Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han demostrado que moléculas aisladas de la especie vegetal Tropaeolum tuberosum, “Mashua”, tienen actividad anticancerígena sobre las líneas celulares tumorales de pulmón, riñón, vejiga y próstata. El trabajo, publicado en la revista Phytochemistry, abre las puertas a una posible nueva terapia contra el cáncer.
Por sus inusuales características químicas, los productos naturales vienen funcionado como andamios para el desarrollo de nuevos fármacos con un enorme potencial terapéutico. Además, estas moléculas muestran una mayor eficiencia sobre dianas específicas. Actualmente, se estima que más del 60% de los medicamentos contra el cáncer son de origen natural. Dentro de las especies vegetales con potencial anticancerígeno, destaca Tropaeolum tuberosum (Mashua). Esta especie crece a altitudes de 3.800 metros sobre el nivel del mar, expuesta a condiciones climáticas extremas como suelos pobres, con un pH ligeramente ácido y exposición a radiación ultravioleta.
Estas condiciones extremas hacen que la planta genere una serie de moléculas muy diferentes a las que se generan en condiciones normales. Ahora, un equipo de químicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) —que desde el año 2015 viene trabajando en el aislamiento de moléculas de diversas especies vegetales de la cordillera de los Andes— ha logrado aislar y describir por primera vez estas moléculas.
En su trabajo, publicado en Phytochemistry, los investigadores describen el proceso de aislamiento y caracterización de las moléculas “2-bencil-3-tioxohexahidropirrolo [1,2- c] imidazol-1-ona (1)” y “N-(4-acetil-5-metil-5-fenil-4,5-dihidro-1,3,4-tiadiazol-2-il) acetamida (2)”, identificadas en los tubérculos negros de Tropaeolum tuberosum, recolectados en la provincia de Ingavi, en el departamento de La Paz, Bolivia.
De acuerdo con los autores, estas moléculas tienen actividad anticancerígena sobre las líneas celulares tumorales de pulmón, riñón, vejiga y próstata. “La primera de las moléculas —afirman mostró una ligera actividad citotóxica frente a todas las líneas celulares tumorales ensayadas. Por su parte, la segunda mostró un potencial anticancerígeno significativo, matando las células cancerígenas incluso a concentraciones micromolares”.
Las moléculas fueron caracterizadas mediante análisis espectroscópicos de resonancia magnética nuclear (RMN) y espectrometría de masas (EM), y fueron evaluadas por su citotoxicidad y capacidad apoptótica.
Apuesta por productos naturales
La apuesta por los productos naturales como agentes terapéuticos ha llevado al tratamiento de un amplio espectro de enfermedades durante miles de años, desempeñando un papel importante en la satisfacción de las necesidades básicas de las poblaciones humanas.
Entre las diferentes enfermedades que afligen a la humanidad actual, el cáncer es una amenaza creciente de salud pública, particularmente en los países desarrollados, y se espera que su frecuencia asociada a las muertes aumente en los próximos años. Este problema está directamente asociado con el envejecimiento de la población y la consolidación de conductas que contribuyen a incrementar el riesgo de cáncer. Además, la resistencia de las células tumorales a los fármacos sintéticos, la toxicidad significativa de estos y sus efectos secundarios, hacen más urgente el desarrollo de nuevos fármacos antitumorales.
Dado que el cáncer es una enfermedad multifactorial y multidireccional que no se puede prevenir con terapias monodireccionales, la investigación sobre productos naturales anticancerígenos está abriendo las puertas a nuevas alternativas muy prometedoras.
El trabajo lo firman los profesores Luis Apaza T. y Ángel Rumbero S., junto a la investigadora Julia Arnaiz Sebastián (UAM), en colaboración con la doctora Andreea Madalina Serban del Hospital Universitario Maria Sklodowska Curie.