Son solo las 6:00 de la mañana y las primeras luces del alba empiezan a iluminar los restos de la tumba AT-28, localizada en el marco incomparable de la zona del Asasif Norte, junto al Templo de Millones de Años de Hatshepsut, en Deir el-Bahari. Allí, bajo unos toldos y con la sonrisa propia de la juventud y las ganas de aprender se encuentra Mario Méndez Vázquez, un joven arqueólogo miembro del Equipo del Proyecto Visir Amen-Hotel Huy y Doctorando de la Universidad de Málaga.
El calor del desierto solo lo pueden comprender quienes lo han vivido, pero este es solo una prueba más para los amantes de la arqueología, quienes cada día demuestran su pasión y sorpresa por cada pieza encontrada, por cada resto y por cada momento vivido en uno de los yacimientos más importantes de la historia de Egipto. Mario Méndez trabaja bajo la dirección de Francisco Martin-Valentin y Teresa Bedman, formando parte del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto y con una misión clara: excavar, restaurar y poner en valor el patrimonio de Egipto. Una labor de la que agradece poder formar parte, pues tal y como señala “es una oportunidad única a la que ansían aspirar profesionales de diversas ramas. Poder excavar un lugar arqueológico con más de 3000 años de antigüedad, tocar sus piezas, estudiarlas y en definitiva, contribuir en el conjunto de los trabajos que se están desarrollando, es una experiencia inigualable y que te hace mejorar profesionalmente”.
De su experiencia en Lúxor, como arqueólogo y doctorando, señala multitud de momentos, pero para conocerlo más a fondo, tanto a él como a su trabajo, preferimos que sea su voz la que muestre su vida entre las dunas y el sol de Egipto.
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¿Qué destacas del lugar en el que estas trabajando? ¿Hay algún hecho histórico o algún antecedente que te llevara a solicitar estar trabajando allí?
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La tumba AT-28, en la cual trabajamos, está localizada en el marco incomparable de la zona del Asasif Norte, junto al Templo de Millones de Años de Hatshepsut, en Deir el-Bahari. Como se ha comprobado a partir de los hallazgos realizados en las sucesivas campañas, la tumba fue reutilizada hasta Época Romana. En la Campaña de 2013 se pudo constatar que durante el propio proceso constructivo de la tumba se llevaría a cabo una destrucción sistemática de la misma, alrededor del año 30 del reinado de Amen-Hotep III. Además, se hallaron inscripciones pertenecientes a las columnas centrales de la Capilla en las que se podía leer el nombre de coronación y el nomen de Amen-Hotep III frente al de Amen-Hotep IV (futuro Aj-en-Aton), formando un conjunto de cuatro columnas, importantes por constatar la existencia de una corregencia entre ambos.
El gran descubrimiento se produjo en las Campañas de 2014 y 2015, cuando salió a la luz un enterramiento intacto perteneciente a una Cantora del dios Amon-Re. Un año más tarde salía a la luz un enterramiento intacto de un Sacerdote Uab del Templo de Amón de Karnak llamado Anj-ef-(en)-Jonsu, de la Dinastía XXII. Estos descubrimientos hacen que la Tumba del Visir Amen-Hotep, Huy sea un yacimiento de suma importancia a nivel mundial. A esto se le suman los otros muchos hallazgos que se han realizado y que han podido aportar luz a una tumba que ha sido reutilizada desde la Dinastía XVIII, aproximadamente por el año 1350 a.C., hasta Época Greco- Romana, siglos II- III d.C.
Egipto: estudio y experiencia
En tu caso cuentas con el apoyo de las bolsas de estudios del Vicerrectorado de Estudiantes, ¿qué supone esta ayuda?
El apoyo del Vicerrectorado de Estudiantes con las bolsas de estudios, supone todo un alivio económico que nos permite disfrutar de una experiencia plena y satisfactoria de nuestra estancia en Luxor y que nos ayuda a asumir todos los gastos del día a día.
¿Desarrollas tu trabajo con otros estudiantes? ¿Qué tipo de relaciones se mantienen con el resto de equipos de excavación?
Desarrollamos nuestro trabajo con un equipo multidisciplinar en el que existe, además, una Field School, compuesta por estudiantes a los que se les enseña todo el sistema de excavación, registro, catalogación y dibujo arqueológico.
Las relaciones con otras misiones arqueológicas son cordiales. En nuestro equipo, tenemos el honor de tener como miembro al Director del Instituto de Estudios Orientales de la Universidad de Chicago, el Dr. Raymond Johnson. Además, esta misma Institución celebra cada año Halloween en la casa de la misión americana donde tenemos la oportunidad de relacionarnos con todas las misiones que en ese momento se encuentran trabajando en Luxor.
¿Cómo es el día a día de un arqueólogo?
Las jornadas de trabajo comienzan a las 06:00, aún cuando el sol no ha hecho acto de presencia, hasta las 14:30 aproximadamente, con un pequeño descanso para reponer fuerzas a las 10:30. Trabajar en un yacimiento arqueológico es sistemático, todo está conformado en base a una metodología y una jerarquía que se debe seguir rigurosamente, para el buen progreso de la excavación. Existen varios niveles dentro de la misma, desde el proceso de excavación propiamente dicho, hasta la zona de laboratorio y almacenaje. No obstante, las jornadas son duras porque el trabajo es manual y las condiciones del desierto acrecientan las dificultades. El resto de la tarde la tenemos libre, aunque siempre sacamos alguna hora para trabajar en casa, con el dibujo arqueológico, con el registro y la documentación de las piezas o con la investigación y el estudio de nuestra tesis doctoral.
Desde mi llegada al Proyecto Visir Amen-Hotep, en el año 2016, no puedo contabilizar las numerosas experiencias significativas que me ha aportado la excavación, por ello se hace difícil quedarme con un solo momento especial de esta experiencia. Desde el hallazgo de cuentas de fayenza hasta el descubrimiento de pequeños amuletos, son momentos especiales por el simple hecho de estar aportando descubrimientos o ayudando a que se produzcan y, con todo ello, arrojar nuevos datos a la historia de los antiguos faraones.
Sin duda alguna, quizás el momento más significativo fue cuando en el año 2017, al finalizar la campaña apareció una estela con inscripciones jeroglíficas de gran calidad. Por ello, cuando la vi por primera vez creía que era un souvenir para gastarnos una broma a los que nos encontrábamos en el departamento de registro y documentación. Cuando ya vimos la pieza, comprendimos de la importancia de la misma y todos los datos que arrojaría para el estudio de la Tumba del Visir Amen-Hotep, Huy.
¿Qué requisitos son indispensable para hacer frente a un trabajo como el que estáis desarrollando en Luxor?
En cuanto a lo profesional, se exige que los integrantes del equipo sean licenciados o graduados, pues los trabajos que se desarrollan en el yacimiento requieren de profesionales de diversas índoles, conformando así un equipo multidisciplinar, integrado por egiptólogos, arqueólogos, antropólogos, historiadores, historiadores del arte, restauradores y conservadores, arquitectos, etc. Esto permite que el proyecto tenga una base de trabajo sólida y pueda abarcar conclusiones científicas de mayor calidad.
Aunque sin duda alguna y tal como decía nuestro compañero Sergio Sistac, “lo primero de todo, ilusión”. Es algo indispensable, sentirse atraído por Egipto.
¿Cómo es trabajar en un espacio que guarda tanta historia?
Trabajar en Egipto siempre es especial pues día a día estamos completando piezas de un puzzle inmenso que nos permite estudiar nuestra historia. Cuando regresamos de Egipto y queremos contar cómo es el trabajar en este sitio tan privilegiado, resulta difícil encontrar las palabras adecuadas para ello. Sin duda, lo único que puedo decirles es que trabajar en Egipto y, en concreto en la AT-28-, correspondiente con la misión llevada a cabo por el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, es un sueño hecho realidad y que recordaremos toda la vida.
¿Cómo animarías a otros estudiantes a sumarse a esta experiencia?
Siempre dando a conocer nuestras experiencias a aquellos que lo demanden y que verdaderamente se sientan atraídos por Egipto, lo cual no es difícil.
Imágenes cedidas por: Bedman©PVAH-IEAE-2018