Tras más de cuatro meses de su nombramiento, Manuel Castells, ministro de Universidades compareció en rueda de prensa la semana pasada. Ante los medios, se presentaron las medidas, ya acordadas por los rectores y rectoras, para hacer frente a las últimas semanas de curso.
Apelando a la autonomía de las universidades, y a las competencias de las mismas que residen en las Comunidades Autónomas, Castells subrayó en su intervención que su cartera es “un Ministerio para las universidades más que de universidades”. En esta línea se mantuvo durante toda la rueda de prensa, donde derivó cada responsabilidad a los diferentes organismos componentes. Destaca sin embargo su compromiso a reducir la incertidumbre, alegando que “ningún estudiante v a perder el curso por causa de la pandemia”.
Para presentar las medidas que harán factible esta afirmación, Castells remitió a la Conferencia General de Política Universitaria, donde están representados todas las Comunidades Autónomas. Este organismo habría consensuado de forma unánime una serie de recomendaciones elaboradas por todos, que darían origen al marco común de actuación. En este punto, Castells ha vuelto a subrayar la autonomía, siendo estas medidas solo consideraciones dispuestas a cada institución.
Como novedad, los estudiantes ha tenido un importante papel en las consideraciones generales, para lo cual el ministro se ha reunido con los principales representantes atendiendo sus demandas.
Todas las propuestas del Ministerio surgen como vía para adaptarse a la nueva situación generada por el COVID19. Un escenario ante el cual Castells señalaba que “cuando uno es ministro, se da cuenta de todas las fuerzas del mal que hay por ahí y hay que adaptarse”.
Listado de medidas: “El curso se acabará en los plazos establecidos en docencia y en evaluación”
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Docencia virtual
Con esta primera medida, se establece la docencia virtual como la única posibilidad para continuar con las clases. Las mismas terminarán siguiendo el calendario académico de cada universidad. en este punto Castells, ha puesto en valor el esfuerzo de las universidades para adaptarse al nuevo sistema, de forma rápida y creando una base para el futuro con una capacidad tecnológica y pedagógica para adecuados a las situaciones.
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Recursos tecnológicos
Para asegurar la docencia virtual, desde el Ministerio de Universidades junto a la CRUE, se ha creado un portal para dotar de recursos e información a la comunidad educativa. Las posibles evaluaciones deberán adaptarse a las condiciones tecnológicas de los alumnos y alumnas, asegurando que estos puedan acceder a las plataformas y disponer de los recursos necesarios. También debe tenerse en cuenta las condiciones pedagógicas del personal docente así como las psicológicas, pues esta última afectaría de lleno al trabajo desempeñado por todas las partes.
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Colaboración con las agencias de calidad
Para verificar y evaluar la calidad de las enseñanzas que se den durante esta etapa, desde el Ministerio se trabaja tanto con la ANECA como con las agencias de calidad y evaluación de cada Comunidad Autónoma. Con esta medida se busca proteger la calidad de los títulos que se otorguen durante la pandemia, sin que estos pierdan valor en el futuro. En este sentido Castells subraya como “las agencias de evaluación son los garantes de lo que se está haciendo es correcto”
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Evaluación flexible pero clara
Las evaluaciones finales deberán ser flexibles pero seguir unos criterios claros, para asegurar su correcto desarrollo por parte de los estudiantes. Así, desde el Ministerio se proponen tres fórmulas:
- Exámenes online: esta medida sería adoptada por aquellas universidades dependiendo de sus capacidades tecnológicos y pedagógicas.
- Evaluación continua: teniendo en cuenta lo que ha pasado a lo largo del curso tanto presencial como no presencial. Esta sería una de las medidas más probable.
- Evaluaciones presenciales: dependen de los criterios sanitarios. Las universidades, en su mayoría, los han descartado. en el caso de hacerlos deberían respetarse el distanciamiento social y las medidas de seguridad.
Para cada medida, el Ministerio alienta a las universidades a consultar con sus comunidades educativas, especialmente con los estudiantes. Esta recomendación viene sostenida por la afirmación del ministro de que “las universidades son para los estudiantes”.
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No al aprobado general
Adaptarse a las necesidades tecnológicas, pedagógicas y psicológicas no significa aprobado general. Esta posición se defiende por la injusticia que supondría para los estudiantes que “están matándose para todavía aprender, examinarse y avanzar el curso en condiciones dignas”.
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Prácticas
La recomendación pasa porque aquellas que corresponde a cursos que no se van a evaluar pasen al curso próximo. En el caso de las que sí constan en la evaluación de este curso y de las que depende la graduación, el criterio fundamental es que nadie deje de graduarse por los problemas generados por la pandemia. En este último caso se atiende de diferentes formas:
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- Prácticas que se han llevado a cabo en un amplio porcentaje (a criterio de cada universidad): se considerarían como completadas.
- Prácticas no completadas (a criterio de cada universidad): podrán, eventualmente, extenderse al mes de julio.
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Convalidación de títulos universitarios extranjeros
Convalidación de 550 títulos de personal médico y personal sanitario para estar a disposición de los hospitales y centros que lo necesitan.
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El curso próximo
Todo depende del estado sanitario. En principio será un curso que se debería abrir en los plazos normales, a los que habrá que adaptar la presencialidad siguiendo las medidas sanitarias.