El jurado del XVI Premio Europeo de Cine-Guion Cinematográfico ‘Universidad de Sevilla’, ha seleccionado la obra ‘Esperando a la Muerte’, de Mario Monzó Porras y Bianca Franceza, como merecedora del primer premio, dotado con 2 000 euros.
El fallo del jurado ha destacado la solidez del guion que han elaborado estos jóvenes residentes en Barcelona, la elegancia en el tratamiento del humor, así como la propuesta visual, el logro de un tono original de la obra presentada, que muestra señas de identidad de autoría. Se trata de «una comedia costumbrista rural con fantasía«, en la que una mujer que vive en Extremadura fallece y en el limbo pacta bajar como fantasma hasta que su marido fallezca para no dejarlo solo y enfermo. Lo único que no espera es que su marido, en lugar de morirse, se encuentra revitalizado y con más ganas de vivir que nunca.
Mario Monzó ha destacado la importancia de certámenes como este, ya que «hay muy pocos en España y nos ayudan». Un premio como este, asegura, «es un pequeño paso hacia lo que queremos, que es ser cineastas y vivir de esto».
El segundo premio, distinguido con 1 000 euros, ha recaído en el guion ‘La Sangre’, de Joaquín León de Celis, del que el jurado ha valorado «la autenticidad de la propuesta, un desarrollo convincente de los personajes, un atractivo contraste entre la fantasía y lo cotidiano, así como una propuesta creíble de las relaciones intergeneracionales».
Jurado
El jurado del premio ha estado formado por Luis Méndez Rodríguez, director general de Cultura y Patrimonio de la Universidad de Sevilla, Manuel Cristóbal, coordinador del Festival de Cine de Sevilla, Ruth Gabriel, cineasta y Marta Gómez, cineasta.
Para participar en esta convocatoria era necesario estar matriculado en el curso 2022/2023, en alguna de las universidades europeas en estudios conducentes a un título universitario, haber concluido dichos estudios en el curso 2013/2014 o posterior en cualquiera de estas universidades o haber nacido con posterioridad al 1 de enero de 1982 y que aún no hayan estrenado un largometraje en salas comerciales.
Cada participante podía presentar un único guion pensado para la realización de una película de duración no superior a los 30 minutos, inédito y que no hubiera sido objeto de rodaje hasta la fecha de presentación. Los guiones podían ser originales o adaptados, en este último caso, el concursante debía poseer los derechos de adaptación de la obra original, si esta no fuera de dominio público.