Actividades
El festival cubrió una infinidad de actividades: charlas, talleres, ponencias, instalaciones audiovisuales interactivas, juegos, stands, etc. La mayor parte de estas actividades se realizaron en el Contenedor Cultural, pero también se llevaron acabo más actividades en el aulario Gerald Brenan y los laboratiorios I+D de la Facultad de Ciencias.
Los asistentes pudieron disfrutar del stand de la empresa Innovart y la asociación Makoreni de Zaragoza, desde donde enseñaron varios proyectos como El Ojo de Horus, un proyecto de la asociación para controlar objetos y dispositivos con la mirada. Gracias a este proyecto consiguieron ir a la NASA y competir en Dubai por un millón de dólares. También estuvieron enseñando un proyecto de programación tangible para niños a partir de tres años, entre otros. Más tarde, estuvieron contando su historia en la charla De tu garaje a la Nasa por la vía Maker. Charla con la cual mostraron un ejemplo ilusionador de cómo a través del trabajo y la constancia se pueden lograr grandes objetivos.
También estuvo presente la empresa Accenture del PTA de Málaga para enseñar todo lo que realizan en tecnología. “Se puede hacer informática y programar sin salir de Málaga“, señalaba uno de sus trabajadores. Para ello trajeron a Nao, un robot muy novedoso en relación con la inteligencia artificial de 6.000 euros. Con este androide mostraron como era capaz de reconocer imágenes y sonidos. Los trabajadores nos explicaron que este festival era muy interesante para dar a conocer la tecnología y mostrar a los asistentes interesados que es posible desarrollar su talento tecnológico en Málaga.
Otro stand interesante fue el de dos estudiantes de la Universidad Complutense. Mostraron cómo una persona puede controlar el brazo de otra mediante los impulsos eléctricos que emiten sus nervios. También hicieron chupitos de tequila esferificados, unas pequeñas bolas que parecían ser de gelatina, pero por dentro eran líquidas.
White Room Estudio realizó una exhibición de música visual en la sala de los espejos, desde donde enseñaron una pequeña muestra de su proyecto de fusionar la música con el arte visual. Junto a la muestra contaron los proyectos que suelen llevar a cabo, señalando como el Festival Impaciencia es una gran oportunidad para enseñar su trabajo a un público joven.
También estuvo presente el Consejo de Estudiantes de Ciencias para divulgar la ciencia mediante experimentos caseros como mezclar maicena con agua o hacer sangre artificial. También aprovecharon para enseñar una muestra de agua del estanque de la Universidad como ejemplo de agua eutrofizada que perjudica al ecosistema. “Es un problema importante que está acabando con el ecosistema”, expuso un miembro del consejo, quien aprovechó además para hacer un llamamiento a la administración para que limpie el agua y sancione, con el objetivo de que no se siga ensuciando. Sobre el estanque de la UMA el representante estudiantil señaló que “viven seres vivos que le sorprende que sobrevivan, habría que limpiarlo para tener un estanque bonito en el que se vea lo que hay dentro y no agua turbia“. Respecto a esto el rector nos contestó que “están intentando mantener el campus de forma coherente y limpia, pero también necesitamos la participación de la comunidad universitaria“.
El miembro del consejo también aprovechó la ocasión para alegar que el vicerrectorado considere las ponencia de ámbito científico como cultura. En relación a ello el rector de la universidad nos explicó que “ese es el reto, la ciencia es cultura”.
También de la mano de estudiantes de la UMA los asistentes pudieron conocer actividades de materias como las matemáticas, donde se presentó la paradoja del hotel infinito de Hilbert. De esta forma, intentaron –y consiguieron- promover todas las partes positivas de las matemáticas mostrando su creatividad y su complejidad a nivel de conceptos.
Tras una entrega de premios, tuvo lugar el cierre del festival con un concierto de Transdisciplina Showcase. Un peculiar concierto visual y musical.