El ministro de Universidades, Manuel Castells, compareció ayer en el Senado para dar cuenta de la gestión de su cartera ministerial, incluyendo aquellas gestiones que se han lleva a cabo durante el período de Estado de Alarma con motivo de la COVID-19.
Durante estos meses el Ministerio de Universidades se ha centrado en los compromisos establecidos en el Acuerdo de Gobierno, concretamente en lo relativo a becas e igualdad en el acceso a los estudios superiores. Junto a ello, desde el organismo dirigido por Castells se ha trabajado en la adaptación del sistema universitario a la situación provocada por la pandemia, tanto para cerrar el curso 2019-20, como para preparar el próximo curso.
Entre las medidas más destacadas del Ministerio de Universidades durante estos meses se encuentra la nueva política de becas. Las ayudas han pasado a estar vinculadas a las rentas familiares, aumentando su financiación y agilizando su tramitación. Así, las ayudas al estudio se basarán en el nivel de renta, sin que se tenga en cuenta el mérito académico, siendo necesario para solicitarlas solo un 5 de nota de acceso a la universidad en el primer curso y, para el segundo y posteriores, superar un porcentaje de créditos ECTS, eliminando la nota media.
Asimismo se ha ampliado el umbral de renta 1 con vistas a que las ayudas lleguen a un mayor número de familias; queda equiparado al umbral de pobreza. Finalmente, se ha aumentado las cuantías fijas de las becas: en 100 euros por beca para los alumnos de Grado y Máster. A estas ayudas se suman la posibilidad de la exención de la matrícula universitaria para estudiantes a los que se hubiera denegado una beca, pero que sean beneficiarios de la prestación del Ingreso Mínimo Vital.
En cuanto a las tasas universitarias, siguiendo la línea de igualdad en todo el territorio, el pasado 5 de mayo el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Universidades, aprobó la derogación del sistema de horquillas para precios públicos de matrículas universitarias, que se introdujo en 2012. El objetivo de esta medida es reducir este año (2020-2021) las tasas de primera matrícula de Grado, y progresivamente el resto de las tasas de grado y las tasas de Máster. Con esta medida se fija un precio máximo para cada crédito que varía según el grado de experimentalidad en cada Comunidad Autónoma, con lo que se limita el nivel de precios, al tiempo que se reducirían las desigualdades entre Comunidades Autónomas.