Durante décadas, las mujeres científicas no han estado presentes en la Antártida. No fue hasta 1989 que una española, la doctora Josefina Castellví, llegó allí liderando una expedición y dirigiendo la base científica. Por ello, está justificada la doble misión que se ha encomendado la coalición de la red Homeward Bound de científicas líderes en la lucha contra el cambio climático y la defensa de la Antártida, a la que pertenece la doctora Marga L. Rivas. Esta investigadora, que desarrolla su actividad habitual en el Centro de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (CECOUAL), más en concreto de la línea ‘Ecología marina y Biología de la Conservación’, es una reputada especialista en ecología de tortugas marinas y cetáceos, cambio climático, biología de la conservación, deep learning y contaminación marina. Así, ha repetido varias veces un mensaje rotundo: “El cambio climático y la actividad humana están perjudicando a la Antártida y están amenazando su vida silvestre; este enclave, de los últimos de carácter prístino que quedan en la Tierra, cada día se está viendo más amenazado”.
De este modo, durante el desarrollo de la última Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, formada por gobiernos de todo el mundo, desde Homeward Bound insisten en la defensa de la Antártida pidiendo la creación y aprobación de una nueva área de protección marina alrededor de la Antártida. Hay ya dos áreas protegidas, las Islas Orcadas del Sur y el Mar de Ross, y la nueva propuesta, fechada en 2018 por los miembros de la Comisión, Chile y Argentina, cubriría la península antártica occidental, “la parte más septentrional del continente más meridional” y que alberga gran biodiversidad.
Esta zona está considerada por los investigadores de gran interés, ya que solo un tercio de la Antártida aún permanece sin visitar por los humanos, siendo el resto ya explotado por la pesca, el turismo y la infraestructura de investigación. Algo que deriva en que su biodiversidad se enfrente a grandes desafíos, como detallan las autoras en el documento ‘Protect the Antarctic Peninsula — before it’s too late’ publicado en la revista ‘Nature’.
Esfuerzo común en defensa de la Antártida
La doctora Rivas ha sido una de las 289 científicas firmantes de este manifiesto en defensa de la Antártida, y según ha querido matizar, como especialista en efectos del cambio climático en especies costeras como las tortugas marinas, “es esencial que tomen medidas urgentes para mitigarlo y que protejan especialmente lugares como la Antártida, que son fundamentales para mantener el equilibrio climático global”. Aportando datos, esta investigadora de la UAL ha añadido que “este año el comúnmente conocido como ‘continente helado’ ha registrado máximos históricos en la temperatura, es uno de los lugares que más rápidamente se están calentando, y ya se han alcanzado este verano austral récords de más de 20 grados”. El consiguiente deshielo tan acelerado “está cambiando las condiciones físicas y químicas de sus ecosistemas y especies clave, como el krill, los cuales podrían verse muy afectados y, con ellos, el equilibrio ecológico marino”. La posible catalogación de esta área como ‘marina protegida’ “puede ser un hito en donde la acción colectiva y el respaldo de científicos consiga impulsar una iniciativa esencial para el futuro del planeta y de nuestra especie”, ha aseverado la doctora de la institución almeriense. :
De modo paralelo, el otro objetivo de esta defensa de la Antártida es igualmente trascendental para la humanidad. Esta red de liderazgo femenino desarrolla un programa global donde lleva ya cinco ediciones y que espera llegar a formar a más de 1.000 mujeres de todo el planeta. La parte final de cada grupo culmina con un viaje a este enclave, donde visitan las bases internacionales, una travesía que, al ser solo de científicas, es “un hito que refuerza la necesidad de más mujeres en las áreas STEMM”. En ese sentido, otra de las firmantes de ese documento antes referido ha puesto el foco en que casi 300 científicas unan sus fuerzas y digan ‘este es nuestro legado, merecemos opinar sobre cómo se protege esta zona’, lo que es “muy poderoso”. Homeward Bound une el necesario empoderamiento femenino en el ámbito de las ciencias y la Antártida, ecosistema que alberga desde las ballenas jorobadas hasta las algas microscópicas, incluyendo, pingüinos, focas y krill, principal alimento de cientos de animales y base del equilibrio de la cadena trófica marina.