Hoy en día se podría encontrar algún pueblo de la provincia sin espacios verdes, pero es muy difícil que por ellos no pase una rambla. Un espacio sobre el que, poniéndolo en valor al convertirlas en corredores verdes urbanos que constituyan ciudades más sostenibles y aporten beneficios a las zonas urbanas mejorando el medio ambiente, van a hablar numerosos expertos en el Curso de Verano de la UAL ‘Gestión sostenible de los corredores y vías verdes urbanos en la provincia de Almería’, que tendrá lugar en el municipio de Dalías del 10 al 12 de julio y cuyo plazo de inscripción sigue abierto.
En este sentido, Esther García Luque, directora del curso estival de la institución almeriense, explica que las ramblas son “las venas de nuestro territorio, las cuales hay que cuidar porque llegan al mar”. Por ello, su puesta en valor y limpieza ayudará a mantener limpios los mares pues “sabemos que el mar Mediterráneo es de los más contaminados. Pero el mar no empieza en la orilla de la playa, comienza en nuestras ramblas y nosotros somos los que participamos en que nuestro mar esté limpio o no”. En estos momentos las ramblas, insiste, “están muy deterioradas y se utilizan como escombreras o como carreteras”; por eso es necesario hacer un uso natural de ellas pudiendo transformarlas en “espacios verdes, con flora, vegetación y agua, manteniendo su valor ecológico”. Son espacios que están ahí y no hay que crearlos, “simplemente conservarlos, apoyarlos y restaurarlos”, comenta Esther García.
Por unas ciudades más sostenibles
La importancia de hacer un curso como éste en pro de unas ciudades más sostenibles, nacido en la Universidad de Almería y dirigido a técnicos de gestión urbanística, jardinería y a estudiantes de Ciencias Ambientales e ingeniería; radica en que “va a permitir conocer la importancia de poner en valor estas vías verdes, de hacerlas espacios en los que todo el mundo pueda disfrutar de las funciones ecológicas que tienen y también es importante este curso porque estamos en un momento crucial para cuidar la biodiversidad”, señala Manuel Sánchez, también director del curso de verano.
Así, las características ambientales de las ramblas (vegetación y presencia de fauna) hacen posible la viabilidad de los ecosistemas, ya que cuando no se encuentran en contacto unos de otros, tienden a degradarse. No hay que olvidar el beneficio que aporta la vegetación en zonas urbanas, pues contribuye a la reducción del carbono en la atmósfera, mejorando la calidad del aire, disminuyendo el gasto energético, mejorando el control de la temperatura y reduciendo el efecto invernadero. En definitiva, haciendo las ciudades más sostenibles. :
En este punto, la preocupación por el medio ambiente y la necesidad de encontrar el modelo de desarrollo sostenible lleva a las administraciones a implantar nuevas políticas y nuevos proyectos. Para ello es imprescindible tener en cuenta un diseño sostenible y de calidad, y un uso social con participación ciudadana en los espacios verdes. Algunos de los beneficios de los corredores verdes son que generan microclimas, ya que la radiación que reciben la convierten en energía química, y reducen la emisión calórica porque la sombra que proyectan las plantas y árboles incrementan el confort ciudadano y mejora las condiciones del entorno de los edificios, lo que provoca un menor consumo energético por la climatización y las transforma en ciudades más sostenibles.