Seis días se cumplen desde que el pasado jueves un grupo de aproximadamente cien estudiantes constituyeran una asamblea independiente de cualquier sigla y ocuparan la biblioteca de la Facultad de Ciencias de Universidad de Granada. Ahora la Conferencia de Decanos y Directores de Centros de la UGR se han manifestado.
Los jóvenes estaban motivados por las fallidas huelgas educativas que recientemente han ocurrido y pretendían llamar la atención del Rectorado granadino con el objetivo de que trabajarán y cumplieran cinco reivindicaciones básicas; votación vinculante para decidir las modificaciones del calendario de exámenes; facilitación de una acreditación del B1 gratuita, tanto en formación como en examen; que el profesorado proporcione el temario completo y gratuito, sin necesidad de imprimirlo obligatoriamente debido a la Ley de Propiedad Intelectual; ampliación del horario de las zonas de estudio, y finalmente, instauración de baños multigénero en las diferentes facultades como ya se hace en la Facultad de Bellas Artes.
Desde entonces y según un comunicado enviado por la UGR se han producido un total de 8 reuniones con algunos representantes de la asamblea de estudiantes, con el objetivo de negociar su posible salida de la biblioteca, “un espacio crucial para el desarrollo de la actividad cotidiana en la facultad”, expresaban desde la institución. Quizá por ello son muchos los estudiantes que critican a los sublevados e incluso piden firmas para que sean desalojados de la biblioteca.
A pesar de que tanto la Delegación General de Estudiantes (DGE) como la Delegación de Estudiantes de Ciencias han querido desvincularse del movimiento, otras delegaciones de estudiantes como la de Filosofía y Letras o la de Ciencias Políticas, han emitido varios comunicados en los que manifiestan su apoyo a la asamblea responsable del encierro y su posición “en contra de toda represión o represalia” que se tome sobre estos estudiantes.
Por otra parte, en las últimas horas, la Conferencia de Decanos y Directores de Centros de la UGR también se ha posicionado acerca del conflicto, enviando un comunicado en el que rechazan “rotundamente la ocupación de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias como medida de presión”, asegurando que “La libertad de unos atenta contra la de otros cuando les impide hacer uso de un determinado servicio” y dejando claro que “la Universidad de Granada, como no podría ser de otro modo, está abierta a escuchar a nuestros estudiantes y a trabajar para hacer una mejor universidad para todos, pero no de esta forma”, expresaban.
Así pues, muestran su “apoyo total y firme” tanto a la comunidad universitaria afectada por esta “rechazable situación”, como a la Decana de la Facultad de Ciencias, Mª Carmen Carrión Pérez, que según la Conferencia “está haciendo todo lo posible para que el diálogo permita una evolución adecuada y pacífica del conflicto”
Además, indican que la universidad sí tiene interés de que el estudiantado exprese su opinión “La universidad tiene numerosos cauces mediante los cuales cualquier miembro o colectivo de la comunidad universitaria puede reivindicar y realizar propuestas que pretendan contribuir a la mejora de nuestra institución”, argumentaban.
Por tanto, concluyen que tienen una “disposición abierta, respetuosa y dialogante para escuchar y apoyar cuantas iniciativas surjan del colectivo estudiantil”.
El desalojo de la biblioteca está muy cerca
Durante el pasado martes se produjeron distintos contactos entre representantes de los estudiantes encerrados y miembros del equipo de gobierno y de la comunidad universitaria, en los que continuaron las conversaciones “en busca de una solución dialogada que permita el restablecimiento de la normalidad académica”, explicaba la UGR en un comunicado.
Por su parte, los responsables de ‘Encierro UGR’ han expresado a través de su cuenta en Twitter que han abierto oficialmente el proceso negociador, asegurando que en dicho proceso “la UGR va a sentar a un grupo negociador capacitado para tratar cada punto propuesto, y por otro lado, la asamblea sentará a una comisión especializada en cada uno de ellos”, expresaban.
Gracias a este nuevo proceso negociador se conformarán “unas garantías mínimas y una hoja de ruta en la que se seguirá trabajando para un desarrollo próspero y participativo de la comunidad universitaria”, concluyendo por tanto que “si finalmente la negociación concluyese con éxito, se procederá a la salida de la biblioteca por parte de la asamblea”, revelaban.
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