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24 abril, 2025
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Dos semanas de competición y un legado eterno para Granada

Pebetero Granada 2015

La nieve caía copiosa el 4 de febrero de 2015, cuando la atleta y estudiante de Medicina en la UGR Patricia Muñoz acercó el fuego tímido de su antorcha a un pebetero que prendió, desafiando al frío polar, para dar por inaugurada la 27ª Universiada de Invierno. Un año ha pasado ya desde que Granada 2015 acercara al sur de Europa los deportes de invierno, más allá de la nieve de Sierra Nevada.

“Si nos dicen de organizar unos Juegos Olímpicos, aquí estamos preparados”. El gerente de la Universiada, Ignacio Pipó, considera que los juegos universitarios de invierno fueron el mayor evento que Granada ha puesto en marcha, por su carácter multidisciplinar y volumen de participantes a todos los niveles. Lo ha hecho “con nota, con mucho esfuerzo, con mucho trabajo de gente desinteresada en muchos casos”. Todo ello a pesar de las dificultades.

La crisis económica descompuso año a año un presupuesto que llegó a contemplar la construcción de una villa universitaria para alojar a los atletas. A esto se unió la imposibilidad, por la normativa de protección medioambiental, de reformar el Puerto de la Ragua para acoger las pruebas de esquí de fondo y biatlón, que se celebraron en Eslovaquia en una primera fase de la Universiada. También estuvieron a punto de quedar fuera de Granada las competiciones de patinaje artístico y patinaje de velocidad, que llegaron a plantearse en Antequera hasta que el último equipo directivo logró sacar adelante el proyecto del Iglú Granada 2015, una instalación temporal. «La inversión en Antequera para acondicionar la pista de patinaje y velocidad se nos iba a 400.000 o 500.000 euros de inversión. Más todo lo que después perdíamos al tener a 400 deportistas allí, dinero que no ingresábamos en la ciudad. La inversión del Iglú, que no llegó a 350.000 euros, redundó en el beneficio de la ciudad», explica Ignacio Pipó.

En el Iglú había colas «desde por la mañana hasta por la noche» para completar los 1.500 asientos. Unas 90.000 personas pasaron por las sedes de competición. “Es una satisfacción personal que tiene todo el equipo: ver las instalaciones llenas y la gente disfrutando de los deportes de hielo”, relata Ignacio Pipó, «en la vida lo habíamos visto». Este es uno de los puntos que sustentan el balance “muy positivo” que el gerente ofrece un año después. El segundo de ellos es el legado, en especial el que dará continuidad a la práctica sobre hielo en la capital: el Pabellón Mulhacén. Con respecto a Sierra Nevada, su futuro «es seguir haciendo eventos mucho más grandes que la propia Universiada».

También hace referencia a la repercusión en el tejido empresarial local. El uso de los hoteles del centro de la ciudad como villa universitaria, algo poco común en universiadas anteriores, revirtió en beneficios para el sector hostelero. “Ese fue uno de los grandes aciertos que tuvimos, cómo conjugar la villa dentro de la ciudad”, asegura Pipó, quien reconoce también la labor de sus antecesores en este sentido. Los hoteles, comercios y restaurantes recibieron un respiro “en un mes de febrero que es temporada baja en Granada”. También la gremial del taxi, que asumió buena parte del transporte oficial del evento, solución que las delegaciones y la propia Federación Internacional de Deporte Universitario (FISU) valoraron positivamente.

De hecho, es una de las cuestiones por las que los comités organizadores de Almaty 2017 y Krasnoyarsk 2019 se han interesado. «Al ser una ciudad de 250.000 habitantes en la que todo está muy cerca, para nosotros fue muy fácil. El problema es que ellos tienen que alquilar o tener una flota de cerca de 400 coches». A día de hoy, un año después, buena parte de los taxis granadinos todavía no han retirado las pegatinas de ‘Uggi’ con las que se ataviaron para la Universiada.

Encendido del pebetero de la Universiada (13)
La estudiante de Medicina de la UGR Patricia Muñoz encendió el pebetero de Granada 2015

«Afortunadamente, en la ciudad siempre ha habido grandes competiciones», valora el responsable de Granada Eventos Globales (GEGSA). El Mundobasket 2014, o el Campeonato Mundial de Tiro que se celebraron en los meses previos a la Universiada son un buen ejemplo. La «gran planta hotelera» de la ciudad —más de 15.000 camas—, las «instalaciones muy buenas y muy cerca unas de otras que tienen Ayuntamiento y Junta de Andalucía», aminoran, de acuerdo con las palabras del gerente, el coste organizativo para los eventos. «Nosotros conseguimos reducir un presupuesto que estaba en 16 millones de euros a sacar un evento de estas características que no llegó a 5». Pese a las facilidades de la ciudad, reclama «más inyección de dinero público o privado para seguir celebrando eventos deportivos».

El 14 de febrero de 2015 finalizó una cita cuyo impacto directo en la capital se calculó en 6 millones de euros, mientras que el retorno económico de los universitarios que vinieron a competir está valorado entre 4 y 5 millones de euros. «Prácticamente todo el dinero que gastamos se quedó en Granada», asegura Pipó. Mientras finalizan los últimos estudios de impacto, el gerente de la Universiada de Invierno menciona también el retorno a largo plazo de jóvenes que acudieron al evento y volverán dentro de unos años a visitar la ciudad.

En las próximas semanas está prevista la liquidación de la Asociación Universiada de Invierno Granada 2015. “Estamos pendientes de que todas las administraciones terminen de poner el dinero de la cuota extraordinaria de coste de la Universiada”, explica Ignacio Pipó. En el mes de septiembre, El Mundo publicó las reticencias de la Junta de Andalucía a aportar los cerca de 900.000 euros, según la información publicada por este diario, que requería el comité ejecutivo. «Me temo que la Junta está dando muestras de que no quiere pagar, al menos en un futuro inmediato», dijo el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero.

Las últimas palabras de Ignacio Pipó en su entrevista para Aula Magna son de agradecimiento para el personal que sacó adelante el evento. Desde los trabajadores de la Concejalía de Deportes a los miembros del programa Pimas de inserción laboral, «personas que estaban dispuestas a trabajar, a aprender, y que desarrollaron una labor profesional».

Queda el legado

Con la perspectiva que han otorgado estos doce meses, en los que parte del Comité Organizador ha proseguido su marcha para cerrar las cuentas del evento, el balance de las administraciones tiene como objeto principal el legado. Tres ejes vertebraron desde un principio el proyecto a largo plazo: el voluntariado, la afición por los deportes de invierno y las infraestructuras. Pese a las variaciones a las que este último eslabón se vio sometido desde la elección de la sede en 2009 hasta la celebración de la Universiada, los requisitos técnicos a los que debía hacer frente han culminado en tres instalaciones deportivas: el Pabellón Mulhacén, el Pabellón Universiada y varias mejoras en Sierra Nevada, entre ellas la Pista Universiada.

En el Pabellón Mulhacén confluyen dos de los objetivos del legado. Por un lado, la propia infraestructura, abierta para los granadinos desde que finalizó el evento. Por otro, la integración de los deportes de hielo en la oferta municipal. “El Pabellón Mulhacén está funcionando divinamente, está haciendo las delicias de la gente”. Son palabras del todavía gerente de la Universiada, Ignacio Pipó, que considera “un gran acierto” el uso que se ha dado a posteriori a este recinto que hace un año acogía los encuentros femeninos de hockey hielo.

Pabellón Mulhacén
El Pabellón Mulhacén oferta cursos de hockey y patinaje artístico, además de sesiones libres

Ahora, la empresa Don Patín explota la pista, abierta durante los meses de invierno para el patinaje libre y las escuelas municipales de hockey y patinaje artístico. Cerca de 10.000 escolares acudieron a la pista durante el curso pasado en el marco de las actividades de promoción, y más de 2.000 son las plazas que este año se han puesto a disposición de los granadinos que se quieran iniciar en el hockey o el patinaje. Las sesiones públicas y los cumpleaños han acercado el ocio bajo cero a los más jóvenes, que en las tardes de los viernes completan el aforo de 400 personas que permite la capa de hielo.

Situado junto al Palacio de Deportes, cuenta con capacidad para 300 espectadores. Con un presupuesto cercano a los 4 millones de euros, acogió la competición de hockey hielo femenino. La pista de hielo instalada en su interior se retira, debido al calor, durante los meses de verano, cuando está previsto que acoja actividades de índole deportiva y cultura

Pista Universiada
La pista Universiada, ubicada en Sierra Nevada.

“Evitar interferencias entre el esquí comercial y el de competición” fue la premisa con la que Sierra Nevada afrontó la Universiada y las reformas que con motivo de la misma abordó la estación de esquí. Así lo definió la consejera delegada de CETURSA, María José López. Fruto de ello fue la pista Universiada, que acogió las pruebas de esquí alpino. Este tramo homologado por la Federación Internacional de Esquí alcanza una pendiente máxima del 49%. En su uso de competición no interrumpe la afluencia de visitantes que se deslizan por la nieve entre las zonas de Borreguiles y Pradollano. Durante la temporada está abierta al público. La construcción del telesilla Emilio Reyes, una nueva balsa para la producción de nieve artificial o la pista Visera también serán seña del paso de la Universiada por Sierra Nevada, gracias a una inversión de 10,5 millones de euros.

A 2.825 s.n.m. se encuentra la salida de la pista Universiada en su máxima extensión, la de la modalidad de super gigante. El presupuesto total de construcción de las infraestructuras que se utilizaron en Sierra Nevada durante la Universiada supera los 10 millones de euros. Las mejoras están a disposición de los esquiadores comerciales y además cumplen los requisitos para albergar competiciones oficiales.

Por parte de la Universidad, la gran apuesta en infraestructuras fue el Pabellón Universiada, situado en el Campus de Fuentenueva. La instalación que acogió las pruebas de curling es la única que todavía no está a pleno rendimiento. Acoge durante estos días entrenamientos de la selección universitaria de taekwondo y cursos de patinaje en línea, de forma provisional. Además, las peñas deportivas y usuarios del campo de fútbol, según fuentes oficiales de la UGR, hacen uso de los vestuarios en franjas horarias concretas.

Pabellón Universiada
El Pabellón Universiada se sitúa en el Campus Universitario de Fuentenueva.

 

El material de los pabellones 1 y 2, los más antiguos de Fuentenueva, ya se ha trasladado a los almacenes del Universiada. En abril está previsto que se instale el parqué multideportivo y los nuevos vestuarios. También está pendiente el acondicionamiento de dos salas para actividades de fitness y baile. “A medio-largo plazo”, el pabellón se convertirá en un centro deportivo —con salas de cardio, musculación y multifuncionales— abierto a los granadinos “que fomente las relaciones sociales y profesionales”. Asimismo, acogerá el área técnica y administrativa del Centro de Actividades Deportivas de la UGR.

Con una cifra que rondó los 6 millones de euros, la UGR ejecutó las actuaciones necesarias para la competición de curling, rebajando el presupuesto desde los 17 millones de euros. Próximamente, según ha informado la Universidad, se acondicionarán dos salas de fitness y se establecerá el área administrativa del Centro de Actividades Deportivas. Vestuarios y pavimento están en proceso de adjudicación.

A por el segundo campeonato del mundo absoluto

Tras la Universiada, el próximo gran evento deportivo al que hará frente la estación de esquí de Sierra Nevada es el Campeonato del Mundo de Snowboard y Freestyle Ski, previsto para marzo de 2017. Será el segundo acontecimiento de esta categoría que se celebra en el macizo granadino, que ya acogió en 1996 —hace 20 años—los mundiales de esquí alpino.

Snowboarder
Snowboarder sobre las cimas de Sierra Nevada en la Universiada de Invierno

 

En total son 14 las disciplinas deportivas que, entre uno y otro deporte, se darán cita en Sierra Nevada, cuyas instalaciones están ya prácticamente acondicionadas para la organización del campeonato. La Loma de Dílar, con uno de los half-pipes más grandes de Europa como bandera, con sus 165 metros de longitud, será el epicentro de un espectáculo que en España se podrá seguir a través de Teledeporte.

Cuatro españoles aspiran a llegar a los Campeonatos del Mundo con opciones de trofeo: Queralt Castellet, medalla de plata en Granada 2015; Lucas Egibar; Regino Hernández, y Laro Herrero.

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