durante la presentación del primer día encontró muchas carcajadas por parte del público asistentes y que los coordinadores del evento ya vaticinaron que, al final podría ser una de las mejores del concurso. Algo que resultó ser cierto después de que el grupo tuviese que solventar grandes problemas que el día anterior parecía que no iban a poder presentar su proyecto.

El primer premio del certamen también se otorgó a un grupo con una idea de negocio basado en el turismo. En este sentido, se trataba de ‘Escape Village’. Un negocio basado en las conocidas escape rooms pero en pleno entorno natural andaluz y con una duración mayor de la prueba. Este grupo, además realizó una presentación del proyecto un tanto diferente. Proyectaron imágenes de cómo podría ser la actividad, en la que además pretendían contar con los servicios que ofrecían los patrocinadores del evento. Una simbiosis empresarial que resultó de lo más interesante y que ayudaba a reducir los costes.