El grupo de ‘Ingeniería de Sistemas Integrados’ de la E.T.S. I de Telecomunicación de la Universidad de Málaga, especializados en visión artificial y robótica asistencial, han diseñado un novedoso sistema de detección de ojos que permite capturar imágenes nítidas del iris a dos metros de distancia y sin necesidad de que la persona se detenga.
Se trata de un paso importante en el desarrollo de sistemas no invasivos de identificación biométrica por reconocimiento del iris, ya que suma una mayor capacidad de procesamiento, con un menor consumo de energía y, además, se ha conseguido reducir el tamaño físico del sistema, que pasa a ser un sistema empotrado con una única cámara, de muy alta resolución, en lugar de varias cámaras conectadas a sus respectivos ordenadores.
“Su principal ventaja es que funciona con la persona en movimiento y a dos metros distancia, es decir no necesita que la persona se detenga ante la cámara para ser identificada, sino que es capaz de capturar el iris mientras está caminando”, afirma el ingeniero de la UMA Adrián Romero, uno de los autores del estudio.
Asimismo, el experto explica que el sistema de detección de ojos desarrollado es capaz de analizar más de 700 imágenes por segundo, aunque, debido a pasos posteriores de filtrado y evaluación, se reduce la tasa a unas 88 imágenes por segundo. “Hay que tener en cuenta que en el sistema anterior se trabajaba tan solo con una veintena, por lo que el salto cuantitativo es enorme”, añade el profesor Antonio Bandera Rubio, perteneciente a este grupo de I+D+i de la UMA.
Tecnología futurista
El resultado es una cámara ‘inteligente’ de última generación, desarrollada en tecnología ‘Multi-Processor System-om-Chip’ (MPSoC), con nuevas aplicaciones en múltiples campos como el de la seguridad, la justicia o la salud.
El iris como huella dactilar
Este trabajo ha sido publicado recientemente en la revista científica ‘Expert Systems with Applications’ y forma parte de una arquitectura para identificación biométrica basada en reconocimiento de iris que, desde hace más de una década, se viene desarrollando con la empresa ‘SHS Consultores’ a partir de contratos de transferencia gestionados por la OTRI de la UMA.
Su implementación comercial es el siguiente objetivo, en busca de convertir el iris en la nueva huella dactilar, facilitando así la seguridad en controles de acceso o aforo y siempre en espacios en los que se especifique previamente la vigilancia.