El gobierno de Juanma Moreno se encontró a su llegada con varios temas complejos que, en mi opinión, resolvió bien el consejero Velasco. Por un lado, existían unos acuerdos firmados entre el anterior gobierno y la mesa sectorial que dejaban poco margen de maniobra para el presente año. Por otro, existían convocatorias abiertas tras décadas que no habían sido resueltas. Hoy podemos aseverar que esos acuerdos se están cumpliendo y que tanto los complementos autonómicos como las convocatorias de proyectos de excelencia se han resuelto.
Ahora toca iniciar una nueva etapa en la que el modelo de financiación y la reforma de la Ley Andaluza de Universidades centrará los esfuerzos del gobierno. El primer paso ya se ha dado, presentando a los rectores una propuesta seria de financiación que está siendo negociada en estos meses.
Tras más de un lustro sin contar con un modelo, es imperioso aprobarlo para que, las universidades cuenten con un marco estable a medio y largo plazo para preparar sus estrategias de futuro y para que el gobierno marque las líneas prioritarias de su política de investigación y docencia. Un modelo que debe tener en cuenta los resultados obtenidos por las universidades, así como el esfuerzo que realicen para mejorar año a año.
No se puede obviar el papel fundamental que las universidades han tenido en la vertebración de sus provincias, especialmente aquellas en las que, por su menor dimensión poblacional, se han convertido en un elemento central en la vida, no solo académica, sino ordinaria.
Será difícil, aunque resultase óptimo, que todas las universidades estén al 100% conformes con el resultado final, pero eso no puede ser óbice para que el gobierno, de manera responsable y decidida, lo acabe aprobando. Tengo el convencimiento de que así será y de que los resultados serán muy positivos a medio y largo plazo.
Por Ramón Herrera de las Heras
Portavoz de Universidades del Grupo Popular y Profesor Titular de la Universidad de Almería
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