El conocido juez Pablo Ruz, actual titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Móstoles (Madrid) y ex magistrado del Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional hasta el pasado mes de abril, juzgado donde adquirió renombre y notoriedad por haber investigado algunos de los asuntos más mediáticos de los últimos tiempos, como el caso Gürtel, los papeles de Bárcenas o el caso Neymar; acudió este miércoles a ‘declarar’ al campus de Córdoba de la Universidad Loyola Andalucía, donde impartió una interesante conferencia en la que, entre otros temas, abordó la problemática de los llamados ‘juicios paralelos’ y cuáles son las claves del trabajo judicial en cualquier tipo de casos, aunque sobre todo en casos «de especial relevancia social y mediática«, como explicó.
No en vano, ‘El papel del juez instructor en los procesos de relevancia pública’ era el título de su conferencia, a la que asistieron un centenar de estudiantes de primer, segundo y tercer curso de los grados de Derecho y Relaciones Internacionales -a los que se dirigía la conferencia-, y algún que otro alumno del Grado de Comunicación y profesores y personal de Loyola Andalucía.
Previamente a su conferencia, Pablo Ruz fue presentado por el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas de Loyola Andalucía, Miguel Romero, y por el profesor de esta universidad Eduardo Ibáñez, quienes resaltaron la trayectoria de este juez, no sólo por los casos relevantes que ha investigado, «sino también por lo que representa en cuanto a modelo a seguir», resaltó Ibáñez.
Con un tono cercano y distendido, y tras explicar a los alumnos cómo llego a la judicatura y posteriormente a la Audiencia Nacional, «que se ha convertido en el gran tribunal de la corrupción«, afirmó -a la que inicialmente llegó en 2008 y después como sustituto de otro reconocido ‘juez estrella’, Baltasar Garzón-; Pablo Ruz señaló que de su experiencia ante casos de gran relevancia social destacaría tres ideas o claves que deben impregnar la labor del juez.
Igualdad, transparencia e independencia
Ideas que sintetizó en los conceptos de igualdad, transparencia e independencia. En primer lugar, resaltó «el valor de la igualdad», recordando, entre otras cuestiones, la garantía que supone que todos somos iguales ante la ley.
En segundo lugar la transparencia en el trabajo judicial, con las salvaguardas oportunas a la investigación, punto en el que Pablo Ruz defendió incluso «la máxima transparencia» en los casos que interesan a la sociedad. Aspecto donde los gabinetes de comunicación de los juzgados «facilitan mucho el trabajo a los jueces«, según indicó.
En este punto, recordó que la primera persona que conoció a su llegada a la Audiencia Nacional «fue la directora del gabinete de comunicación, algo que posteriormente comprendí que era importante».
Al hablar de transparencia y relaciones con los medios de comunicación, Pablo Ruz abordó el tema de las dificultades de «compaginar la justicia con los llamados ‘juicios paralelos'», aunque aún así abogó por «la máxima transparencia» informativa, rompiendo así con la idea más habitual y extendida de que los jueces prefieren desarrollar su tarea de forma ‘opaca’ ante los medios de comunicación.
Posteriormente, y en el turno de preguntas, más crítico se mostró con el hecho de que, en estos ‘juicios paralelos’ o mediáticos, también se «radiografíe o se ponga en la palestra y continuamente expuesto en los medios de comunicación«, a los propios jueces, cuestión que considera que responde a un reflejo en los medios de «un mal endémico de la sociedad española». O dicho en plata, el cotilleo y chismorreo centrado en las personas.
La televisión y los jurados populares
Y respecto a si dificulta o interfiere en la labor del juez o en las sentencias el hecho de una gran difusión de los casos en televisión, Pablo Ruz declaró que en casos en los que participa un jurado popular «sí es más difícil que el jurado no llegue con una idea preconcebida, aunque en el caso de profesionales jurídicos ya no incide tanto, porque es más fácil hacer abstracción» y centrarse exclusivamente en el proceso judicial.
Por último, Pablo Ruz puso en valor la necesaria independencia de los jueces, señalando que, hoy por hoy, «los jueces sí son independientes y hay división de poderes en España», aunque apuntó que es cierto que la sociedad puede percibir «que hay demasiados vasos comunicantes entre estos poderes».