Existen evidencias de que las madres con embarazos de fetos masculinos tienen mayor riesgo de partos prematuros, al igual que de complicaciones gestacionales como la diabetes gestacional o la preclamsia. Pero hasta ahora no están claros los mecanismos por los que esta supuesta desventaja del sexo masculino ocurre.
Entre otras teorías, se ha propuesto que la madre podría tener mayor sensibilidad a mediadores inflamatorios, como las citoquinas, o algún tipo de respuesta endocrina ante fetos masculinos o alteraciones del flujo sanguíneo placentario.
Ahora, un trabajo publicado en la revista Cytokine por fisiólogos de la Universidad Autónoma de Madrid, el Hospital Universitario La Paz (HULP) y la University Medical Center Hamburg-Eppendorf (Alemania), comprueba que el sexo del feto influye en los niveles de citoquinas inflamatorias y de óxido nítrico de las mujeres embarazadas.
En otras palabras, las mujeres embarazadas con un feto masculino pueden tener menos capacidad de contener un ambiente pro-inflamatorio, aunque presentan más factores vasodilatadores que las mujeres embarazadas con un feto femenino. :
Citoquinas inflamatorias
El equipo analizó la sangre de 85 mujeres embarazadas sanas durante la semana 10 de embarazo, centrándose en las concentraciones de citoquinas que regulan los procesos inflamatorios y moléculas relacionadas con el metabolismo del óxido nítrico como principal vasodilatador en la placenta.
“En concreto —detallan los investigadores— determinamos por micro-array los niveles de citoquinas pro-inflamatorias (IL-1α, IL-1β, IL-6, TNFα), anti-inflamatorias (IL-4, IL-10, IL-13) y quimioquinas (IL-8, MCP-1, IFNγ), y por LC-MS/MS moléculas relacionadas con el metabolismo del óxido nítrico (L-Arginina, Nitratos, ADMA, SDMA)”.
Así, en mujeres con fetos varones encontraron mayores niveles de la citoquina pro-inflamatoria IL-1 IL-1β, mientras que fueron menores los de IL-13, una importante citoquina anti-inflamatoria en la gestación.
Las citoquinas pro-inflamatorias son esenciales en el inicio del embarazo para que se dé una correcta placentación, pero posteriormente los niveles deben disminuir y aumentar las citoquinas anti-inflamatorias. “Un delicado equilibrio entre las citoquinas pro, anti-inflamatorias y quimioquinas es crucial para un adecuado embarazo. Un desequilibrio a favor de citoquinas pro-inflamatorias puede ser la base de una enfermedad gestacional”, explican los autores.
“Por otro lado —agregan— la respuesta inmune placentaria es diferente dependiendo del sexo fetal, y es posible que la unidad placenta-feto masculino pueda ser más susceptible de este desequilibrio”.
Estos resultados, recogidos en mujeres embarazadas sin complicaciones al inicio de su gestación, son importantes porque los niveles de citoquinas maternos podrían estar reflejando los niveles de citoquinas en la placenta. De ser así, dichos niveles podrían servir como potenciales marcadores de mujeres con un desequilibrio inflamatorio y por tanto con riesgo de desarrollar una complicación gestacional.
De hecho, de acuerdo con los investigadores, “la función dual o la evolución de estas citoquinas a lo largo del embarazo en relación al sexo fetal debería ser minuciosamente explorada para conocer el verdadero papel de estas moléculas en la salud y enfermedad del embarazo”.
Óxido nítrico
Por otro lado, el estudio encontró mayores niveles de nitratos en mujeres embarazadas con fetos masculinos. Los nitratos representan el producto final de la oxidación del óxido nítrico y son una medida de su concentración.
Los mayores niveles de nitratos en mujeres con fetos masculinos podrían deberse a estimulación de la enzima que sintetiza este compuesto (óxido nítrico sintasa) por la testosterona, hormona sexual que ya está presente en el feto masculino.
El óxido nítrico es el factor vasodilatador más importante en la placenta, lo que podría suponer una mejor adaptación vascular durante el embarazo y un mayor flujo de sangre a fetos masculinos. Sin embargo, esta ventaja puede tornarse en una desventaja si hay un ambiente pro-oxidante, como ocurre en patologías gestacionales como la preclamsia o la diabetes gestacional, en las que se producen muchos radicales libres de oxígeno. Estos radicales libres destruyen el óxido nítrico y además generan peroxinitrito, un compuesto tóxico para las células.
“En conjunto, nuestros resultados demuestran que algunas moléculas importantes en la gestación son moduladas por el sexo del feto. Sería necesaria más investigación en este campo que permita evaluar el papel del sexo para predecir la evolución de una patología gestacional”, concluyen los autores.