Un nuevo espacio de creación cultural se abre hueco en la ciudad de Málaga y este, según advierten sus promotores, pretende ser “una barbaridad”. La artífice de este Contenedor Cultural (que así es como lo han bautizado) es la Universidad de Málaga, a través de su Vicerrectorado de Cultura y Deporte encabezado por Tecla Lumbreras, y de la mano de un grupo de estudiantes a los que les sobran ideas y ganas. “Este es un lugar para soñar”. Así lo expresó el rector, José Ángel Narváez, durante la inauguración, en la que ha estado acompañado, entre otros, por la vicerrectora de Cultura y Deporte de la UMA, Tecla Lumbreras; la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Juventud, Silvia Cabrera, y el director técnico del Área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Luis Verde.
Así, Narváez animó a los estudiantes a llenar el Contenedor Cultural “hasta que se desborde y colabore en arrasar con todo lo viejo y caduco y ayude en la creación de una sociedad más justa y un mundo mejor”. Por otro lado, el rector aprovechó el evento para hacer un alegato en defensa de la Universidad pública y de sus empleados y profesores, todos ellos “funcionarios, responsables y trabajadores, grandes profesionales que ya los quisieran para sí las empresas privadas”. Ellos, junto a los alumnos -continuó Narváez- son los artífices de iniciativas como la que se presentaba, al tiempo que sentenció: “Estoy harto de los ataques a la universidad pública y a sus trabajadores”.
El Contenedor Cultural es un espacio para fomentar las inquietudes culturales de los estudiantes, quienes serán al mismo tiempo espectadores, participantes y organizadores, coordinados con el equipo del Servicio de Cultura. Las instalaciones, ubicadas en el campus de Teatinos (en el mismo lugar en el que antes estaba Espaciu), están formadas por tres contenedores de mercancías reciclados y habilitados hace años para un fin cultural, cada uno de los cuales acoge diferentes espacios, como un aula taller, un salón de actos o una sala de espejos. Cuenta además con dos proyectores, escenarios, pizarra, sistema de audio y vídeo… y está rodeado de jardines donde podrán celebrarse diversas acciones y eventos.
Tecla Lumbreras expuso que la intención es “mostrar la innovación y creación universitaria”, al tiempo que explicó que el Contenedor Cultural pretendía ser un espacio abierto no solo a los estudiantes, antiguos y futuros alumnos, profesores y trabajadores, sino a todos los jóvenes en general, y a la sociedad malagueña en su conjunto. Según precisó, todavía se está trabajando en el programa concreto de actividades, pero ya avanzó que la idea es realizar con regularidad eventos de teatro, música y cine, entre otras disciplinas, con el objetivo de “fidelizar público”.
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“Habrá, desde talleres de divulgación científica sobre el cine, hasta de gastronomía o Memoria Histórica”, dijo la vicerrectora, quien garantizó que se dará salida a todos los grupos (de música, teatro, magia, humorísticos…) formados por estudiantes actualmente en las distintas facultades de la UMA. Y también, agregó Lumbreras, a la creatividad de aquellos docentes que, en palabras de la responsable de Cultura de la Universidad, “tienen una doble vida y son, además de profesores, grandes artistas”.
Por su parte, el director técnico del Área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Luis Verde, agradeció a la UMA “que siga creando oportunidades”, y animó a los estudiantes a hacer del recién impulsado Contenedor Cultural “un referente” en la ciudad. Asimismo, celebró que sea un espacio no solo para los universitarios, sino para todos los jóvenes. En el mismo sentido se expresó la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Juventud -organismo dependiente de la Junta de Andalucía-, Silvia Cabrera, quien subrayó que “necesitamos a jóvenes implicados”.
Alumnos implicados activamente en la campaña
También asistieron al acto, como invitados, representantes de las empresas colaboradoras y los alumnos que han participado activamente en la organización y a los que Lumbreras agradeció personalmente su implicación personal y profesional en el proyecto. Los alumnos de Publicidad y relaciones Públicas Virginia Domínguez, Guillermo Escaño, Cristina García y Clara Ortega y la actriz y directora Alessandra García, son los que conforman el equipo que ha realizado el trabajo creativo de la campaña publicitaria previa a la puesta en marcha del Contenedor, todos ellos coordinados por el profesor de creatividad publicitaria Marcial García.
Unos y otros tomaron la palabra durante la inauguración para subrayar que había sido “una experiencia fantástica”. “Agradecemos mucho esta apuesta por la creatividad, por la confianza que habéis depositado en nosotros y por los consejos y el cariño que nos han transmitido todos los trabajadores del servicio de Cultura”, explicó Cristina García.
“Construir sociedad y espacios comunes es la vocación de la universidad pública”, subrayó el profesor Marcial García, defendiendo que “la universidad pública es un hervidero que a veces, desde fuera, no se percibe”, y destacando que “hay que visibilizar el trabajo en las aulas para dar vía libre a ese talento”. “Estos estudiantes son ejemplo de lo que son todos nuestros alumnos: jóvenes motivados, curiosos, con inquietudes y con ganas de comerse el mundo”, alegó.
‘UMA barbaridad’ (con el hashtag #UMAbarbaridad en redes sociales) es el eslogan elegido para dar a conocer este espacio en una campaña que no ha pasado desapercibida entre la comunidad universitaria. “El objetivo era llevar la barbarie a la UMA”, dicen, explicando que no querían hacer una campaña “convencional”. Por ello, tal y como han relatado los estudiantes implicados, han ido “como intrusos” por las clases “donde nos subimos a las mesas de los profesores para comunicar nuestra operación de publicidad”.
Manifiesto: “Este contenedor es UMA barbaridad”
A las 13:00 horas se procedió a la inauguración oficial del nuevo espacio cultural con la lectura del Manifiesto UMA Barbaridad, a cargo de María Eugenia Candau y su nieta. En dicho manifiesto, redactado con altas dosis de humor, se enuncia cuál es el propósito fundamental del Contenedor Cultural. “Este contenedor cultural es UMA barbaridad”, subrayan en el escrito los alumnos organizadores del mismo, quienes advierten de que en este espacio “no hay nada imposible, nada que no se pueda hacer”. “El contenedor cultural es una caja que no se llena, nunca será demasiado poco ni una cantidad muy grande, pero sabemos que todo se puede superar”, destacan.
“Hasta hoy la comunidad universitaria estaba formada por alumnos, profesores y personal de administración y servicios”, manifiestan, para continuar diciendo: “A partir de ahora podrán sumarse nietas, abuelas, bebés, padres, madres, micropoetas Siri y ornitorrincos”. Así, abren las puertas a todas las disciplinas: “La enseñanza, la publicidad, los negocios, las operaciones a corazón abierto también son recipientes de cultura”. “No perdemos la esperanza y hemos abierto la puerta a las posibilidades de la Psicología, el Derecho, las Ciencias, las Telecomunicaciones y la Filosofía”, señalan, agregando: “Devoramos con furia las páginas que nos causan sorpresa y rechazo”.
Este Contenedor también es, según inciden, “una fábrica de pensamiento”, donde ponerle “ojos a los cerebros”, pero eso sí, “una fábrica social, la plaza del pueblo”, tal y como matizan. Por último, el manifiesto anima a todos los estudiantes y jóvenes creativos a participar, afirmando que “no aceptaremos tu indiferencia”. Y concluyen con un guiño a la vicerrectora de Cultura: “Y sobre todo, piensa que cualquier cosa que hagas o propongas ya lo hizo Tecla en los 80”.
Actividades programadas
Al mismo tiempo que se celebraba la comparecencia ante los medios su puso en marcha la primera actividad del Contenedor Cultural, un taller sobre cómic, dirigido Pepo Pérez en el espacio dedicado a aula taller.
Con los espacios disponibles el Contenedor “contendrá” música, artes escénicas, danza, cine, arte contemporáneo, talleres, exposiciones y todos los proyectos que se proponga plantear”. Tras la lectura del manifiesto Ajo Micropoetisa y el violín de Luz Prado protagonizaron un evento poético musical, para dar paso a la primera DJ de la jornada, Paula Baeza. En torno a las 14:00 horas, tuvo lugar un alto en las actividades culturales para disfrutar del evento lúdico gastronómico de la inauguración en forma de paella, elaborada, como siempre en la Universidad de Málaga, por Cristóbal Villar, exconserje de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
Por la tarde se desarrolló un extenso e intenso programa de representaciones teatrales, actuaciones de DJ’s, instalaciones artísticas que se prolongó hasta la noche con la selección musical de Dj Tormento, Rafatal, quien también estuvo presente en la inauguración “satisfecho de volver a la Universidad”.
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